Soldados yemeníes protegen la Embajada de EEUU en Saná. / YAHYA ARHAB (EFE)
La inseguridad del país árabe se agrava tras la toma de poder por los rebeldes Huthi la semana pasada
ÁNGELES ESPINOSA Dubái 11 FEB 2015 - 13:43 CET
La Embajada del Reino Unido en Yemen ha suspendido este miércoles sus operaciones de forma “temporal”, según ha anunciado el Foreign Office en su cuenta Twitter.También Francia ha anunciado hoy que cerrará su embajada en el país, y ha pedido a sus conciudadanos que salgan de ese país "lo antes posible". Horas antes la representación de Estados Unidos había tomado la misma medida. Los tres países justifican su decisión por “el deterioro de la seguridad en los últimos días” y es previsible que sea seguida por el resto de las cancillerías europeas. El encargado de negocios español, Enrique Conde, seguía anoche en Saná, aunque evitaba especular sobre el futuro.
Ninguno de los comunicados menciona la toma del poder por parte de los rebeldes Huthi el pasado viernes como un riesgo específico. Ambos se refieren sin embargo a la amenaza de Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA).
“AQPA sigue teniendo por objetivo los puestos de control de los Huthi, y los Huthi en general”, señala la advertencia británica que pide a sus ciudadanos que salgan del país, eviten las calles y se alejen de cualquier concentración de esa milicia.
Yemen, la nación más pobre del mundo árabe, se encuentra en un vacío de poder desde el pasado 22 de enero cuando el hasta entonces presidente, Abdrabbo Mansur Hadi, presentó su dimisión ante el chantaje de los Huthi. Este grupo rebelde del norte del país, que empezó reclamando mayores derechos para la minoría zaydí (una rama del islam chií que sigue un tercio de los yemeníes) hace una década, se ha hecho con el control de las instituciones de forma progresiva desde que en septiembre avanzara sobre la capital, Saná.
Su despliegue, que muchos yemeníes ven como un golpe de Estado, ha provocado el rechazo de la mayoría de las fuerzas políticas que, sin embargo, se muestran incapaces de consensuar una alternativa. Además, cuenta con el respaldo tácito de las fuerzas leales alexpresidente Ali Abdalá Saleh, lo que amplía su capacidad de maniobra.
La situación resulta especialmente tensa hoy porque se cumple el cuarto aniversario de la revuelta popular que logró la salida de Saleh después de 33 años al frente del Gobierno. Muchos de aquellosrevolucionarios se han sentido defraudados por la transición política prometida entonces y planeaban echarse de nuevo a las calles de Saná y otras grandes ciudades. Sin embargo, desde primera hora de la mañana, milicianos Huthi con uniformes de las fuerzas de seguridad y la policía de tráfico se han desplegado en la capital para evitar las manifestaciones.
El Ministerio de Exteriores español desaconseja “el viaje a Yemen bajo cualquier circunstancia y se recomienda a los españoles que se encuentren en el país que lo abandonen cuanto antes”. La nota recuerda que el riesgo de secuestro y de atentado terrorista es muy alto.
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