Por Adalberto Roque | AFP – Hace 3 horasCon la muerte de Laura Pollán Toledo, ocurrida el viernes en La Habana tras una semana de gravedad, las Damas de Blanco pierden a su principal líder y el centro de operaciones, en que se constituyó su casa desde 2003.
Pollán, diabética e hipertensa de 63 años, fue ingresada el viernes pasado en el hospital Calixto García, donde falleció de un paro cardíaco tras recibir un tratamiento de urgencia en la sala de cuidados intensivos.
Los médicos le habían diagnosticado una insuficiencia respiratoria agravada por el agresivo Virus Respiratorio Sincitial (VRS) y dengue, que obligaron a entubarla y practicarle una traqueotomía.
Rubia, de piel muy blanca y estatura baja, Pollán fue profesora de Español y Literatura en la enseñanza media, lo que le valía para un hablar pausado, pero beligerante. Se casó con Héctor Maseda (68 años) en segundas nupcias en 1992, a los 44 años de edad.
El matrimonio no tuvo hijos, debido a la edad, pero la familia se constituyó con Laurita Labrada, hija del primer casamiento de Laura, y cuatro hijos de Maseda, un ingeniero eléctrico que trabajó en el ministerio de Relaciones Exteriores cubano y como investigador electrónico, hasta que devino disidente en 1990.
Junto a otros 74 opositores, Maseda fue detenido en 2003 por sus actividades y condenado a 20 años de prisión. Fue entonces cuando Laura abandona sus actividades docentes y funda con Berta Soler y otras esposas de los 75 las Damas de Blanco, conocidas así por su ropa de ese color.
Con gladiolos rosados en las manos y vestidas de blanco, las Damas realizaron numerosas marchas por La Habana reclamando la liberación de sus esposos, en las cuales tuvieron que enfrentarse a acosos y contramarchas de partidarios del Gobierno, así como breves detenciones.
Su casa de la calle Neptuno, en el barrio Centro Habana, se convirtió en el cuartel general de las Damas, donde realizaron reuniones, tés literarios y salían a sus marchas, sobre todo en la 5ta avenida del barrio Miramar, tras asistir a misa en la iglesia Santa Rita.
Por su actividad, las Damas recibieron el Premio Sajarov del Parlamento Europeo a los Derechos Humanos en 2005 y en 2006 fueron distinguidas con el premio Human Rights First.
En abril de 2009, el acoso de los partidarios se incrementó y el cardenal Jaime Ortega intercedió por ellas ante el presidente Raúl Castro, comenzando un inédito diálogo que llevó a la excarcelación de 52 detenidos de los 75 que aún permanecían en prisión, entre ellos Maseda. Tras la excarcelación y salida a España de 40 de los presos con sus familiares, las diezmadas filas de las Damas de Blanco se nutrieron de las "acompañantes", familiares de otros presos o simpatizantes de su causa.
El Gobierno las denomina "punta de lanza" de una subversión en la isla y las acusa de "mercenarias" de Estados Unidos.
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