Entre las plantas que volverán a funcionar está el reactor nuclear de Yongbyon, cerrado en 2007
Seúl promete una respuesta contundente a cualquier "provocación"
Pyongyang eleva el tono hostil y se declara en “estado de guerra”
AGENCIAS Seúl 2 ABR 2013 - 08:25 CET
Corea del Norte volverá a poner en marcha todas sus instalaciones nucleares, incluido el reactor nuclear de Yongbyon, que lleva cerrado desde 2007, según ha informado este martes el servicio oficial de noticias norcoreano KCNA.
Pyongyang, que el pasado sábado se declaró en "estado de guerra" con el Sur, anuncia así que volverá a montar y reiniciar este reactor nuclear y también su planta de enriquecimiento de uranio. Un portavoz de la agencia atómica norcoreana citado por KCNA ha asegurado que no solo serán utilizadas tanto para producir energía, sino que también se les dará un uso militar.
La carrera nuclear norcoreana
1994 - Canje de compromisos
En 1994, Corea del Norte y EE UU llegan a un acuerdo por el que Pyongyang se compromete a parar la producción de plutonio en la planta de Yongbyon. EE UU ofrece a cambio ayudas para la construcción de dos centrales nucleares para la producción de energía eléctrica.
2002 - Planes secretos
En octubre de 2002 se confirma que Corea del Norte tiene un programa secreto de enriquecimiento de uranio. El régimen anuncia que retomará las actividades del reactor de Yongbyon y expulsa a los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
2003 - Diálogo a seis
Corea del Norte acepta sentarse a la mesa de negociaciones con EE UU, Corea del Sur, Japón, China y Rusia para discutir un programa de desarme. En septiembre de 2005, pacta un plan de desarme a cambio de ayudas. Un día después, se retracta.
2006 - Primera prueba nuclear
En octubre, Corea del Norte realiza su primera prueba nuclear desatando la alarma internacional.
2007 - Vuelta a la negociación
En febrero, Corea del Norte acepta otra vez paralizar su programa nuclear a cambio de ayudas.
2008 - Nueva marcha atrás
En junio de 2008, Pyongyang anuncia el desmantelamiento de sus instalaciones nucleares y vuela la torre de refrigeración del reactor de Yongbyon. Pero revoca la decisión dos meses después. En mayo de 2009, Pyongyang lleva a cabo su segunda prueba nuclear.
2010 - Pyongyang desata la alarma internacional
Los progresos atómicos de Corea del Norte incrementan la tensión regional. En noviembre, obuses norcoreanos impactan en una isla de Corea del Sur y Seúl activa el máximo nivel de alerta en tiempos de paz.
La central de Yongbyon, la principal de Corea del Norte, fue cerrada en 2007 en el marco de un acuerdo internacional por el que el país entonces dirigido por Kim Jong-Il —el padre del actual líder, Kim Jong-un— aceptó poner fin a su programa de armamento atómico a cambio de energía, alimentos y otras ayudas.
A lo largo de las últimas décadas, Pyonyang ha mantenido un tira y afloja constante con la comunidad internacional en lo que respecta a su programa nuclear. Ha firmado acuerdos para recibir apoyo a cambio de parar la actividad atómica y los ha revocado casi de inmediato, ha realizado pruebas nucleares, ha expulsado inspectores internacionales, los ha readmitido y los ha vuelto a expulsar.
La decisión de reactivar el programa nuclear es el último episodio de la crisis desatada en la península de Corea, donde el Norte se encuentra formalmente desde el sábado en “estado de guerra” con el Sur. La escalada diplomática se inició el pasado diciembre, cuando Pyongyang lanzó un cohete, y se agravó en febrero cuando realizó una prueba nuclear condenada y sancionada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
En estos meses, la retórica belicista del régimen de Kim Jong-un ha ido desde el anuncio de la ruptura de todos los pactos de no agresión con Seúl, incluido el armisticio que puso fin a la guerra de Corea (1950-1953), hasta la amenaza de llevar a cabo ataques nucleares preventivos contra Estados Unidos y Corea del Sur.
Seúl ha respondido a las acciones del Norte advirtiendo de que responderá de forma contundente a cualquier provocación y que seguirá realizando maniobras militares conjuntas con Estados Unidos, su principal aliado. La Casa Blanca, por su parte, ha reiterado que se toma en serio las amenazas procedentes de Corea del Norte, pero ha asegurado que su retórica belicista no está respaldada por acciones militares que la secunden.
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