Imagen de la portada 'The New York Post'
La imagen abre un debate ético en EE UU sobre si las personas son insensibles cuando ven a alguien en peligro
CAROLINA GARCÍA Washington
Por desgracia, que una persona se caiga a las vías del metro y muera no es un episodio insólito en la ciudad de Nueva York, lo que sí es raro es que una foto capture los segundos anteriores al terrible suceso. Una imagen publicada esta semana en el diario The New York Post, tomada por un fotógrafo freelance mientras aguardaba en el andén y en la que se ve a un hombre asiático, identificado como Ki-Suck Han y residente del barrio de Queens, intentando escapar de una muerte segura, ha despertado las más duras críticas hacia la ética periodística que han llegado a definir a dicha instantánea como macabra e insensible.
El responsable de la fotografía, Umar Abbasi, ha defendido sus acciones en una entrevista: "Estoy siendo injustamente criticado por todos los medios de comunicación y la ciudadanía. Estaba de pie en el andén cuando vi la caída, nadie ayudó al hombre, es más todos empezaron a huir. Vi las luces del metro a lo lejos y fue cuando empecé a disparar flashes para advertir al conductor". Lo hizo hasta 49 veces. Pasaron tan solo unos 10 segundos, antes de que el sujeto fuera atropellado. “Si hubiera podido, le hubiera ayudado", ha añadido Abbasi a The New York Times.
El conductor del convoy ha ratificado la versión del fotógrafo: "Vi las luces e intenté parar, pero no pude". El autor de la imagen, colaborador para The New York Post, dejó todo el material al periódico y "no fue decisión mía publicar la imagen”, ha reiterado. "Cada vez que cierro los ojos veo cómo muere, no me importa la foto", se ha lamentado Abbasi. Cuando se le ha preguntado a Raymond Kelly, comisario de la policía de Nueva York, por la decisión del fotógrafo de tomar la instantánea, Kelly ha sido claro: "Yo no estaba allí, no puedo juzgar. No sé lo rápido que venía el tren".
En la foto de Abbasi, también se pueden ver a varios testigos reunidos en el otro extremo del andén agitando las manos para que el metro redujera la velocidad, no lo consiguieron. La pregunta que muchos se hacen ahora, pasado el accidente, es si nadie tuvo la fuerza suficiente para tirar de Han y salvarle la vida.
El sospechoso de empujar a la víctima a las vías ha sido detenido este martes tras varias horas de búsqueda alrededor de la estación, en los coches aparcados en los aledaños y después de que la policía interrogara a diversos testigos que presenciaron la terrible escena. "El detenido, de origen africano, vendedor ambulante y con antecedentes penales, ha reconocido el crimen y se hallaba trabajando en el momento de su arresto", ha declarado un portavoz del Departamento de Policía al mismo diario. "No creo que esta persona sea un loco que se dedica a tirar a gente a las vías del tren. Más bien, el episodio sucedió tras una discusión entre ambos", ha terminado el oficial.
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