Un marine vigila las calles de la ciudad de Veracruz
Enrique Peña Nieto les reitera a los militares que «deberán ser escrupulosamente respetuosos de los derechos humanos»
MANUEL M. CASCANTE / CORRESPONSAL EN CIUDAD DE MÉXICO
Día 06/12/2012 - 03.44h
Las Fuerzas Armadas continuarán al frente de la lucha contra la delincuencia organizada hasta que se implementen las políticas de seguridad y justicia planificadas por el nuevo presidente de México, Enrique Peña Nieto. A partir de ese momento comenzará su retorno a los cuarteles.
«En tanto que se aplica la nueva política de Estado por la seguridad y la justicia que permita su gradual regreso a los cuarteles, las Fuerzas Armadas continuarán en labores de seguridad al servicio de los mexicanos», anunció el mandatario. Como ya dijera en el primer desfile militar que presidió tras juramentar su cargo, Peña Nieto recordó que la misión del Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina es lograr un México en paz, pero «en esta labor deberán ser escrupulosamente respetuosos con los derechos humanos».
En presencia de los recién nombrados ministros de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, y de Marina, Vidal Francisco Soberón, Peña Nieto se comprometió a premiar «a quienes están dispuestos a dar la vida para defender la nación» y a dotarles de más y mejores medios. El Gobierno «contribuirá al incesante y sistemático proceso de evolución de nuestras Fuerzas Armadas» mediante una mayor inversión en ellas.
La seguridad es el principal motor de la agenda del Ejecutivo. En su discurso de investidura, Peña Nieto enumeraba trece acciones de gobierno al frente de las cuales situó un programa transversal de prevención del delito que trabajará para combatir adicciones, rescatar espacios públicos y activar programas productivos. «Estoy convencido que el delito no sólo se combate con la fuerza. Es imprescindible que el Estado emprenda un esfuerzo integral para reconstruir el tejido social», dijo al anunciar que había instruido a Hacienda, Gobernación, Desarrollo Social, Educación y Salud para que activaran dicho programa.
Del mismo modo, el Pacto por México suscrito por los tres principales partidos del país define uno de sus cinco objetivos como «lograr la seguridad y la justicia; es decir, hacer realidad el anhelo y derecho de los mexicanos de vivir en un entorno de paz y de tranquilidad. Para ello trabajaremos con estrategia con una coordinación entre los órdenes de gobierno a fin de combatir la impunidad. No habrá seguridad mientras no haya justicia».
Durante el primer semestre del año entrante se presentarán ante el Congreso las iniciativas correspondientes a la creación de la Gendarmería Nacional, que coordinará a las policías estatales, y a la instauración de un Código Penal y otro de Procedimientos Penales que unifique las 33 legislaciones vigentes.
Según el Centro de Análisis de Políticas Públicas México Evalúa, el sexenio presidencial de Felipe Calderón, caracterizado por la «guerra contra el narcotráfico», se saldó con 101.199 homicidios dolosos. Aproximadamente la mitad de los mismos están asociados al crimen organizado.
Según la Secretaría de Defensa, desde 2006 han desertado 43.827 soldados de distintos rangos, una quinta parte del total de efectivos del Ejército. Sin embargo, esta cantidad es menos de la mitad de cuantos abandonaron la milicia en el sexenio anterior. En total, las Fuerzas Armadas mexicanas cuentan con un cuarto de millón de uniformados. Y medio millón son los que integran las policías municipales, estatales y federal.
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