PABLO ORDAZ / EFE Roma / Kiev 8 FEB 2012 - 11:33 CET
La ola de frío que atenaza Italia desde hace días ha causado ya 40 muertos, 11 solo en la jornada del martes. La emergencia ha dejado al descubierto la escasa preparación del país y de su infraestructura de protección civil. El mal tiempo está dando una tregua en el norte y el centro del país, donde se han abierto las escuelas, que como en Roma permanecían cerradas desde el pasado viernes, pero se teme que la situación vuelva a empeorar durante el fin de semana.
Lo que preocupa es también hacer frente a la emergencia energética desencadenada por la reducción, en un 18%, del flujo del combustible que habitualmente llega desde Rusia y el aumento del consumo provocado por las bajísimas temperaturas. El Gobierno italiano, con la bendición de la Unión Europea, está empezando a poner en marcha varias medidas de choque, entre las que destaca un aumento de la importación de gas argelino, la utilización de petróleo para hacer funcionar las centrales eléctricas y –en una decisión polémica—la reducción del suministro a las empresas en beneficio de los particulares. A pesar de la crisis, Mario Monti prefiere una fábrica parada a una familia tiritando.
La decisión, a la que ya se han opuesto los industriales, radica en una cláusula –suscrita por muchas industrias con ENI, la empresa de energía italiana—según la cual tienen derecho a un gas más barato con la condición de admitir recortes del suministro en momentos de escasez. Ese tipo de situaciones que solo se dan una vez cada 25 años. Y tocaba ahora. El caso es que, según el comisario europeo para la Energía, Günter Ottinger, las medidas que está tomando el Gobierno de Monti son por el momento suficientes para afrontar el temporal y no hace falta que la UE adopte otras más drásticas. Italia lleva desde hace días en medio de un gran colapso provocado en parte por la nieve y en parte por la desorganización. El ejemplo más ridículo es el que protagoniza a diario el alcalde de Roma, Gianni Alemanno, que va de televisión en televisión acusando del colapso de la ciudad a la falta de previsión de Protección Civil mientras los romanos se las ven y se las desean.
Ante los acusaciones cruzadas entre algunos de sus ministros y el alcalde de Roma, el propio Mario Monti ha tenido que salir a defender la labor de Protección Civil y del Ejército, a pedir calma y a advertir: “No es tiempo para la polémica. Otro frente frío golpeará el país durante el fin de semana”. La relativa paz política que se había concitado alrededor del trabajo de Monti para intentar sacar al país de la crisis se ha despertado con el frío. El PDL –el partido de Silvio Berlusconi—se ha situado al lado del alcalde de Roma y piden que el funcionamiento y las atribuciones de Protección Civil sean revisadas, mientras la mayoría observa cómo la gran nevada ha vuelto a dejar claro que Italia, en lo público, es un país cogido con alfileres.
Este miércoles continuarán las reuniones del Comité de Emergencia, formado por los representantes de varios ministerios, las compañías de energía y de servicios y Ferrocarriles del Estado, ha informado el ministro de Medioambiente, Corrado Clini. Clini ha explicado que todo está bajo control y que "el suministro de gas para uso doméstico afortunadamente no tendrá problemas".
El Ministerio de Desarrollo informó en un comunicado de que por el momento no habrá cortes en el suministro a algunas fábricas ya que "aunque se ha reducido la disponibilidad de gas desde Rusia y Libia y el consumo ha alcanzado récords históricos (unos 460 millones de metros cúbicos al día), se han aumentado las importaciones desde el norte de Europa y Argelia".
Rusia reduce en más del 10% el bombeo de gas, según Ucrania
Rusia bombea 450 millones de metros cúbicos diarios de gas por el gasoducto que va a Europa a través del territorio ucraniano, 60 millones de metros cúbicos menos de los 510 contratados, un 11% menos, según ha informado este miércoles el ministro ucraniano de Energía, Yoru Boiko.
"Dado el inusual frío que hace en Rusia, a nuestras fronteras occidentales (las que unen Ucrania con la Unión Europea) llega menos gas del contratado. Se consume mucho gas en Rusia. Así, si hoy deberíamos disponer de 510 millones de metros cúbicos apenas tenemos 450", ha señalado Boiko.
El vicepresidente de Gazprom, Alexandr Medvédev, aseguró ayer martes que prácticamente la totalidad de la demanda europea ha sido y está siendo satisfecha por el consorcio, a excepción de la primera semana de febrero, cuando en algunos casos las solicitudes superaron en un 50 por ciento lo estipulado en los contratos.
En el caso de Italia, Gazprom se lavó las manos y aseguró que las reducciones denunciadas por los clientes del país transalpino, que llegaron según ellos al 30 por ciento en días puntuales, no fueron responsabilidad del consorcio ruso al insinuar que el hidrocarburo fue retirado del gasoducto por Ucrania.
Las quejas de Italia coincidieron con los días más crudos de la ola de frío polar que recorría toda Europa, incluida Ucrania, a la que afectó con especial virulencia y cuyo primer ministro, Nikolái Azárov, reconocía que "en sólo tres días" su país había quemado "1.000 millones de metros cúbicos" de gas.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario