El escritor Nickolas Butler
El estadounidense aterriza en España con su primera novela, «Canciones de amor a quemarropa». Un título que suena a película «indie» (lo será) y esconde un hermoso relato sobre la amistad, la búsqueda de las raíces y la pertenencia al hogar
INÉS MARTÍN RODRIGOIMARTINRODRIGO / MADRID
Nickolas Butler fue vendedor de perritos calientes, trabajó en Burger King, probó en la industria cárnica y hasta estuvo en un tostadero de café. Pero ahora es escritor. Y de los buenos. De esos que escriben una primera novela con el poso de la literatura que permanece. Es el caso de «Canciones de amor a quemarropa» (Libros del Asteroide), libro con tintes autobiográficos sobre un grupo de amigos en un pequeño pueblo de Wisconsin. No aspira a ser una novela generacional, sino la partitura (bien escrita) de quienes construyen sus sueños sin renunciar al hogar.
Nickolas Butler fue vendedor de perritos calientes, trabajó en Burger King, probó en la industria cárnica y hasta estuvo en un tostadero de café. Pero ahora es escritor. Y de los buenos. De esos que escriben una primera novela con el poso de la literatura que permanece. Es el caso de «Canciones de amor a quemarropa» (Libros del Asteroide), libro con tintes autobiográficos sobre un grupo de amigos en un pequeño pueblo de Wisconsin. No aspira a ser una novela generacional, sino la partitura (bien escrita) de quienes construyen sus sueños sin renunciar al hogar.
LIBROS DEL ASTEROIDE
Cubierta de «Canciones de amor a quemarropa»
- ¿Por qué decidió escribir esta novela, la primera de su nómina como escritor?
- Decidí escribir porque estaba muy solo, sentía mucha nostalgia de Wisconsin, de mi hogar. Quería enseñarles a mis compañeros del Taller de Escritores de la Universidad de Iowa cómo era mi casa, mostrarles mi hogar. La historia no comenzó como una novela en sí misma, sino más bien como una colección de novelas interconectadas, pero con el tiempo me di cuenta de que la forma de la novela al uso me permitía explorar mejor los personajes.
- Es un libro muy personal, con claros tintes autobiográficos. ¿Qué vamos a descubrir en sus páginas de su vida privada?
- Obviamente, el lector descubrirá mi amor hacia Wisconsin y hacia el Medio Oeste americano. Pero creo que el lector también llegará a reconocer ciertos temas que son muy importantes para mí, como la amistad, la lealtad, el amor, la naturaleza, la bondad y la decencia.
- Ha dado voz a su nostalgia. ¿Qué es para usted el hogar, qué lo representa? ¿Y qué papel desempeña en el libro?
«Quería que el lector pudiera escuchar las escenas de la novela»
- Para mí, la idea del hogar está claramente relacionada con la familia y la Historia. Cuando siento nostalgia de Wisconsin lo identifico con un conjunto de sensaciones que tienen que ver con la carencia de aire puro, las estrellas, mis hijos, nuestra casa, mi mujer, mis padres, mis amigos de toda la vida...
- «Canciones de amor a quemarropa» es, sin duda, una novela coral. ¿Qué piensa de cada personaje, con quién se siente más identificado?
- Supongo que hay algo de mí en cada personaje. Creo que Lee representa mi lado artístico; Henry, la vertiente moral; Kip encarna gran parte de mis debilidades y carencias, y Beth, mis curiosidades.
- La música es, prácticamente, un personaje más. ¿Por qué decidió darle ese rol?
- La música siempre ha sido muy importante para mí, está claro. Pero creo que es fundamental poner los cinco sentidos cuando escribes una novela. Hubo momentos en los que quería que el lector fuera capaz de escuchar una escena del libro, ya fuera por el sonido particular de uno de los temas de Lee, porque un personaje silbara una canción o sonara la gramola.
- Fue al instituto con Justin Vernon (Bon Iver) y hay lectores (y medios) que han dado por hecho que el personaje de Lee está basado en el músico. ¿Es eso cierto?
- Lee está inspirado en Justin Vernon, pero NO está basado en él en absoluto. Creo que Justin es una persona tremendamente inspiradora, que hace que muchos de los que somos de Wisconsin nos sintamos orgullosos. Él se ha mantenido fiel a sus raíces y siempre está haciendo grandes cosas por nuestra comunidad. También creo que su éxito tiene cierta dimensión mítica o arquetípica.
- La novela es una enfática canción de amor hacia la vida rural, hacia el día a día en un pequeño pueblo, reivindica la vuelta a las raíces. ¿Defiende usted ese modo de vida?
- Vivo en un pequeño pueblo en Wisconsin, y es así como me siento cómodo, pero también me encanta viajar a San Francisco, Nueva York o París. También me gustan las grandes ciudades. Los pueblos pequeños tienen muchos problemas y era muy importante para mí que dos de los personajes principales de la novela NO vivieran en Little Wing.
- Como escritor, ¿siente alguna responsabilidad hacia su comunidad, a la que ha querido retratar en la novela?
«Bon Iver se ha mantenido fiel a sus raíces. Su éxito tiene cierta dimensión mítica»- No siento ningún tipo de responsabilidad, excepto hacia mi esposa, mis hijos, mis familiares y mis amigos. Mis novelas, mi poesía y mis cuentos son míos.... Así que no, no siento la responsabilidad de tener que ser necesariamente una sola cosa, la voz de una determinada comunidad. En mi vida haré lo que quiera, siempre que pueda y siempre que me interese.
- Tengo entendido que la Fox ha comprado los derechos para llevar al cine «Canciones de amor a quemarropa». ¿No le produce inquietud poder ver a sus personajes en la gran pantalla?
- La verdad es que no. No hay ninguna garantía de que finalmente se haga la película, así que no puedo perder el tiempo preocupándome por eso. Confío plenamente en el estudio, parece que sólo hacen proyectos de gran calidad y eso me consuela un poco. Además, el filme será distinto a mi libro, porque es otro medio y representa el proyecto artístico de otra persona.
- ¿Qué autor tenía en mente cuando decidió convertirse en escritor?
- Jim Harrison y Rick Bass han sido dos escritores muy importantes para mí. Ambos viven en los márgenes de América, en la periferia, lejos de las grandes ciudades, y realmente los considero modelos a seguir. Los temas que abordan en sus libros me influyeron, eso sin duda.
- ¿Cuál sería su «playlist» de canciones para este libro?
- «The Weight», de The Band; «Girl from the north country», de Bob Dylan; «Autumn leaves», de Cannonball Adderley; «Suite judy blue eyes», de Crosby, Stills & Nash; «I see a darkness», de Bonnie Prince Billy; «Little black submarines», de The Black Keys; «Pass in time», deBeth Orton; «Elephant gun», de Beirut; «Kind of blue», de Miles Davis; y «Little wing», de Stevie Ray Vaughan.
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