Los titulares de Cultura, Sernam, Justicia y Bienes Nacionales han expresado públicamente que el camino para cambiar la Constitución de Pinochet es un proceso constituyente. Incluso, una de las piezas clave en la negociación por este tema podría ser Ximena Rincón, Secretaria General de la Presidencia, quien en diciembre pasado apoyó un documento que apunta a que Bachelet llame a un plebiscito para preguntarle a la ciudadanía si quiere que la Carta Fundamental sea redactada por una convención constituyente.
por ALEJANDRA CARMONA
En el programa que presentó Michelle Bachelet en octubre, la vía para cambiar la Constitución quedó zanjada: será un proceso “democrático, participativo e institucional”, donde la Asamblea Constituyente ha quedado descartada como mecanismo prioritario. Será una de las batallas que tendrá que dar el gobierno con el movimiento social, que tiene al proceso constituyente como el camino más democrático para eliminar la Constitución de Pinochet.
A pesar de la definición de Michelle Bachelet, cinco de los ministros que presentó en el Hotel San Francisco, han expresado públicamente su respaldo a que la AC sea la vía.
Entre ellos están los recién nombrados Claudia Pascual (PC) –Sernam–; Víctor Osorio (IC) –Bienes Nacionales–; Claudia Barattini –titular de Cultura–, quien incluso participó en la iniciativa Marca Tu Voto, según afirman en el movimiento de ese nombre.
Claudia Pascual decía en julio del año pasado a La Segunda: “Se ha caricaturizado el debate, pero cuando hemos optado por buscar un mecanismo lo más participativo posible no estamos por romper con la institucionalidad sino que precisamente dentro de este mismo marco. Como partido hemos propuesto un mecanismo que son las asambleas ciudadanas, que puedan proponer el texto y los contenidos de una Constitución y generar el debate con las distintas fuerzas de representación, para luego plebiscitar esta misma carta magna. Nos parece que ese tipo de debates se han asumido súper caricaturizadamente y con mucha amenaza”. El PC también llamó a marcar el voto.
Como ministra Secretaria General de la Presidencia, Ximena Rincón debería ser una figura relevante para llevar a cabo uno de los objetivos que ya se había trazado el equipo constitucional de Bachelet hacia el fin de su labor: lograr un gran acuerdo nacional que permita cambiar la Constitución.
Uno de los nombres importantes también en el debate que se avecina por la Nueva Constitución será el ministro de Justicia, cargo que ocupará desde marzo José Antonio Gómez, quien defendió –durante toda su campaña presidencial en la primaria– la vía de la Asamblea Constituyente; y que, incluso, en la afueras del teatro Huemul, donde la Presidenta electa presentó su programa de gobierno el 27 de octubre pasado, no entendió que el proceso constituyente estuviera descartado.
En diciembre del año pasado, Gómez repetía en la prensa: “Con este Parlamento es muy difícil llegar a una Constitución representativa”. Una entrevista en la que también decía que “la propuesta que hace Bachelet es institucional, con participación de la ciudadanía y democrática. Si los parlamentarios de la Nueva Mayoría no entienden que en Chile hay que hacer un cambio profundo en materia constitucional, y que debe ser de manera democrática, están cometiendo un error. Obviamente hay que dar el primer paso, y si ese paso no es aceptado por los parlamentarios, entonces hay que seguir con el siguiente paso para llegar a la asamblea constituyente”.
EL PODER DE RINCÓN
Como ministra Secretaria General de la Presidencia, Ximena Rincón debería ser una figura relevante para llevar a cabo uno de los objetivos que ya se había trazado el equipo constitucional de Bachelet hacia el fin de su labor: lograr un gran acuerdo nacional que permita cambiar la Constitución.
En ese escenario aún no está claro si será el ministro encargado de Segpres quien llevaría estas conversaciones o sería una nueva figura, creada sólo para este fin, quien articulará a los partidos políticos en torno a una propuesta constitucional.
Lo cierto es que Rincón fue parte de un grupo de destacadas mujeres que llamó a marcar AC en la pasada segunda vuelta presidencial.
En diciembre del año pasado, la directiva de Revolución Democrática (RD) entregó a la entonces candidata Michelle Bachelet el documento “Una vía institucional para la asamblea constituyente”. ¿El objetivo? Que una reforma constitucional permita a la Presidenta de la República consultar a la ciudadanía sobre si desea o no que una convención constituyente sea la encargada de estudiar el texto de una nueva Constitución sin que esa consulta pueda ser impugnada como un actuar “no institucional”.
El texto de RD apuesta a dos vías para eso: eliminar o modificar el carácter taxativo de las convocatorias a plebiscito (“sólo podrá convocarse…”); y agregar como atribución del Presidente de la República la posibilidad de convocar a la ciudadanía a consulta o plebiscito, por ejemplo, respecto de “materias de alto interés nacional”.
Javiera Parada, coordinadora electa de Redes Ciudadanas de Revolución Democrática, dice que Rincón se mostró partidaria a esta propuesta. Es por esto que Parada ve con buenos ojos el nombramiento tanto de Gómez como de la senadora DC. “Esto tira por la borda de que esto esta zanjado y que hay una opinión unidireccional. Yo sigo pensando en que el proceso constituyente siga avanzando es una posibilidad y estos nombramientos afirman eso”, dice Javiera.
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