RICARD GONZÁLEZ El Cairo
Las redes sociales egipcias aún echan humo tras el comentario impertinente y machista que el ministro de Información, Salah Abdel Maqsud, le dedicó a una periodista libanesa al inicio de una entrevista televisiva retransmitida en directo por una emisora de Dubai. “Espero que las preguntas no sean tan calientes como tú”, espetó Maqsud, un prominente líder de los Hermanos Musulmanes, el histórico partido islamista egipcio.
En estado de visible estupefacción, la reportera, Zina al-Jarhi, le aclaró que “mis preguntas son calientes, pero yo soy fría”. La situación desencadenó un verdadero escándalo en Internet, y el ministro egipcio fue acusado de “acoso verbal”. No obstante, Maqsud enseguida salió al paso de las críticas, y afirmó que sus palabras se habían malinterpretado. Su comentario no se habría referido al cuerpo de la presentadora, sino a sus opiniones políticas.
La propia al-Jarhi trató de zanjar la polémica a través de un comunicado en la página web de su programa de televisión, “La calle árabe”, y negó que el piropo constituyera un ejemplo de acoso sexual. “Ni yo ni el equipo del programa dudamos por un momento que se produjo un malentendido, y que el ministro no utilizó la frase con malas intenciones”, reza la nota de la periodista, que considera que el asunto se ha sobredimensionado.
Sin embargo, esta no es la opinión de muchos internautas, que han fustigado al ministro y a la Hermadad, su conservador movimiento político, por su actitud hipócrita. “Los Hermanos Musulmanes siempre están dando lecciones de moral religiosa, pero deciden qué acciones son morales siempre según su propia conveniencia ... ¿cómo le puede decir a una mujer que está caliente y no ser error?”, se pregunta un internauta anónimo en la página web del diario Al Ahram.
El incidente ha suscitado numerosas burlas, que se añaden a las que también recibió el presidente egipcio Mohamed Morsi después de que las cámaras captaran cómo se “ajustaba los pantalones” mientras celebraba una entrevista bilateral con la primera ministra autraliana, Julia Gillard. El encuentro tuvo lugar en Nueva York, donde se desplazó el raïs islamista para asistir a la cumbre anual de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Desde su nombramiento hace un par de meses, Maqsud ha sido objeto de duras críticas. El ministro es uno de los cuatro miembros de los Hermanos Musulmanes que forman parte del ejecutivo presidido por Hisham Kandil, y se le acusa de llevar a cabo una campaña para situar a los medios de comunicación bajo el control de la Hermandad. Por ejemplo, fue decisión suya que a principios del mes pasado apareciera en la televisión pública egipcia la primera presentadora velada, Fatma Nabil.
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