Un vehículo blindad surcoreano junto a la zona desmilitarizada el día 17. / AHN YOUNG-JOON (AP)
Pyongyang pide la cancelación de las maniobras militares conjuntas entre el Sur y EEUU
EL PAÍS Madrid 24 ENE 2014 - 14:29 CET
Corea del Norte suele navegar con soltura entre la retórica guerrera, los actos hostiles directos y las propuestas para reducir la tensión que vive la península coreana desde hace décadas. Este viernes ha vuelto a dar una muestra. Pyongyang ha ofrecido una rama de olivo en forma de una “carta abierta” a Corea del Sur, en la que ha pedido la celebración de diálogos intercoreanos y la cancelación de las maniobras militares de Seúl con Estados Unidos previstas para el mes que viene.
"Es nuestra determinación crear una atmósfera de reconciliación y unidad, suspender completamente los actos militares hostiles, realizar la reunión de familias separadas, reanudar el turismo a la montaña Kumgang y reactivar la cooperación e intercambios entre las dos Coreas en varios sectores", afirma la poderosa Comisión de Defensa Nacional (CDN) –el máximo órgano militar del Norte-, en la que dice que es una carta abierta a los surcoreanos, informa la agencia del Sur Yonhap.
La iniciativa se ha producido después de que el Gobierno de Seúl rechazara a principios de mes una oferta de diálogo por parte de Corea del Norte a la que se añadieron unas condiciones previas consideradas inaceptables por Seúl.
Corea del Sur ha calificado de “decepcionantes” y ejercicio de propaganda los diferentes movimientos emprendidos por Pyongyang para edificar la confianza con su vecino y rival. Entre otros, la Comisión de Defensa Nacional ha urgido al Sur a cancelar las maniobras militares conjuntas con Washington.
“Lo que es importante para allanar una amplia avenida y reparar las relaciones Norte-Sur es tomar una decisión valiente para detener los actos hostiles, el mayor obstáculo que atiza la desconfianza y la confrontación”, dice la carta.
En su nueva propuesta, el Norte asegura que no pide a Corea del Sur que suspenda los "ejercicios militares ordinarios", pero sí los que realiza anualmente con Estados Unidos.
Corea del Sur ha respondido por medio del Ministerio de Defensa que detrás de la carta hay “motivos ocultos del enemigo”, mientras que el Ministerio para la Unificación ha señalado que la posición del Norte está “repleta de contradicciones”.
La tensión en la península se intensifica siempre antes de los ejercicios militares entre Corea del Sur y Estados Unidos, que Pyongyang califica de provocadores y considera un ensayo de invasión. El año pasado, coincidieron con un incremento de la tensión sin precedentes en años. El Norte llegó a amenazar a Corea del Sur y Estados Unidos con ataques nucleares y de misiles.
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