En la insuficiencia respiratoria la concentración de oxígeno en sangre se reduce
Isidoro Álvarez falleció por una crisis cardiaca, derivada de los problemas respiratorios que provocaron su ingreso en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid.
RAMÍREZ DE CASTRO / MADRID
El presidente del Corte Inglés, Isidoro Álvarez, falleció en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid cuatro días después de que ingresara de urgencias por un cuadro de insuficiencia respiratoria. Al parecer falleció por una «crisis cardiaca inesperada», derivada de sus problemas respiratorios.
En la insuficiencia respiratoria, los pulmones son incapaces funcionar adecuadamente. La concentración de oxígeno en la sangre se reduce y se eleva la concentración de dióxido de carbono por lo que el paciente siente sensación de ahogo. El único tratamiento posible es administrar el oxígeno que no llega para evitar que el paciente se ahoge. A veces, basta con la ayuda de una botella de oxígeno y, en los casos más graves, la utilización de un respirador artificial.
Isidoro Álvarez encajaba en el perfil de paciente con problemas cardiovasculares y respiratorios, tan frecuentes en las personas de su edad. Había sido un fumador empedernido y arrastraba un problema de sobrepeso desde hace muchos años. Rondando los 79 años no es difícil aventurar que padecía diabetes tipo 2, problemas respiratorios debido a su tabaquismo y daños en el corazón, por su obesidad y el consumo de tabaco.
Corazón y pulmones, unidos
El funcionamiento del corazón y los pulmones están íntimamente unidos yel fallo de uno afecta al otro órgano vital. La insuficiencia respiratoria crónica puede tener repercusiones que dañan al corazón (taquicardia o aceleración de la frecuencia de los latidos cardíacos, edema de las piernas y trastornos del sueño ).
Por otro lado, cuando el corazón sufre insuficiencia cardiaca y le cuesta bombear la sangre también provoca daños respiratorios. A medida que el bombeo del corazón se vuelve menos eficaz y encharca los pulmones.
El presidente del Corte Inglés, Isidoro Álvarez, falleció en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid cuatro días después de que ingresara de urgencias por un cuadro de insuficiencia respiratoria. Al parecer falleció por una «crisis cardiaca inesperada», derivada de sus problemas respiratorios.
En la insuficiencia respiratoria, los pulmones son incapaces funcionar adecuadamente. La concentración de oxígeno en la sangre se reduce y se eleva la concentración de dióxido de carbono por lo que el paciente siente sensación de ahogo. El único tratamiento posible es administrar el oxígeno que no llega para evitar que el paciente se ahoge. A veces, basta con la ayuda de una botella de oxígeno y, en los casos más graves, la utilización de un respirador artificial.
Isidoro Álvarez encajaba en el perfil de paciente con problemas cardiovasculares y respiratorios, tan frecuentes en las personas de su edad. Había sido un fumador empedernido y arrastraba un problema de sobrepeso desde hace muchos años. Rondando los 79 años no es difícil aventurar que padecía diabetes tipo 2, problemas respiratorios debido a su tabaquismo y daños en el corazón, por su obesidad y el consumo de tabaco.
Corazón y pulmones, unidos
El funcionamiento del corazón y los pulmones están íntimamente unidos yel fallo de uno afecta al otro órgano vital. La insuficiencia respiratoria crónica puede tener repercusiones que dañan al corazón (taquicardia o aceleración de la frecuencia de los latidos cardíacos, edema de las piernas y trastornos del sueño ).
Por otro lado, cuando el corazón sufre insuficiencia cardiaca y le cuesta bombear la sangre también provoca daños respiratorios. A medida que el bombeo del corazón se vuelve menos eficaz y encharca los pulmones.
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