lunes, 19 de noviembre de 2012

Obama respalda las reformas birmanas, pero advierte de que son «solo el principio»



Histórico viaje del presidente de Estados Unidos para apoyar la apertura democrática en este país del Sureste Asiático tras décadas de dictadura militar

PABLO M. DÍEZ / CORRESPONSAL EN PEKÍN
Día 19/11/2012 - 15.06h

AFP


“Cuando tomé posesión del cargo, envié un mensaje a aquellos gobiernos que se imponen por el miedo: tenderé mi mano si estáis dispuestos a liberar vuestro puño. Hoy he venido a cumplir mi promesa y tiendo mi mano de amistad”. Con un discurso histórico en laUniversidad de Yangón (Rangún), este lunes Barack Obama se ha convertido en el primer presidente de Estados Unidos en visitar Birmania, un país dirigido por un régimen militar que hace sólo dos años estaba enfrentado a la Casa Blanca y era un paria internacional.

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Obama y Hillary, descalzos en una pagoda

Desde entonces, esta bella pero paupérrima nación del Sureste Asiático ha emprendido un impensable viaje hacia la apertura y la democracia que se ha visto recompensado por el levantamiento de las sanciones que pesaban sobre ella. Apoyando dicho proceso, Obama ha aprovechado su primera gira internacional tras su reelección para efectuar una corta pero intensa visita a Birmania. Aunque sólo ha pasado unas seis horas en Rangún, la antigua capital, le ha dado tiempo a entrevistarse con el presidente Thein Sein y con Aung San Suu Kyi, la premio Nobel de la Paz que, hasta su liberación en noviembre de 2010, se había pasado 15 de los últimos 22 años bajo arresto domiciliario.

“Los Estados Unidos de América están con vosotros”, le dijo el inquilino de la Casa Blanca a los estudiantes que acudieron a su discurso, a los que animó a seguir luchando por la libertad. “En vez de ser reprimido, el derecho de la gente a reunirse debe ser ahora respetado íntegramente y el velo de la censura sobre los medios ha de ser levantado”, recomendó Obama, para quien el viaje de Birmania a la democracia “acaba de empezar”. En su alocución, emitida por la televisión, insistió en que “los atisbos de progreso que hemos visto no deben extinguirse ahora” y apeló a “aquellos en el poder a aceptar sus restricciones”.

«Oportunidades de increíble desarrollo»

Ante el presidente Thein Sein, alabó que “el proceso de reforma democrática y económica que acaba de empezar puede llevar al país a oportunidades de increíble desarrollo”. Para complacer a las autoridades, Obama utilizó el nombre oficial establecido por los militares, Myanmar, en lugar de Birmania, el término histórico preferido por la oposición democrática.

Obama ha premiado la apertura de Birmania con un fondo de ayuda humanitariaTras ser aclamado por decenas de miles de personas en las calles de Rangún, el presidente de EE.UU. se ha reunido con su “heroína”, Aung San Suu Kyi, en la casa donde ha pasado buena parte de su vida confinado por su cruzada a favor de la democracia. “El momento más difícil de cualquier transición es cuando pensamos que el éxito está a la vista. Entonces debemos tener mucho cuidado para no dejarnos cegar por el espejismo del éxito”, advirtió “La Dama”, como es popularmente conocida la venerada política.

Con el fin de que este proceso no descarrile, Obama ha premiado la apertura de Birmania con un fondo de ayuda humanitaria, pero también seguirá presionando por la liberación de los presos políticos que aún quedan en el país y el fin de la persecución de la etnia Rohingya en el estado occidental de Rakhine, donde más de 110.000 musulmanes han tenido que huir por sus violentos enfrentamientos con la mayoría budista.

Dos amnistías

Como gesto de buena voluntad, el presidente Thein Sein ha anunciado dos amnistías, de 452 y 66 presos, durante los últimos días, pero no está claro si entre ellos hay prisioneros políticos. A pesar de estas liberaciones, el partido de Aung San Suu Kyi denuncia que aún quedan entre rejas unos 330 presos de conciencia.

Birmania está dirigida con puño de hierro por un régimen militar desde 1962Dirigida con puño de hierro por un régimen militar desde 1962, esta paupérrima nación del Sureste Asiático empezó a abrirse tras las elecciones celebradas en el otoño de 2010. Aunque dichos comicios no fueron más que un “pucherazo” que sentó en un Gobierno civil a los antiguos generales de la Junta militar, su presidente, Thein Sein, ha liberado a cientos de presos políticos y ha relajado la represión y la censura, iniciando así una progresiva transición democrática.

Buena prueba de ello fue la puesta en libertad de Aung San Suu Kyi, que tuvo lugar poco después de aquellos comicios, y su elección el pasado mes de abril como diputada del Parlamento nacional. En apenas dos años, “La Dama” ha pasado de ser una prisionera política recluida en su casa de Rangún a participar abiertamente en mítines políticos.

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Obama, durante su discurso en la Universidad de Rangún

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