domingo, 31 de agosto de 2014

Central General de Trabajadores de Chile (CGT)

PULSO SINDICAL Nº 248 

Recientemente se presentó un proyecto de ley con la firma de 4 diputados, que expone con claridad algunas de las demandas más sentidas por los trabajadores, en su relación diaria con la patronal. De esto nada se ha dicho o escrito.

Por MANUEL AHUMADA LILLO - Presidente C.G.T CHILE


Y es que resulta vital avanzar en cuestiones que parecen no ser importantes para quienes tienen la obligación de buscar caminos que permitan que el abuso no se eternice, los poderes ejecutivo y legislativo.

Es cierto que ante la pregunta de que es lo más necesario, muchas sean las organizaciones y trabajadores que digan un nuevo Código del Trabajo, pero no es menor la constatación que con el actual estado de cosas este es simplemente un sueño que difícilmente se 
concretice.


Carecemos de fuerza sindical efectiva como para demandar en la calle y al interior de los lugares de trabajo reformas laborales profundas. No hemos desarrollado instrumentos ni organizaciones que puedan educar, capacitar y desde ahí organizar a los millones de abusados, que trabajan cabeza gacha sin más expectativa que mantener la fuente de trabajo.

Seguimos expuestos a una negociación o conversación entre cuatro paredes, donde unos y otros invocan a los trabajadores sin consultarlos. Son esos que están día a día en las empresas los que sufren con sueldos deficientes y pagados a destiempo, los mismos que deben aceptar presiones y suscribir documentos que pueden no compartir con el único objetivo de recibir una indemnización que muchas veces se les paga en cuotas mensuales.

Miles hay que cumplen jornadas de 10 o más horas diarias, están obligados a desempeñar 2, 3 o más funciones por qué así lo permite la legislación vigente, mientras otros tantos acuerdan términos de contratos y ni siquiera tienen la tranquilidad de que sus retenciones de AFP y otras estén pagadas y al día. Es enorme la cantidad de anomalías que están permitidas por ley y mientras no haya reformas concretas, poco o nada avanzará el proceso de organización sindical y negociación colectiva.


Además, ¿quién puede decir con certeza que aquellas cuestiones discutidas entre las organizaciones patronales y laborales, reconocidas como interlocutores por los gobiernos, sean en definitiva aquellas que mas preocupan a los trabajadores?

Claramente, y al menos en lo que respecta al Multirut y el ingreso mínimo el referente que actúa en representación de los dueños de la fuerza de trabajo, está a años luz de lo que son las necesidades reales de los asalariados.

Si a esto agregamos el derecho a sala cuna sin mínimo de trabajadoras por empresa, o una jornada única de 45 horas para todos, demandas que ni siquiera son expuestas por estos “representantes laborales”, poco o nada se puede esperar de ellos.



Es en este cuadro que cobra importancia el proyecto de ley presentado por el diputado ex RN Gaspar Rivas, apoyado por los diputados Cicardini y Fernandez del PS mas Girardi del PPD, proyecto de ley que publicaremos en nuestra página web (www.cgt-chile.cl), para que sea conocido por los trabajadores.

Los recién organizados y los que están en vías de hacerlo podrán encontrar en este proyecto una base sólida para preparar sus proyectos de contrato colectivo. Las organizaciones podrán apoyarlo contactando a los diputados o solicitando a otros en la Cámara que adhieran al proyecto, incorporando todas aquellas cuestiones que en el proyecto no estén consideradas.

Lo importante, lo vital, es hacernos de la herramienta y usarla para avanzar, sin que esto implique renunciar a nuestra aspiraciones históricas y de clase.



Una sorpresa gratificante ha sido para nosotros la relación de trabajo sostenida con el diputado Rivas.

Es el primero de muchos que por nuestra sede han pasado, que no hizo una visita de doctor - esas que se hacen para decir que se está sin estarlo - tomó nota de nuestras propuestas, algunas de las cuales ha transformado ya en proyectos de ley, dándose el tiempo para informar regularmente del trámite de las mismas.

Tenemos más que claro que esto no alcanza ni para saludo a la bandera, que es solo con fuerza propia, con millones de organizados ojalá en torno a una sola y gran organización, que podremos horquillar al sistema, pero al menos conocimos a un tipo que más allá de los cálculos políticos - propios de sus pares – se ha comprometido a poner las demandas en la mesa y ha dado pasos concretos para ello.


Gaspar Rivas y otros 9 diputados presentaron un proyecto de ley para intentar normar y regular algunos aspectos de la ley 20.729. Hace algunos días el diputado ha recibido de un asesor de la ministra del Trabajo, un documento que va en la misma línea de mentiras que han sostenido el subsecretario de esa cartera y, entre otros, el diputado Osvaldo Andrade.

Májaderamente... se obstinan en vincular esta ley vigente (20.729) a lo que será la futura ley que establece normas laborales para los trabajadores del turismo, por lo que no habría razón para considerar el proyecto de ley presentado.

Sin embargo, lo que es muy grave, es que todas estas autoridades han expuesto que respecto de dicho proyecto de ley del turismo, la CGT habría apoyado su redacción, hecha en el gobierno anterior. Esa es una enorme mentira y extrañamente la ministra y sus colaboradores, se han negado sistemáticamente a recibirnos. Al parecer tampoco se han tomado la molestia de conocer la propuesta entregada por nuestra organización (CGT) a la Comisión de Turismo de la Cámara, en donde no solo rechazamos el proyecto de ley de reformas laborales a los trabajadores del turismo, sino que también hacemos entrega de nuestra propuesta.



Una de las principales obligaciones de la organización sindical es la referida al apoyo permanente que se debe dar al proceso de negociación colectiva. A los dirigentes nos asiste el deber de conversar con dirigentes y trabajadores respecto de los errores que se cometen, particularmente en las huelgas que se hacen efectivas, única manera para ir haciendo correcciones que en mediano o largo plazo, posibiliten victorias.

He creído importante exponer algunas deficiencias que hemos conocido en el último tiempo, tomando solo el resguardo de no dar el nombre de las empresas, por qué a fin de cuentas los trabajadores deben ir aprendiendo de los errores para fortalecerse y avanzar.

Lo primero que salta a la vista es la falta de participación, el desgano con que algunos se incorporan a la huelga.



Sucede que se está tomando casi como una continuación del turno que se cumple al interior de la empresa. Esto hace que se llegue tarde o no se participe de algunas actividades, que se retiren tempranamente e incluso que se nieguen a pedir monedas o participar de alguna de las comisiones.

No es bueno trabajar en contra, no es bueno ir conversando por ahí de que a lo mejor hay que reincorporarse, que los dirigentes no lo hacen bien, etc. Esto solo tiene valor si se discute en el colectivo.

Sin embargo, lo más grave es tratar de violentar las cajas o tarros en los que se piden monedas, o pedirlas por las libre para alimentarse a escondidas. 



Por último, hay que terminar de una vez con la mala costumbre de ingerir alcohol, o realizar acciones de todo tipo que no hayan sido resultas por la mayoría.

Esto solo pone en riesgo la unidad del grupo y lesiona gravemente la disciplina.

Solo aquellos que actúan unidos y van resolviendo en reuniones periódicas los pasos a seguir, son los que consiguen victorias, de manera que el llamado es a profundizar la educación sindical y a no olvidar nunca que los resultados van a permitir que las familias tengan un mejor pasar futuro, a la vez que van a acelerar la organización para las luchas futuras.

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