Indígenas ixiles asisten al juicio contra el militar golpista Efraín Ríos Montt, este jueves en Guatemala
El experto en derechos humanos Marco Tulio Álvarez hizo esta denuncia al comparecer como perito en el juicio por genocidio contra el dictador Ríos Montt
EFE / GUATEMALA - Día 13/04/2013 - 01.53h
Un experto en derechos humanos que compareció este jueves como perito ante el tribunal en el que se celebra el juicio por genocidio al general golpista José Efraín Ríos Montt aseguró que durante la guerra el Ejército de Guatemala mató a miles de niños para «terminar con futuros guerrilleros».
El Ejército entraba en las aldeas y encontraba niños que eran ejecutados o capturados y llevados a cuarteles y dados en adopción, dijo Marco Tulio Álvarez al presentar las conclusiones de un estudio sobre los sufrimientos de los niños ixiles entre 1982 y 1983.
Tras asesinar a los padres, a los niños «les cambiaron nombres y les ocultaban sus raíces»Los niños, precisó el experto, fueron atacados por el Ejército para «terminar con futuros guerrilleros», debido a que las Fuerzas Armadas consideraban que la población civil colaborada con los grupos insurgentes que operaban en las zonas del denominado Triángulo Ixil, en el departamento noroccidental de Quiché, donde se registraron los hechos por los que es procesado Ríos Montt.
El exjefe de Estado de facto, quien gobernó Guatemala entre marzo de 1982 y agosto de 1983, es juzgado, junto al también general retiradoJosé Rodríguez, quien en ese período era jefe de la Dirección de Inteligencia Militar, por genocidio y crímenes de guerra.
La Fiscalía acusa a estos militares de ser los responsables intelectuales del asesinato de al menos 1.771 indígenas de la etnia ixil, que fueron perpetrados por miembros del Ejército en dieciséis diferentes matanzas colectivas, en el marco de la guerra interna de 36 años (1960-1996) que padeció Guatemala.
Fin del juicio, en menos de un mes
Álvarez aseguró que cientos de niños, cuyos padres fueron asesinados por los soldados, fueron llevados a los cuarteles militares, donde «les cambiaron nombres o apellidos y les ocultaban sus raíces, orígenes culturales y familiares».
Se prevé que la próxima semana los procesados declaren ante el tribunal sobre las acusaciones de que son objeto y que el juicio concluya en menos de un mes.
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