PILAR BONET Kiev 22 ENE 2014 - 13:52 CET
El conflicto político y callejero de Ucrania entró esta mañana en una nueva fase y se agravó al registrarse en las filas de los manifestantes las dos primeras víctimas mortales de los enfrentamientos con las fuerzas del orden. Estas emprendieron una ofensiva en la que lograron avanzar la línea del frente y alejarla de los edificios oficiales del gobierno, la presidencia y el parlamento.
Dos son las víctimas confirmadas por la fiscalía del Estado, un veinteañero de nombre Serguei Nigoián, y otro hombre no identificado de unos treinta años de edad. Nigoián habría muerto de madrugada a consecuencia de heridas de armas de fuego en el pecho y el cuello, según fuentes de la oposición. A juzgar por el acelerado ritmo de los acontecimientos las muertes pueden no ser las últimas, pues en la sede central de los sindicatos, que ha albergado hasta hoy el estado mayor de los manifestantes, se ha organizado una movilización general y de allí salen columnas de hombres excitados que, con cascos, palos y máscaras antigas, se encaminan al “frente”, que ahora se encuentra en la plaza de Europa, cerca del hotel Dnipró.
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A la plaza de la Independencia, desde la retaguardia de los manifestantes, llegan centenares y centenares de hombres de todas las edades, armados por lo general con palos de diversa consistencia, materia y tamaño. La energía y determinación con la que proceden no deja duda de que todos ellos están firmemente decididos a resistir con este instrumental el avance de las fuerzas del orden público, a cuya vanguardia se encuentran agentes de la BERKUT (tropas de intervención especial) en formación cerrada y apoyadas por tropas del ministerio del Interior. El ministerio de Defensa de Ucrania ha hecho saber que no tiene intención de intervenir en la confrontación con los manifestantes.
En una breve rueda de prensa en la sede de los sindicatos el diputado Alexandr Turchínov, del partido de la encarcelada primera ministra Yulia Timoshenko, manifestó que el número de muertos puede ser más de lo que se reconoce oficialmente. Turchçinov exhortó a los “hombres” a acudir en defensa del “Euromaidán” y pidió que mujeres y niños se abstuvieran de ir a la plaza de la Independencia. El diputado, que coordina la defensa de los manifestantes, ha dicho que las autoridades “han transgredido todas las leyes y disparan contra gente desarmada, periodistas y médicos”. “Es más”, prosiguió, “consideramos que hay más víctimas, porque algunas personas que cayeron después de ser heridas por armas de fuego fueron trasladadas a su territorio por los miembros de las BERKUT”.Según Turchinov, estas tropas de élite han comenzado a utilizar balas de verdad contra los manifestantes.
La crisis que mantiene a Ucrania en vilo comenzó en noviembre después de que el presidente Yanukóvich decidiera no firmar el acuerdo de Asociación con la Unión Europea que estaba previsto para fin de aquel mes en Vilnius. Durante dos meses, los manifestantes han mantenido el mitin permanente conocido como “Euromaidán” que, los fines de semana, de forma regular, se reforzaba con marchas populares en las que han participado centenares de miles de personas. Sin embargo, el patron de protesta que se había convertido ya en una rutina ha cambiado a raíz de la aprobación el pasado 16 de enero de leyes que refuerzan los poderes policiales y recortan las libertades cívicas. Estas leyes, que fueron votadas a mano alzada por los diputados del partido de las Regiones (mayoritario) entraron en vigor en la medianoche del martes al miércoles. Durante la última oleada de enfrentamientos, los manifestantes han lanzado cócteles Mólotov y adoquines a los agentes del orden público y los brotes de agresividad que se percibían anteriormente en las filas de la oposición ya en noviembre se han hecho ahora más intensos y más numerosos y los líderes de la oposición no controlan a los radicales.
Arseni Yatseniuk, uno de los tres líderes de la oposición (los otros son el boxeador Vitali Klichkó y el nacionalista Oleg Tiagnibok) han sido convocados a un encuentro a las 14.00 (las 13.00 en Madrid) con el presidente Yanukóvich. Es decir que este miércoles, si Yanukóvich está dispuesto a entrevistarse con ellos, cosa que el pasado martes no quiso hacer y razón por la que Klichkó no quiso participar en las negociaciones diridas por el secretario del consejo de seguridad, Andréi Kliuyev.
El jefe del Estado ha dicho esta mañana que siente la muerte de gente en el conflicto “provocado por extremistas de la política”. “Expresamos nuestras condolencias a las familias de los fallecidos”, señalaba en un comunicado el que se exhorta a los ciudadanos no someterse a los radicales políticos. “ Todavía no es tarde para pararse y regular el conflicto de forma pacífica”, señaló.
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