por Federico Marín Bellón el sep 14, 2013
El «superhacker», como ya le llama la prensa argentina, estaba especializado en fraude informático y complejas triangulaciones financieras a través de webs de juegos por internet y de transferencias de dinero, según informó el Ministerio de Seguridad argentino. Los expertos que trabajan en el caso creen que el joven desviaba a su favor cerca de 50.000 dólares por mes en una cuenta de Rosario, 310 kilómetros al norte de Buenos Aires, informa AFP.
El joven es hijo de un ingeniero en sistemas informáticos, que también es investigado, y fue detenido en su casa en el céntrico barrio porteño de San Cristóbal, en el marco de la operación Zombi, que incluyó cinco allanamientos en Rosario y Buenos Aires. acusado había montado en su casa una «cueva tecnológica» con un potentísimo equipo informático. El dispositivo policial empezó en 2012, tras la denuncia de una de sus víctimas, que hacía transferencias de dinero a través de un portal llamado Dineromail. Aquella investigación permitió descubrir que la misma persona también robaba a través de sitios de juego online.
«Los usuarios resultaban víctimas de una infección con un virus informático de tipo troyano, que el hacker alojaba en un servidor de descargas de aplicaciones para juegos online», explicó el ministerio de Seguridad en un comunicado. El hacker realizaba otra maniobra conocida como «denegación de servicio». Para evitar que las víctimas notaran las transferencias ilegales, a través de una compleja red de ordenadores realizaba miles de peticiones al sitio web, todas al unísono, para saturar y colapsar el servidor durante el tiempo que duraba el ataque, entre 24 y 48 horas.
El «superhacker», como ya le llama la prensa argentina, estaba especializado en fraude informático y complejas triangulaciones financieras a través de webs de juegos por internet y de transferencias de dinero, según informó el Ministerio de Seguridad argentino. Los expertos que trabajan en el caso creen que el joven desviaba a su favor cerca de 50.000 dólares por mes en una cuenta de Rosario, 310 kilómetros al norte de Buenos Aires, informa AFP.
El joven es hijo de un ingeniero en sistemas informáticos, que también es investigado, y fue detenido en su casa en el céntrico barrio porteño de San Cristóbal, en el marco de la operación Zombi, que incluyó cinco allanamientos en Rosario y Buenos Aires. acusado había montado en su casa una «cueva tecnológica» con un potentísimo equipo informático. El dispositivo policial empezó en 2012, tras la denuncia de una de sus víctimas, que hacía transferencias de dinero a través de un portal llamado Dineromail. Aquella investigación permitió descubrir que la misma persona también robaba a través de sitios de juego online.
«Los usuarios resultaban víctimas de una infección con un virus informático de tipo troyano, que el hacker alojaba en un servidor de descargas de aplicaciones para juegos online», explicó el ministerio de Seguridad en un comunicado. El hacker realizaba otra maniobra conocida como «denegación de servicio». Para evitar que las víctimas notaran las transferencias ilegales, a través de una compleja red de ordenadores realizaba miles de peticiones al sitio web, todas al unísono, para saturar y colapsar el servidor durante el tiempo que duraba el ataque, entre 24 y 48 horas.
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