La canciller alemana recibe al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. / MICHAEL SOHN (EFE)
La Unión Europea convoca al embajador de Israel para protestar contra los asentamientos
JUAN GÓMEZ Berlín
La cumbre germano-israelí comenzará el jueves con malos augurios, un día después de que la Unión Europea convocara al embajador de Israel para expresarle “las profundas preocupaciones” de Europa por la política de asentamientos del Gobierno de Benjamín Netanyahu. El primer ministro de Israel, que la noche del miércoles cenó en Berlín con la canciller Angela Merkel, se mostró indiferente ante estas críticas y lamentó. A su vez, la abstención de Alemania en la votación de Naciones Unidas que otorgó a Palestina el estatus de “Estado observador”. Netanyahu aseguró en República Checa que su país “hubiera esperado un no alemán” a la propuesta de elevar el estatus de los palestinos. Precisamente los checos fueron los únicos socios de la UE que se alineó con Israel y Estados Unidos para votar contra la propuesta, que al final ganó por enorme mayoría. Netanyahu le agradeció esta solidaridad al primer ministro checo Petr Nečas.
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Las fuertes tensiones entre Israel y Palestina, que hace pocas semanas desembocaron en una enésima escalada violenta, están empañando así la relación entre Alemania y el Estado judío. Netanyahu aseguró al diario conservador Die Welt que la abstención alemana había "hecho retroceder” el proceso de paz. Se dijo personalmente “decepcionado” con la canciller Merkel.
Netanyahu vino a Alemania acompañado de seis ministros de su Gobierno, para debatir con el Ejecutivo alemán sobre “sostenibilidad e investigación”. La apariencia trivial del tema debía demostrar la normalidad y fluidez de las relaciones entre ambos aliados, pero los últimos acontecimientos en Oriente Próximo permiten dudar que las conversaciones excluyan problemas políticos urgentes. Pero no sólo hay resquemor en el lado israelí. En Alemania hay cierto desagrado por la proximidad entre la visita y las elecciones parlamentarias israelíes dentro de seis semanas. Según el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, el gobierno de Merkel envió señales de “comprensión” para el caso de que Netanyahu quiera retrasar la cumbre anual hasta después de los comicios. En Jerusalén no han querido, lo cual se interpreta en Berlín como un intento israelí de transmitir a los votantes la sensación de que Netanyahu no está aislado internacionalmente pese a las muchas críticas.
Para mayor desconcierto, el ministro de Exteriores de Israel Avigdor Lieberman se descolgó del viaje en el último minuto sin explicaciones claras. Desde la Oposición socialdemócrata alemana se habla de “mal augurio” por su caída del cartel, que algunos medios atribuyen a “un resfriado”. Los otros dos partidos a la izquierda del arco parlamentario alemán, Los Verdes y Die Linke (La Izquierda) emplazaron a Merkel a “hablar claro” con Netanyahu sobre sus proyectos de construir más colonias en Cisjordania y sobre la reciente violencia en Gaza. El Gobierno de centro-derecha de Merkel ha protestado recientemente contra la construcción e 3.000 nuevas viviendas en la Cisjordania ocupada. También se ha pronunciado repetidamente a favor de la llamada “solución de dos Estados” para el conflicto entre Israel y Palestina. El ministro de Exteriores alemán Guido Westerwelle justificó la abstención en la ONU por sus “dudas” de que el paso de reconocer a Palestina como Estado observado vaya a contribuir al proceso. La fundación de un Estado palestino debe pasar por “acuerdos entre ambas partes” en conflicto.
La canciller Merkel ha repetido el principio alemán que su alianza con Israel y la defensa de Estado judío es “razón de Estado” para Alemania. En cancillería se habla de “diálogo entre amigos”. Merkel, como todos los jefes de Gobierno anteriores, ha insistido siempre en la “especial responsabilidad” de Alemania ante Israel y los judíos, como consecuencia del Holocausto. Hace dos semanas, cuando seguían los bombardeos en Gaza, Merkel dijo en el Bundestag (Cámara baja parlamentaria) que “Israel tiene derecho a defenderse”. No obstante, sus relaciones con Netanyahu son menos fluidas de lo que estaos declaraciones de apoyo permiten entrever.
Alemania se abstuvo entre una enorme mayoría de apoyos a Palestina en la ONU, muchos de ellos desde la Unión Europea. Israel esperaba que el peso pesado europeo lograra mover a otros socios como Francia o España a abstenerse también. Pero los socios votaron sí y Alemania se abstuvo de todos modos, en una expresión de autonomía y de crítica al Gobierno de Netanyahu. Será una reunión con posiciones enquistadas.
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