Imagen de un vídeo hecho público el año pasado donde aparecen miembros del grupo terrorista nigeriano Ansaru
El número de rehenes de esa nacionalidad casi se ha doblado desde que París desplegó a sus tropas a mediados de enero
LUIS DE VEGA / MADRID
Día 20/02/2013 - 12.01h
Francia no puso en ningún momento en la balanza de intereses, al menos en la esfera pública, la presencia de ocho de sus nacionales secuestrados por terroristas en la misma zona donde ordenó a mediados de enero el despliegue de sus tropas para ayudar al Ejército y las autoridades de Malí a recuperar el control del país.
Sabía que la conocida como Operación Serval multiplicaba el riesgo de esos secuestrados, algunos en manos de sus captores desde hace más de dos años, pero pensaba que había que llevarla a cabo -con o sin ayuda de Occidente- para frenar el ascenso de diferentes grupos armados y terroristas.
De inmediato se multiplicaron las amenazas contra intereses y ciudadanos franceses y este martes el Gobierno del presidente François Hollande reconoció que otros siete, un grupo de turistas de la misma familia entre los que hay cuatro niños, han sido secuestrados en las últimas horas en una operación llevada a cabo por hombres armados en una zona de Camerún cercana a la frontera con Nigeria, de donde venían los asaltantes, según París.
«Han sido capturados por un grupo terrorista al que conocemos y que se encuentra en Nigeria», dijo Hollande durante un viaje a Grecia. Radio France Internacional informó de que los atacantes iban en motos y todo apunta a que se llevaron al grupo de turistas a territorio nigeriano. «Veo la mano de Boko Haram», dijo el presidente refiriéndose a un conocido grupo terrorista nigeriano. En todo caso sentenció: «Francia está en Malí y allí seguirá hasta que acabe su misión».
Todo ocurrió sobre las siete de la mañana del martes cerca del parque nacional de Waza, en el norte de Camerún pero a sólo una decena de kilómetros de Nigeria, informa Reuters. Se trata de una zona frecuentada por turistas y donde, hasta ahora, no se había dado el caso de este tipo de secuestros.
Gestiones para liberarlos
París venía asegurando que sigue llevando a cabo gestiones para liberar a los secuestrados en la región, pero muy poco trasciende sobre cómo lo está haciendo mientras bombardea en Malí a aquellos grupos que los mantienen cautivos, casi seguro, en algún lugar del norte de Malí.
El domingo otro grupo de siete extranjeros -entre los que no había franceses- fueron secuestrados en el norte de Nigeria, una zona mucho más inestable y escenario de frecuentes ataques. Ocurrió en la sede de una constructora libanesa donde trabajaban. El grupo terrorista Ansaru, de la órbita de Al Qaida, reivindicó la operación y dijo que se debía a las «atrocidades» que se estaban llevando a cabo en países como Malí o Afganistán.
Ansaru mantiene secuestrado también a un ingeniero francés al que capturó en Nigeria el pasado diciembre.
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