RELEVO EN EL EJÉRCITO En una ceremonia inédita, Peña Nieto recibe el mando de las fuerzas armadas. En la imagen, el presidente saliente, Felipe Calderón, le entrega a Peña Nieto una bandera mexicana / AP
El equipo reúne a colaboradores del presidente en el Estado de México y en campaña
SALVADOR CAMARENA México
El regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia de México será de la mano de un gabinete que combina viejos conocidos de la política de este país, como Emilio Chuayffet y Pedro Joaquín Coldwell, con colaboradores, tanto en el gobierno del Estado de México como en la campaña electoral, de Enrique Peña Nieto.
El gobierno de quien este sábado toma el poder descansa en dos pilares. En la secretaría de Gobernación, que asumirá la coordinación del gabinete y de las labores policíacas, fue nombrado Miguel Ángel Osorio Chong, ex gobernador del modesto estado de Hidalgo y uno de los primeros políticos que desde hace varios años se jugó su capital por el hoy presidente. El segundo pilar es Luis Videgaray quien será el nuevo secretario de Hacienda y Crédito Público.
En un hotel del barrio de Polanco, al filo de las 15.00 del viernes, Osorio Chong ha dado lectura a los nombramientos. El listado confirma la fortaleza de Videgaray, pues dos de sus más cercanos colaboradores ocuparán importantes despachos: Petróleos Mexicanos (Emilio Lozoya Austin) y la jefatura de la Oficina de la Presidencia (Aurelio Nuño Mayer). Lo mismo ocurre con el nuevo secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, viejo amigo de Videgaray y hasta este viernes secretario de Hacienda.
Por su parte, del llamado grupo Hidalgo (Estado del que es oriundo Osorio Chong), el hoy diputado Jesús Murillo Karam será propuesto como Procurador General de la República (fiscalía).
De entre los nombramientos destaca el retorno a la primera fila de la política de Emilio Chuayffet Chemor, exgobernador del Estado de México y exsecretario de Gobernación en el equipo de Ernesto Zedillo (1994-2000). Chuayffet Chemor será designado secretario de Educación Pública, lo cual es un claro mensaje de hostilidad a la poderosa líder del sindicato magisterial Elba Esther Gordillo, quien hace diez años, cuando ambos eran diputados, perdió una pugna contra el mexiquense, lo que incluso la llevó a salir del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Los otros nombramientos son: Secretario de Defensa Nacional General Salvador Cienfuegos Zepeda, de Marina Almirante Vidal Soberón Sanzs, de Desarrollo Social la ex jefa de gobierno del Distrito Federal Rosario Robles, de Medio Ambiente y Recursos Naturales Juan José Guerra, de Energía Pedro Joaquín Coldwell (hasta ayer presidente nacional del PRI), de Economía Idelfonso Guajardo Villarreal, en Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación estará el ex gobernador de Coahuila Enrique Martínez y Martínez, en Comunicaciones y Transporte Gerardo Ruiz Esparza, de Salud Mercedes Juan López, en Trabajo Alfonso Navarrete Prida, de Reforma Agraria Jorge Carlos Ramírez Marín, de Turismo Claudia Ruiz Massieu y Comisión Federal de Electricidad Francisco Rojas.
El gabinete, sin embargo, comienza con dos nombramientos provisionales. A pesar de que solicitó al Congreso modificar la estructura del gobierno, que entre otras cosas supone desaparecer la polémica Secretaría de Seguridad Pública y la de la Función Pública, la iniciativa se atascó porque los senadores del Partido Acción Nacional y de la Revolución Democrática condicionaron los cambios a que se obligue al presidente a someter al Congreso la ratificación de los jefes policíacos, así como un esquema donde comparezcan cada tres meses para evaluar su desempeño. Por ello, Peña Nieto tuvo que nombrar a Manuel Mondragón y Kalb, hasta hoy jefe de la policía de la Ciudad de México, como encargado provisional de la feneciente Secretaría de Seguridad Pública, y a Julián Olivas Ugalde, que se encargará de la también condenada a morir Secretaría de Función Pública.
El gabinete dado a conocer confirma que Peña Nieto tuvo problemas para incorporar a más mujeres en su alineación de arranque de gobierno. De entre las que sí llegaron destaca Rosario Robles, quien no solo fue alcaldesa de izquierda en la capital mexicana (1999- 2000), sino que además dirigió hace diez años el partido de la Revolución Democrática, del que salió en medio de un escándalo de corrupción protagonizado por su entonces pareja sentimental. Robles venía colaborando con el nuevo presidente de tiempo atrás, tanto que fue parte del grupo de transición dado a conocer por Peña Nieto en septiempre, por lo que su nombramiento no constituye del todo una sorpresa, aunque eso sí, la función que le ha sido encomendada --combatir la pobreza y la desigualdad-- es una de las que en México se considera que construye candidaturas presidenciales.
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