¿ALGO SUCEDE EN RUSIA?
Saludos a todos,
Muchos analistas nos ofrecen cada día sus predicciones sobre el destino de Ucrania en la actual confrontación bélica con Rusia, como si en verdad pudiesen precisar en el horizonte lo que imaginan qué va a suceder.
Algunos observadores sostienen que Rusia ya perdió la guerra en febrero y que sus tropas no están haciendo nada en Ucrania, es decir, que ni avanzan ni retroceden, ni se sabe cuál es su objetivo. Otros consideran que, de no acabar pronto, puede desembocar en un tragedia mundial.
El anuncio de Putin de que llamará a 300.000 reservistas para luchar en Ucrania ha provocado reacciones inmediatas en la sociedad rusa: por un lado, protestas en la calle que se han saldado con más de 1.000 detenciones. Por otra parte, una corriente subterránea de preocupación que ha tenido su reflejo y que señala la posibilidad de una fuga masiva de rusos hacia el extranjero.
En su discurso de este miércoles, el presidente Vladimir Putin anunció una movilización y advirtió de posibles represalias de Rusia por las acciones de Occidente. Pero antes que renovar los temores por un temerario chantaje nuclear, sus palabras deberían considerarse más tranquilizadoras que preocupantes.
La buena noticia es que las medidas de emergencia anunciadas son el reconocimiento por parte de Putin de que está perdiendo su guerra de expansión imperial. La noticia menos buena, es que su percepción de la realidad es aún peor de lo que sospechábamos, sí es cierto que se cree aunque sea una mínima parte de las mentiras y fantasías que manifesto durante el discurso. Combinadas con las leyes que aprobó el Parlamento de Rusia para imponer duras penas de cárcel a los que eludan el servicio militar, las nuevas medidas recuerdan al juego de las sillas: los prisioneros que estén en la cárcel que acepten participar en la guerra pueden ser reclutados para ir a luchar con la promesa de que así se les anularán la condena.
De hecho, casi ninguno de los contradictorios argumentos de Putin resisten el mínimo pensamiento crítico: “dijo, estamos ganando en Ucrania, pero las fuerzas de Occidente alineadas contra nosotros son tan poderosas que ahora tenemos que buscar más recursos para seguir luchando contra el régimen títere de Ucrania; estamos protegiendo la soberanía y la integridad territorial de la propia Rusia, pero para ello tenemos que anexionar parte de otro país; nuestro objetivo de guerra y para conseguirlo ha sido tomar tanto territorio de Ucrania que se pueda en nuestra línea del frente que mide 1.000 kilómetros”.
Asilo político en Alemania
Un día después de que se anunciara una movilización para reforzar el contingente militar desplegado en Ucrania, muchos ciudadanos han comenzado a huir: los pasajes de avión a muchos destinos están agotados o su precio se ha disparado y el tráfico terrestre hacia Finlandia, Georgia, Kazajistán y Mongolia se ha intensificado. La Comisión Europea ha reconocido este jueves que necesita una posición común sobre las peticiones de entrada de quienes huyen del país para eludir la movilización, mientras Alemania ha anunciado ya que dará la bienvenida a los reservistas rusos que deserten. “Quien sea que con coraje se oponga a Putin y, por lo tanto, se ponga a sí mismo en peligro grave, puede pedir asilo político en Alemania”, ha dicho la ministra del Interior, Nancy Faeser, en una entrevista.
También miles de ciudadanos han recibido ya la citación para comenzar el entrenamiento militar y, probablemente, ir destinados después a las líneas del frente en Ucrania. En Siberia (este), los medios rusos han informado de autobuses llenos de hombres que han partido en dirección a campos de entrenamiento, con imágenes que se repiten en otros puntos del país. El Kremlin, sin embargo, sostiene que son “muy exageradas” las noticias sobre la huida de ciudadanos del país.
La realidad es que Rusia amenaza con avanzar más en Ucrania si Occidente envía armas de mayor alcance, y ha calificado de «fantasía» la posibilidad de regresar a las líneas divisorias previas a la invasión. Pero también es cierto que Ucrania recibirá pronto lanzamisiles de corta distancia, más sofisticados que los utilizados hasta ahora. Y Rusia ya ha respondido que cuanto mayor sea el alcance de esas armas, más alejarán de su territorio las líneas desde las que Ucrania pueda amenazarlos. Lo cual no pinta un horizonte o destino de paz. Sigue, pues, la guerra. Y no se sabe por cuánto tiempo.
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