Por Miguel Medina | AFP
Violentos combates entre rebeldes y soldados tuvieron lugar el lunes en el zoco histórico de Alepo, en Siria, donde también murieron 21 civiles, incluyendo ocho menores, en bombardeos del ejército en la provincia de Idleb (noroeste), según fuentes opositoras.
Los enfrentamientos en Alepo opusieron durante horas a insurgentes atrincherados en una parte del mercado de la ciudadela y soldados leales al presidente sirio Bashar al Asad ubicados en el exterior.
El zoco, que figura en el patrimonio mundial de la humanidad de la UNESCO, estaba desierto desde el sábado pasado, día en que fue destruido parcialmente por un incendio, cuando los rebeldes trataron de penetrar en esta zona controlada por el ejército, provocando enfrentamientos con ametralladoras pesadas.
En la provincia de Idleb (noroeste), al menos 21 civiles, entre ellos ocho menores de 18 años, murieron este lunes en incursiones aéreas llevadas a cabo por el ejército sirio contra Salqine, indicó el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña.
El OSDH también indicó que rebeldes sirios mataron al menos a 18 soldados tras tenderles una emboscada este lunes en la provincia de Homs (centro).
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió este lunes al régimen sirio, durante una reunión en Nueva York con su ministro de Relaciones Exteriores, Walid Muallem, que muestre "compasión por su propio pueblo".
Ban condenó "en los términos más firmes" ante Muallem la continuación de la violencia y de las violaciones de los derechos humanos en Siria, según su portavoz, Martin Nesirky.
En un discurso ante la Asamblea General de la ONU, Muallem acusó el lunes a Estados Unidos, Francia, Turquía, Catar y Arabia Saudita de "alentar y apoyar el terrorismo en Siria".
Por su parte, Ban Ki-moon advirtió nuevamente este lunes a Damasco contra la tentación de utilizar su arsenal de armas químicas y afirmó a la prensa que tendría "consecuencias muy negativas".
En una entrevista con el canal árabe Al Mayadeen en Nueva York, antes de hablar ante la Asamblea General de la ONU, el canciller sirio acusó a Estados Unidos de querer repetir el plan que llevó al derrocamiento de Sadam Husein en Irak en 2003, usando como pretexto la presencia de armas químicas en Siria.
En aquel entonces, Estados Unidos había afirmado que Bagdad tenía armas de destrucción masiva para justificar la invasión de Irak en marzo de 2003, pero este argumento resultó ser falso.
En julio pasado, el régimen sirio, tras afirmar que disponía de armas químicas, pero que sólo las utilizaría en caso de "agresión extranjera" y no contra sus "propios ciudadanos", había matizado estas declaraciones, sosteniendo que "esas armas, si existen, es natural que sean guardadas, y en toda seguridad".
La semana pasada, Leon Panetta, secretario de Defensa de Estados Unidos, país que se muestra reticente ante una posible intervención militar en Siria, dijo que el régimen sirio trasladó algunas armas químicas para protegerlas, en medio del enfrentamiento con las fuerzas rebeldes. No obstante, agregó, los principales depósitos se mantienen seguros.
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