Occidente extrema la alerta ante un viernes de ira musulmana
EE UU y los países europeos cierran o blindan las embajadas ante un estallido de la violencia
Choques violentos entre policía y manifestantes en el norte de Pakistán
La cadena paquistaní Ary informa de la muerte de uno de sus conductores por disparos
ÁNGELES ESPINOSA Dubái 21 SEP 2012 - 11:54 CET
Las embajadas de Estados Unidos y de varios países de Europa han extremado la seguridad de sus sedes en el mundo musulmán para este viernes de oración ante el temor de una nueva oleada de represaliastras los sucesivos incidentes que han desatado la ira, empezando por la película satírica sobre Mahoma producida en EE UU, las caricaturas sobre el profeta de un semanario francés y la burla de una revista alemana sobre el fanatismo integrista.
Hasta el momento y como sucediera en la jornada de ayer, los peores enfrentamientos están teniendo lugar en Pakistán. Agitados por sus líderes religiosos y políticos, muchos paquistaníes no ha podido esperar hasta la salida de las plegarias de mediodía para mostrar su ira contra lo que consideran insultos de Occidente hacia Mahoma.
Tampoco han atendido a los llamamientos para que protestaran de forma pacífica. Desde primera hora de la mañana, grupos de manifestantes han salido a las calles de Rawalpindi, Peshawar y otras ciudades, donde se han enfrentado a la policía que intentaba dispersarles con gases lacrimógenos. Al menos una persona ha resultado muerta y cinco heridas cuando aún faltan un par de horas para las manifestaciones.
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Un manifestante paquistaní lanza gases a la policía en Peshawar. / AAMIR QURESHI (AFP)
“Los políticos están jugando la carta religiosa y eso resulta muy peligroso en este país”, asegura a EL PAÍS el periodista paquistaní Shabbir Imam. Para él, la utilización populista de la película y las caricaturas corre el riesgo de escapárseles de las manos.
En un intento de controlar las protestas, las autoridades han declarado hoy viernes como Día del Amor al Profeta. Aunque las oficinas del Gobierno y la mayoría de las ciudades paquistaníes cierran los viernes, el decreto de festivo oficial implica que no haya transporte urbano ni interurbano, las furgonetas atestadas de gente que permiten el desplazamiento de la mayoría de los trabajadores en un país sin transportes públicos y con escasa penetración del vehículo privado. También han suspendido el servicio de telefonía móvil en las principales ciudades del país para dificultar la coordinación de quienes organizan las manifestaciones.
Pero esas medidas no han impedido que los más exaltados empezaran a movilizarse desde primeras horas de la mañana. Piden que se expulse a los diplomáticos estadounidenses de Pakistán. Como sucediera ayer, se espera que miles de personas intenten alcanzar el barrio diplomático de Islamabad desde la vecina Rawalpindi que, junto a Peshawar, ha sido una de las ciudades donde más eco están teniendo las protestas.
La cadena de televisión Ary ha informado de la muerte de uno de sus conductores en esa última por disparos de la policía cuando su equipo cubría una protesta, según recoge Efe. La agencia Reuters, por su parte, cita fuentes hospitalarias que han atendido a cinco manifestantes heridos.
Tras la película Inocencia de los musulmanes —que disparó la ola de violencia con un ataque al consulado estadounidense en la ciudad libia de Bengasi, donde murió al embajador en Libia Chris Stevens y otros tres norteamericanos—, las caricaturas de Mahoma publicadas en el semanario satírico francés Charlie Hebdo elevaron la tensión entre Occidente y el mundo musulmán. Más tarde, la publicación alemanaTitanic también decidió publicar las viñetas en un claro desafío a la reacción de los más radicales.
Ante el probable estallido de violencia, Francia decidió hace dos días cerrar sus embajadas, colegios y centros culturales en la jornada de hoy en los países musulmanes, Alemania se unió a la medida ayer y las legaciones de otros países europeos y las estadounidenses han reforzado mucho su seguridad ante posibles incidentes graves.
Los Gobiernos de los países donde puede haber violencia también han extremado la vigilancia de las oficinas occidentales. Túnez incluso ha prohibido cualquier manifestación para este viernes para "preservar el orden y la seguridad de los ciudadanos". Hace una semana, también en el día de oración comunitaria, miles de musulmanes indignados abandonaron las mezquitas para atacar y tratar de asaltar las embajadas de Estados Unidos. Casi una decena de personas y muchas más resultaron heridas en los disturbios desatados en Túnez, Sudán y el Líbano. Canadá también ha decidido cerrar sus embajadas en Malasia y la capital tunecina ante las manifestaciones convocadas, según su Ministerio de Asuntos Exteriores.
Hace una semana, una horda de manifestantes violentos asaltaron y prendieron fuego a la Embajada de Berlín en la capital sudanesa, Jartum, sin que las autoridades locales hicieran nada al respecto. Una inacción que de algún modo ha pasado factura al Gobierno de Sudán. La destrucción de varios departamentos de la embajada ha supuesto la suspensión de un evento que tenía como objetivo destinar ayuda económica a este país.
El revuelo por la publicación de caricaturas de Mahoma en el semanarioCharlie Hebdo ha llegado incluso a la capital parisina. El Gobierno ha prohibido una manifestación de integristas en París después de que otra marcha, que no había solicitado permiso frente a la embajada estadounidense, terminara con más de un centenar de detenidos. “No hay razón para que dejemos venir a nuestro país conflictos que no le conciernen", ha comunicado el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault.
En las sedes diplomáticas españolas, la orden es de ser "extremadamente prudentes" ante una situación “explosiva” que puede causar “un ataque a cualquier interés occidental”, según ha afirmado el ministro de exteriores, José Manuel García Margallo, que ha recomendado “una serie de medidas de seguridad” a las embajadas además de solicitar, si es necesario, medidas adicionales de protección.
EE UU y los países europeos cierran o blindan las embajadas ante un estallido de la violencia
Choques violentos entre policía y manifestantes en el norte de Pakistán
La cadena paquistaní Ary informa de la muerte de uno de sus conductores por disparos
ÁNGELES ESPINOSA Dubái 21 SEP 2012 - 11:54 CET
Las embajadas de Estados Unidos y de varios países de Europa han extremado la seguridad de sus sedes en el mundo musulmán para este viernes de oración ante el temor de una nueva oleada de represaliastras los sucesivos incidentes que han desatado la ira, empezando por la película satírica sobre Mahoma producida en EE UU, las caricaturas sobre el profeta de un semanario francés y la burla de una revista alemana sobre el fanatismo integrista.
Hasta el momento y como sucediera en la jornada de ayer, los peores enfrentamientos están teniendo lugar en Pakistán. Agitados por sus líderes religiosos y políticos, muchos paquistaníes no ha podido esperar hasta la salida de las plegarias de mediodía para mostrar su ira contra lo que consideran insultos de Occidente hacia Mahoma.
Tampoco han atendido a los llamamientos para que protestaran de forma pacífica. Desde primera hora de la mañana, grupos de manifestantes han salido a las calles de Rawalpindi, Peshawar y otras ciudades, donde se han enfrentado a la policía que intentaba dispersarles con gases lacrimógenos. Al menos una persona ha resultado muerta y cinco heridas cuando aún faltan un par de horas para las manifestaciones.
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Un manifestante paquistaní lanza gases a la policía en Peshawar. / AAMIR QURESHI (AFP)
“Los políticos están jugando la carta religiosa y eso resulta muy peligroso en este país”, asegura a EL PAÍS el periodista paquistaní Shabbir Imam. Para él, la utilización populista de la película y las caricaturas corre el riesgo de escapárseles de las manos.
En un intento de controlar las protestas, las autoridades han declarado hoy viernes como Día del Amor al Profeta. Aunque las oficinas del Gobierno y la mayoría de las ciudades paquistaníes cierran los viernes, el decreto de festivo oficial implica que no haya transporte urbano ni interurbano, las furgonetas atestadas de gente que permiten el desplazamiento de la mayoría de los trabajadores en un país sin transportes públicos y con escasa penetración del vehículo privado. También han suspendido el servicio de telefonía móvil en las principales ciudades del país para dificultar la coordinación de quienes organizan las manifestaciones.
Pero esas medidas no han impedido que los más exaltados empezaran a movilizarse desde primeras horas de la mañana. Piden que se expulse a los diplomáticos estadounidenses de Pakistán. Como sucediera ayer, se espera que miles de personas intenten alcanzar el barrio diplomático de Islamabad desde la vecina Rawalpindi que, junto a Peshawar, ha sido una de las ciudades donde más eco están teniendo las protestas.
La cadena de televisión Ary ha informado de la muerte de uno de sus conductores en esa última por disparos de la policía cuando su equipo cubría una protesta, según recoge Efe. La agencia Reuters, por su parte, cita fuentes hospitalarias que han atendido a cinco manifestantes heridos.
Tras la película Inocencia de los musulmanes —que disparó la ola de violencia con un ataque al consulado estadounidense en la ciudad libia de Bengasi, donde murió al embajador en Libia Chris Stevens y otros tres norteamericanos—, las caricaturas de Mahoma publicadas en el semanario satírico francés Charlie Hebdo elevaron la tensión entre Occidente y el mundo musulmán. Más tarde, la publicación alemanaTitanic también decidió publicar las viñetas en un claro desafío a la reacción de los más radicales.
Ante el probable estallido de violencia, Francia decidió hace dos días cerrar sus embajadas, colegios y centros culturales en la jornada de hoy en los países musulmanes, Alemania se unió a la medida ayer y las legaciones de otros países europeos y las estadounidenses han reforzado mucho su seguridad ante posibles incidentes graves.
Los Gobiernos de los países donde puede haber violencia también han extremado la vigilancia de las oficinas occidentales. Túnez incluso ha prohibido cualquier manifestación para este viernes para "preservar el orden y la seguridad de los ciudadanos". Hace una semana, también en el día de oración comunitaria, miles de musulmanes indignados abandonaron las mezquitas para atacar y tratar de asaltar las embajadas de Estados Unidos. Casi una decena de personas y muchas más resultaron heridas en los disturbios desatados en Túnez, Sudán y el Líbano. Canadá también ha decidido cerrar sus embajadas en Malasia y la capital tunecina ante las manifestaciones convocadas, según su Ministerio de Asuntos Exteriores.
Hace una semana, una horda de manifestantes violentos asaltaron y prendieron fuego a la Embajada de Berlín en la capital sudanesa, Jartum, sin que las autoridades locales hicieran nada al respecto. Una inacción que de algún modo ha pasado factura al Gobierno de Sudán. La destrucción de varios departamentos de la embajada ha supuesto la suspensión de un evento que tenía como objetivo destinar ayuda económica a este país.
El revuelo por la publicación de caricaturas de Mahoma en el semanarioCharlie Hebdo ha llegado incluso a la capital parisina. El Gobierno ha prohibido una manifestación de integristas en París después de que otra marcha, que no había solicitado permiso frente a la embajada estadounidense, terminara con más de un centenar de detenidos. “No hay razón para que dejemos venir a nuestro país conflictos que no le conciernen", ha comunicado el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault.
En las sedes diplomáticas españolas, la orden es de ser "extremadamente prudentes" ante una situación “explosiva” que puede causar “un ataque a cualquier interés occidental”, según ha afirmado el ministro de exteriores, José Manuel García Margallo, que ha recomendado “una serie de medidas de seguridad” a las embajadas además de solicitar, si es necesario, medidas adicionales de protección.
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