La vicepresidenta visita por primera vez Latinoamérica en dos años y medio en el puesto
España refuerza su presencia en Perú a través de la construcción
JACQUELINE FOWKS Lima 22 JUL 2014 - 03:20 CEST
La vicepresidenta de España, Soraya Sáenz de Santa María, emprendió el sábado pasado su primer viaje oficial a Latinoamérica desde que llegó al cargo hace dos años y medio. Aterrizó en Perú y este martes viaja a Chile. El objetivo de la visita fue “trabajar en una relación bilateral de inversiones recíprocas para crear empleo”, según detalló.
Como parte de la estrategia para conseguir estrechar las relaciones económicas y políticas con el país andino, Santamaría estuvo acompañada de empresas españolas que llevarán a cabo proyectos importantes en Perú. Una de ellas, ACS, de Florentino Pérez, participará en la construcción de la Línea 2 del metro de Lima.
En el último día de la visita, la portavoz del Ejecutivo español mantuvo una reunión con el presidente de Perú, Ollanta Humala. “Nos hemos detenido más en transferencia de ciencia y tecnología, movilización de talentos y capacitación de personal”, afirmó en una rueda de prensa posterior al encuentro, ante un reducido grupo de periodistas en la sede presidencial.
España es, desde hace 20 años, el principal inversor extranjero en Perú con una inversión acumulada de más de 6.000 millones de dólares
“El presidente Humala es un gran defensor del sistema de becas y España es un perceptor de estudiantes peruanos. Hemos asumido el compromiso de continuar con ello”, añadió.
Además, según precisó la vicepresidenta, en la reunión abordaron un tema pendiente entre ambos países: la homologación de títulos profesionales. Una gran cantidad de ingenieros y arquitectos españoles han inmigrado recientemente a Perú y deben realizar trámites en los colegios para convalidar sus estudios. Un proceso donde a veces se encuentran con algunas trabas, pero que se superan con facilidad. Los profesionales peruanos, sin embargo, no tienen derechos similares en España. En mayo de 2013, un comunicado del Colegio de Arquitectos de Perú informó de que algunos de sus egresados estaban teniendo problemas para lograr el reconocimiento de sus títulos en otros países. Específicamente en España, “país con el cual el Perú ha suscrito un convenio de reciprocidad en materia de reconocimiento mutuo de grados y títulos profesionales. Esto contrasta con el caso peruano, que para el reconocimiento de títulos de profesionales con títulos españoles no ha existido la más mínima traba”, decía la notificación.
El mandatario peruano se interesó por los modelos de las escuelas de negocios españolas, y por la evaluación de las universidades: “Queremos abrir varias nuevas vías de colaboración: nivel de formación del profesorado, reconocimiento de títulos y transferencia de tecnologías”. El mes pasado, Perú aprobó una nueva ley universitaria, en un esfuerzo de contener la crisis de estos centros de estudios, sumidos en la mercantilización, la corrupción y la falta de calidad, en particular en las universidades privadas fundadas en la última década y en algunas públicas.
También trataron la cooperación en la lucha contra el narcotráfico, a través de la Fundación Internacional para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP) que depende del Gobierno de España con ayuda financiera de la Unión Europea. Perú es el principal productor de hoja de coca destinada a la producción de estupefacientes en la región.
España es, desde hace 20 años, el principal inversor extranjero en Perú, con una inversión acumulada de más de 6.000 millones de dólares, en especial en telefonía, electricidad y energía. Hasta hace un par de años, la economía peruana era una de las que registraba mayor crecimiento en la región. Sin embargo, en abril y mayo de este año el PIB ha aumentado un 2% y 1%, respectivamente. Son las menores tasas de crecimiento desde 2009. El Banco Central de Reserva ha previsto que el país se expandirá un 4% en 2014.
Hace un par de semanas, el Gobierno respondió a la desaceleración económica con anuncios de inversión pública, y normas para perdonar deudas tributarias y reducir los estándares medioambientales, entre otras.
“El sector de la banca y seguros (español) ha tenido cabida en un momento de desarrollo importante para Perú, que hay que tratar de consolidar”, comentó la vicepresidenta española. Según Sáenz de Santamaría de la operación de las empresas ibéricas en Perú puede ayudar a la “recuperación y creación del empleo en España”.
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