Un hombre estornuda en una oficina
Los cambios bruscos de temperatura, el frío, la contaminación, el tabaco, las concentraciones de personas, los lugares cerrados poco aireados... favorecen a los más de 200 virus responsables de los catarros
M.ARRIZABALAGA ARRIZABALAGA11 / MADRID - Día 24/10/2013 - 01.45h
A los 70 años, la mayoría de las personas ha pasado unos tres años de su vida tosiendo y estornudando. De niño es habitual coger hasta ocho o diez resfriados al año y aunque en la edad adulta la incidencia baja, pocos logran evitar al menos un par de catarros.
«Es una de las enfermedades más frecuente que existe», señala José Miguel Rodríguez González-Moro, director de Relaciones Institucionales de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). El resfriado común es el responsable de casi 40 millones de días laborables perdidos al año y aunque se manifiesta en cualquier estación, se mueve a sus anchas en otoño e invierno.
«El mayor número de casos de resfriados durante la estación de frío podría atribuirse en parte a la mayor cantidad de personas que están en lugares cerrados y en contacto estrecho» (oficinas, guarderías, colegios, transportes, centros comerciales...), considera el neumólogo. El frío deteriora los mecanismos de defensa de las mucosas facilitando el desarrollo de los virus, que se desarrollan mejor en ambientes de poca humedad, y la sequedad vuelve más vulnerables a las fosas nasales.
Los responsables de los resfriados son en la mayoría de los casos virus de las familias de los rinovirus y de los coronavirus, de los que existen muchas variedades o cepas, según explica Rodríguez González-Moro. A ellos se suman otras familias de virus como el virus parainflueza, el adenovirus, el enterovirus y el virus respiratorio sincitial. «Más de 200 cepas diferentes pueden causarlo», añade el especialista.
Sin refugio
Los cambios bruscos de temperatura, el frío, la sequedad excesiva, el tabaco, la contaminación, las concentraciones de personas, los lugares cerrados poco aireados, la bajada de defensas... son tantos los factores que favorecen su aparición que resulta imposible hallar refugio frente a este tipo de infección.
Todas aquellas situaciones que alteren las mucosas respiratorias y faciliten la transmisión aérea entre personasson los desencadenantes más frecuentes», resume el experto de la SEPAR.«
Mantenerse lejos de otras personas que estén resfriadas, evitar los cambios bruscos de temperatura y los ambientes muy secos, beber líquidos o no fumar pueden reducir el riesgo, así como lavarse las manos a menudo. El contagio puede venir directamente por las gotas transmitidas en un estornudo o al hablar con otra persona, pero también a través de objetos intermedios como un teléfono, un teclado, la barra del autobús o el picaporte de una puerta ya que los objetos de madera, plástico o metal permiten sobrevivir al virus durante más tiempo.
Rodríguez González-Moro apunta a que «hay algunos mitos como tomar grandes cantidades de vitamina C, pero hasta ahora los estudios no han demostrado que este hecho afecte al comienzo ni a los síntomas del resfriado común».
Entre uno y tres días después de haber estado en contacto con el virus se aprecian los primeros síntomas. Aumenta la producción de moco (goteo nasal), se inflaman las mucosas que recubren la nariz causando dificultad para respirar y congestión nasal (rinitis) y aparecen los estornudos debido a la irritación de la nariz y la tos causada por el moco que baja a la garganta.
«No hay cura»
Poco se puede hacer para frenar entonces el resfriado, que de media dura una semana. «No hay cura», recuerda el neumólogo antes de resaltar que «antibióticos no ayudan a tratarlo y no deben ser utilizadoslos ». Los medicamentos que se emplean ayudan a aliviar los síntomas, pero «no hacen que el resfriado se cure más pronto».
«En general no suele complicarse, pero hay que vigilar la aparición de infecciones de oído, sinusitis, faringitis y neumonía», destaca el neumólogo.
Sus síntomas pueden confundirse en ocasiones con otras enfermedades infecciosas o alérgicas, por lo que conviene acudir al médico si hay fiebre alta persistente, dolor torácico o vómitos y extremar la vigilancia si se padece diabetes, EPOC, asma u otro tipo de enfermedades de base.
Resfriado común, no gripe
«Son dos enfermedades diferentes», explica el neumólogo.
El resfriado es «relativamente inofensivo y suele curarse por sí solo después de un tiempo, aunque a veces puede conducir a una infección secundaria, por ejemplo en el oído. Sus síntomas son la congestión y goteo nasal, estornudos y tos seca leve. No suele haber fiebre ni dolor muscular ni afectación del estado general.
La gripe puede tener complicaciones, como la bronquitis bacteriana y la neumonía. En ella predomina la fiebre alta, cefalea, dolores musculares intensos y agotamiento extremo.
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