Recibió en el Vaticano a la Asamblea General de la Interpol
JUAN VICENTE BOO / CIUDAD DEL VATICANO - Día 09/11/2012 - 13.59h
Benedicto XVI denunció «la oscura red de complicidades políticas del terrorismo», que calificó de «una de las formas más brutales de violencia» durante su audiencia a la Asamblea General de la Interpol, que ha reunido en Roma a funcionarios, policías, políticos y magistrados de los 190 estados miembros de la organización.
Sin señalar a ningún país en particular, el Papa subrayó que la disminución de victimas de los conflictos militares tradicionales ha convertido a «la violencia criminal en responsable de la mayor parte de las muertes violentas en el mundo».
En ese cuadro, Benedicto XVI afirmó que «el terrorismo es una de lasformas más brutales de la violencia, pues siembra el odio, la muerte y el deseo de venganza», envenenando la vida de varias generaciones.
Invitó a estar alerta ante las mutaciones del fenómeno terrorista que, «de una estrategia subversiva típica de ciertas organizaciones extremistas empeñadas en la destrucción y la muerte, se ha transformado en una red oscura de complicidades políticas que utiliza también medios técnicos sofisticados y recursos financieros considerables».
En cuanto a la «criminalidad organizada», segundo elemento de violencia en el mundo, Benedicto XVI recordó que no sólo se dedica al trafico de personas, drogas, armas y mercancías falsificadas sino incluso «al tráfico de medicamentos, utilizados en gran parte por los pobres, que matan en lugar de curar».
En su largo discurso, pronunciado alternando los idiomas inglés, francés y español, el Papa invitó a reforzar la cooperación entre políticos, policías y magistrados, insistiendo en que «la necesaria acción represiva vaya acompañada de un valiente y lúcido análisis de las motivaciones subyacentes a estas acciones delictivas inaceptables, especialmente los factores de exclusión social y de indigencia».
Benedicto XVI agradeció a la Interpol la colaboración que presta a la seguridad de sus viajes internacionales, y se despidió con una frase afectuosa pronunciada en árabe: «Gracias por venir, y que el Señor os bendiga a todos».
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