lunes, 8 de octubre de 2012

¿Por qué Chávez se vuelve a coronar como presidente?


Chávez ganó con el 54,4%, mientras Capriles se quedó rezagado con un 44,9%. Foto: Getty Images
por LYAN BABILONIA
Tras la reelección del presidente Venezolano, Hugo Chávez, quien derrocó a su opositor, Henrique Capriles con casi diez puntos porcentuales, la pregunta obligada es ¿por qué volvió al poder?

Aunque la repuesta parece ser obvia, para algunos expertos la razón no es tan simple como que obtuvo la mayoría de los votos. Es muy cierto que los resultados no mienten y que Chávez ganó con el 54,4%, mientras Capriles se quedó rezagado con un 44,9%.

Pero de entrada, algunos medios internacionales indican que el Partido Socialista Unido de Venezuela que encabeza Chávez, es un enorme aparato de campaña con dos millones de militantes, 15 gobernadores, 264 alcaldes y 91 parlamentarios.

Mientras, en el pasado la ONU y la OEA han revelado que la pobreza en Venezuela disminuyó casi la mitad durante los últimos 10 años, según el informe “Nuestra Democracia” de la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y hoy volvió a jugar un papel protagónico en las elecciones.

¿Cómo se logró la reducción de la pobreza? Para el profesor el ciencias políticas de la Universidad de Miami, Eduardo Gamarra, el gobierno chavista es uno de los mayores empleadores del pueblo venezolano.

“Si bien la posible victoria de Henrique Capriles despertó mucha ilusión, era poco realista pensar que uno podía ganarle a un aparato tan sofisticado como el que ha creado Hugo Chávez”, afirma Gamarra.

Un aparato que no solo se movilizó en esta campaña electoral, sino que viene desarrollándose durante los 14 años en el poder de Hugo Chávez.

“Muchos venezolanos se benefician de un gobierno extensivo”, donde gran parte de la población es empleada por el gobierno chavista, según Gamarra. No obstante, establece que hay gente que se beneficia del aparato gubernamental que no es necesariamente parte de la clase más pobre del país.

“Hay una clase media, gente educada que trabaja en el estado. Eso es una realidad.”, sostiene Gamarra.

Esto es lo que según el profesor es denominado “neopatrimonialismo”.

Ese juego entre rechazo al gobierno y dependencia se da en medio de un “un fenómeno de clases muy fuerte que ha impulsado la movilización chavista”, establece Gamarra.

El “voto oculto”

Gamarra explicó también que el resultado se debe además a lo que los estudiosos han denominado “el voto oculto” que se ha repetido desde gobiernos dictatoriales como el de Augusto Pinochet en Chile hasta lo que sucede hoy en Venezuela con Chávez.

Y es que según explica, existe un fenómeno que hace que algunas personas no acepten que van a votar por un candidato que genera rechazo en la población. Es muy probable que cuando estas personas fueron contactadas por encuestadoras o cuestionadas a boca de urna dijeran que su candidato era Capriles por “vergüenza o simplemente miedo a ser juzgados”, explicó el experto.

Es por esto, que las encuestas a boca de urna posicionaban a Capriles como ganador y los resultados fueron a favor de Chávez.

EE. UU. y su política hacia Venezuela

“Chávez nos guste o no es el presidente de Venezuela y es a quien el pueblo eligió” y Estados Unidos tiene que barajar la situación, según Gamarra.

Hay dos caminos a seguir una línea dura como la que propone el candidato Mitt Romney, que contempla incluso sanciones como las impuestas a Cuba o una reconciliación diplomática como la que muy probablemente busque Barack Obama si es reelecto para un segundo término.

Y es que para Gamarra aunque fue bajo la administración de Obama que se cerró el consulado venezolano en Miami, la administración Obama sabe que deben mejorase las relaciones. “Al que más le conviene tener un embajador venezolano aquí es a Estados Unidos”, sostiene.

“En Estados Unidos la política exterior se basa en lo que le conviene al país y lo que le conviene al país es llevar las cosas con Venezuela de la mejor forma posible. Más que nada por razones económicas, porque Venezuela proporciona el 14% del petróleo de la costa este de Estados Unidos”, explica Gamarra.

En otras palabras, para el profesor funcionaria mejor tener políticas más pragmáticas.

Sin embargo, hay quien opina que la diplomacia con Venezuela no depende del presidente de Estados Unidos, sino de quién gobierne Venezuela.

“La confrontación, mucha retórica, una política abiertamente antiestadounidense, 'antiimperialista', antiglobalización, seguirán activas con Chávez al mando, según Cynthia Arnson, directora del programa para América Latina del centro de estudios Woodrow Wilson.

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