miércoles, 5 de diciembre de 2012

Compras aceleradas de armas: la silenciosa ofensiva peruana

Según reciente informe del Comité de Desarme y Seguridad Internacional de la ONU

El documento revela que “Perú se ha visto en la necesidad de fortalecer su aparato militar, en primera medida por grupos ilegales y el narcotráfico, y en segunda medida debido al rearme de sus vecinos”. En días previos al inicio de los alegatos que comenzaron en La Haya, el Ejército peruano anunció el reemplazo de sus 380 tanques y vehículos blindados. Semanas antes, Lima anunciaba el carácter secreto que tendrán las compras de armamentos.

por EL MOSTRADOR

Se ha instalado en el inconsciente colectivo sudamericano que Chile es el país que más compra armas y se le reconoce la calidad del moderno arsenal que ostentan sus fuerzas armadas nacionales. Uno de los principales denunciantes del poderío bélico nacional es Perú, que incluso impulsó una mediática campaña internacional para denunciar la “carrera armamentista de Chile”, denuncia que fue acogida en parte por la Unasur.

De hecho ya en 2009, el entonces presidente del Consejo de Ministros de Perú, Yehude Simon, afirmó que su país estaba en “desventaja total” en materia defensiva frente a sus vecinos y lamentó que en la región no se haya tomado en cuenta la propuesta peruana de reducir gastos de defensa para destinar más recursos a programas sociales.

“Necesitamos no entrar en una carrera armamentista, pero sí necesitamos equilibrarnos en algo, ya que estamos en una desventaja total frente a cualquier problema con cualquier vecino, no estoy hablando de Chile”, expresó Simon en declaraciones a la radio RPP.

Pero, recientemente el informe “DISEC 2012 Guía Académica del Comité de Desarme y Seguridad Internacional”, dependiente de Naciones Unidas, resaltó en el capítulo referido a Latinoamérica: “Perú ha sido uno de los países que levantaron su voz en contra del armamentismo latinoamericano, llamando a la cordura y en búsqueda de la paz.

Sin embargo, Perú mantiene un conflicto vigente con Chile por los límites marítimos, el cual no se encuentra definido desde la guerra de 1879-1883. Asimismo Perú se ha visto en la necesidad de fortalecer su aparato militar, en primera medida por grupos ilegales y el narcotráfico, y en segunda medida debido al rearme de sus vecinos. El gobierno peruano viene impulsando una campaña contra el desarme y un pacto de no agresión desde 2009”.


HACER FRENTE A LA AMENAZA EXTERNA


El pasado 28 de noviembre, el prestigioso diario La República de Perú, publicó: “Ejército pide reemplazar 380 tanques y blindados fabricados hace 40 años”.

La información limeña señala que “los rusos han propuesto al Ejército peruano el tanque T-90S, una máquina cuya tecnología resulta familiar a los tanquistas nacionales.

Todos estos anuncios solamente tienen como fin —según los propios analistas peruanos— poder acortar la brecha y buscar equiparar el poder de fuego con las fuerzas chilenas, preocupación que se instaló en Lima casi inmediatamente después de la presentación de la demanda ante La Haya. En este sentido, la primera prioridad fue reacondicionar a la Fuerza Aérea peruana, proyecto que llevó a empresas ucranianas a instalarse en el vecino país para poder tener a lo menos el 50 % de las naves operativas ante cualquier eventualidad.

Estados Unidos, Holanda y España ofrecen tanques de segundo uso. La Federación Rusa y Ucrania, por su parte, proponen máquinas nuevas en lugar de los T-55, considerados 100 por ciento obsoletos, según la Comandancia General del Ejército”.

La preocupación peruana es la amenaza externa (Chile). Así lo establece la información que tiene como fuente oficial un informe de la Comandancia General del Ejército del Perú: “Ante la eventualidad de ‘hacer frente a la amenaza externa determinada’, señala el informe, la Infantería Blindada peruana, tal como está podría ser superada con facilidad, ya que sólo contaría con 69 tanques T-55 y 34 vehículos blindados M113A1. Es decir, el 27 por ciento de su fuerza original de tanques y vehículos blindados. Por esta razón, la Comandancia General del Ejército ha requerido sustituir los 380 vehículos con que dispone la Infantería Blindada”.

“La Comandancia General del Ejército reportó oficialmente al Ministerio de Defensa que de la totalidad de 249 tanques rusos T-55 que componen la Infantería Blindada del Perú, sólo el 28 por ciento se encuentra en condición de operativo y el 100 por ciento sufre de obsolescencia técnica”.

De acuerdo a la información de La República, el gobierno de Holanda ha ofrecido al Ejército peruano 80 tanques de segundo uso Leopard 2A6, iguales a los que tiene Chile. Pide por cada uno 2 millones de euros (US$ 2 millones 587 mil 800), lo que hace un total de US$ 206.9 millones. Similar oferta ha hecho España por un grupo de 54 blindados iguales a los chilenos.

Lo más curioso de la oferta holandesa es que “la oferta es bajo la condición ‘tal como está, donde está’; lo que quiere decir que Holanda “no reemplazaría cualquier parte faltante, tampoco efectuaría cualquier tipo de mantenimiento ni reparaciones”, del Leopard 2A6.

Perú, desde 2011, viene intensificando sus contactos para modernizar su arsenal. Recientemente viajó a España el comandante general del Ejército, general Ricardo Moncada Novoa junto al ministro de Defensa, Pedro Cateriano, donde pudieron ver el estado de los 54 tanques Leopard 2A4 que podrían comprar. También probaron el avión de combate Eurofighter.

En octubre pasado los astilleros de la Marina de Guerra del Perú, anunciaron la construcción de naves mayores, proyecto que fue anunciado por el propio Presidente Humala. Durante ese mismo mes Lima anunciaba que daría carácter de secretas a las compras de armas para “protegerlas del narcoterrorismo”, ya que el nuevo material que se compra estaría destinado a las unidades de élite de las FF.AA. peruanas que mantienen constantes enfrentamientos con Sendero Luminoso en la denominada zona VRAE (Valle de los Ríos Apurímac, Ene).

Pero todos estos anuncios sólo tienen como fin —según los propios analistas peruanos— poder acortar la brecha y buscar equiparar el poder de fuego con las fuerzas chilenas, preocupación que se instaló en Lima casi inmediatamente después de la presentación de la demanda ante La Haya. En este sentido, la primera prioridad fue reacondicionar a la Fuerza Aérea peruana, proyecto que llevó a empresas ucranianas a instalarse en el vecino país para poder tener a lo menos el 50 % de las naves operativas ante cualquier eventualidad. En tanto, la Marina de Guerra optó por dejar a punto su fuerza de submarinos compuesta por 6 unidades de la clase 209 (alemanes) y mejorar el poder de fuego de las 8 fragatas misileras italianas Lupo, con un promedio de servicio de 25 años.

CHILE QUIERE SER ACTOR MUNDIAL


Pero el informe DISEC 2012, también se refiere a Chile, reafirmando que nuestro país lidera la compra de equipos militares: “Chile es el país que encabeza la compra de armas de primer nivel en la región, y este justifica sus compras señalando que corresponden a proceso de modernización o renovación del sistema de defensa. Entre su arsenal militar se encuentran aviones F-16, tanques Leopard 1 y Leopard 2, plataformas fijas y móviles para el lanzamiento de misiles tierra-aire de gran alcance, transportes blindados de tropas sobre orugas Marder A3, aviones C-295 de patrulla aeromarítima, buques de Patrulla de Zona Marítima (PZM), submarinos Scorpene, cañones autopropulsados M109, fragatas, helicópteros Bell 412, blindados de combate M-113, YPR-765, entre otros. Para muchos Chile ya había empezado una carrera armamentista desde que Pinochet estaba en el poder. Chile al ser un país modelo en lo económico y en lo político en la región ha querido convertirse en un actor mundial, y se ha valido de la adquisición de armamento para tal fin”.

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