sábado, 8 de junio de 2013

Rajoy arropa a Fabra pero evita hablar de la corrupción en Valencia

Rajoy con Fabra en la convención del PP. / Foto: EFE/ Vídeo: EL PAÍS-LIVE!

El presidente promete que abordará el sistema de finaciación autonómica

El jefe del Ejecutivo no puede evitar una foto de familia junto a dos imputados


FRANCESCO MANETTO Peñíscola 8 JUN 2013 - 15:17 CET

Mariano Rajoy ha tratado hoy de animar al PP valenciano en uno de los peores momentos para el partido, debilitado por los casos de corrupción y hundido en las encuestas. Pero lo ha hecho centrando su intervención en la convención regional en mensajes económicos, haciendo hincapié en la recuperación –“este año será mejor que el pasado, pero será peor que el que viene. El pesimismo ya está en retirada en nuestro país- prometiendo a Alberto Fabra que “abordará el sistema de financiación”, como pide el presidente de la Comunidad valenciana, porque es “sensible a sus reclamaciones sobre financiación autonómica.

El presidente el Gobierno ha evitado de hablar de corrupción y, aun así, no ha podido eludir, al final del acto, una foto de familia junto a, entre otros, dos dirigentes populares imputados: la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, y el regidor de Castellón, Alfonso Bataller. Entre los asistentes a la convención, también figuraba Ricardo Costa, ex número dos del PP valenciano procesado en la causa de los trajes junto a Francisco Camps.

Rajoy, arropado por José Manuel García-Margallo, Esteban González Pons, Carlos Floriano y Rita Barberá, se ha limitado a apoyar al PP valenciano, que en su opinión "seguirá siendo aquí el mejor y el primero". "Sé las dificultades de todas las instituciones, la Generalitat, el Gobierno, los Ayuntamientos, porque hay pocos recursos y muchas necesidades". No obsante, según el presidente "el PP en la Comunidad Valenciana va a seguir contando con la inmensa confianza de todos los ciudadanos".

EL PAÍS

Sacudidos por los escándalos de corrupción, los populares valencianos necesitan un revulsivo ahora más que nunca. Fabra creía haberlo encontrado. El antídoto tenía nombre y apellidos. La imputación del exconsejero Rafael Blasco por el caso Cooperación era una oportunidad sin precedentes para coger aire en vísperas de la convención regional que se celebra este fin de semana en Peñíscola.

El plan de Fabra consistía en expulsarlo del Grupo Popular. No obstante, después de presumir de ser "la persona que ha generado una línea roja contra la corrupción que nadie ha hecho en ningún partido", el presidente de la comunidad perdió el pulso con Blasco y tuvo que asumir que el exdirigente aupado por Francisco Camps seguirá en su escaño hasta que se abra juicio oral.

El PP valenciano tiene hoy nueve diputados autonómicos imputados en escándalos de corrupción: más del 15% del Grupo Popular en las Cortes. Además de Rafael Blasco, para quien la propia Generalitat pide 11 años de cárcel por el fraude en la extinta Consejería de Solidaridad y Ciudadant, la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, y su antecesor en el cargo, Luis Díaz Alperi, mantienen su escaño en el grupo de los populares a pesar de estar imputados por la supuesta manipulación del Plan General de Ordenación Urbana de la ciudad.

Ante la crisis del bipartidismo y el desapego ciudadano por los casos de corrupción, la posibilidad de perder las elecciones en la Comunidad valenciana se coló ayer en los mensajes de los dirigentes nacionales que han intervenido en la convención de Peñíscola. El vicesecretario de Estudios y Programas, Esteban González Pons, el único valenciano miembro de la cúpula, agitó el espantajo de un tripartito formado por PSPV, Compromís y Esquerra Unida.

"No podemos rendirnos, tenemos que estar a la altura de las circunstancias, porque si nosotros perdemos, no pierde el PP, pierde la Comunidad Valenciana", enfatizó ayer. "No soy catalanista, pero si gana el tripartito en la Comunidad valenciana habría un Gobierno catalanista y no lo quiero. "Tampoco quiero un Gobierno de extrema izquierda", ha proseguido. Pons ha recurrido a continuación a la retórica épica para asegurar: "Somos como los trescientos espartanos y nuestras Termópilas se llama Comunidad Valenciano. No pasarán...".

En una intervención con pocas referencias a la corrupción, el dirigente popular ha reivindicado sin embargo la época de Zaplana y Camps. "¿Dónde estaríamos si no hubieran sido nuestros presidentes Zaplana y Camps? ¿Dónde estaríamos sin Rita Barbera?" ¿Dónde estaríamos sin Alberto Fabra? Seguro que con el PSPV estaríamos muchísimo peor", afirmó.

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