martes, 16 de junio de 2015

Rajoy restará poder a Santamaría y Cospedal para reforzar el PP

Rajoy, este lunes, en la Expo de Milán. / A. MARTÍN (EFE)

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El presidente comunica este miércoles al Rey su gran remodelación en el PP y el Ejecutivo

Rajoy anuncia para el jueves cambios en el PP y tal vez en el Gobierno


JAVIER CASQUEIRO / PABLO ORDAZ Madrid / Milán 16 JUN 2015 - 03:50 CEST


Mariano Rajoy está fraguando su primera gran remodelación en el PP y el Gobierno, que ejecutará antes de la cita del Comité Ejecutivo del partido el jueves, con la idea de neutralizar algo el poder actual y las carencias de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y de la secretaria general popular, Dolores de Cospedal. Rajoy ha ofrecido a Cospedal un ministerio y mantener su cargo como número dos del PP pero arropada por un coordinador general de peso, al tiempo que nombraría ya jefe de campaña y portavoz del partido. Para reforzar ambos equipos baraja el nombre comodín de Alfonso Alonso.

El calendario no es oficial, pero tiene todos sus hitos marcados. El presidente del Gobierno y del PP volvió en la tarde de este lunes de la Expo de Milán, donde confirmó la fecha del Comité Ejecutivo del partido el jueves y que no adelantará las elecciones, y empezó a cuadrar todas las piezas del puzle y a realizar las últimas llamadas telefónicas. El miércoles, a las nueve de la mañana, acudirá a la sesión de control al Gobierno en el Congreso y luego despachará con el rey Felipe VI, con el que más tarde coincidirá en un acto de la Fundación Carolina. En ese margen de tiempo, previsiblemente, comunicará la composición del nuevo Gabinete.

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El presidente ha conversado bilateralmente en los últimos días, tras las elecciones del 24 de mayo, con la práctica totalidad de sus actuales ministros. Les ha pedido su opinión, ha escuchado sus demandas y quejas y ha sacado sus conclusiones.

Casi todos los ministros le han expresado a Rajoy su creencia de que todos tienen que pisar más la calle, ser más cercanos y comunicar de otra forma, sobre todo ahora que entran en la recta definitiva de la legislatura y en una larga campaña electoral. Tras esa consideración existe una crítica larvada a cómo se ha ejercido hasta ahora esa función de portavoz del Gobierno y también del PP, aunque nadie le ha querido poner nombres a esas carencias.

Rajoy ha tomado nota, ha aceptado que esa conclusión es correcta y ha dedicado tiempo a pensar cómo ejecutar la remodelación sin que ninguna de las dos principales afectadas se sienta especialmente señalada. Todas las personas que llevan años trabajando en el entorno de Rajoy coinciden en que ese tipo de decisiones personales son las que más le cuestan. No le gusta cambiar ni variar de personas en su equipo más próximo.

Pero Rajoy ha entendido que ahora el PP tiene que activarse de otra manera, ponerse a trabajar en modo campaña electoral, con más incorporaciones, caras nuevas y otro tipo de organigrama incluso. El presidente ha encargado que le hagan otra estructura que responda a las nuevas necesidades de un partido que tiene que ponerse a trabajar a toda máquina para no perder las próximas elecciones generales, previstas para dentro de menos de cinco meses.

Rajoy ha entendido que el PP tiene que ponerse a trabajar en modo campaña electoral, con más incorporaciones, caras nuevas y otro tipo de organigrama

Rajoy no ha comunicado los nombres de los nuevos equipos a muchas personas, pero sí ha facilitado las suficientes pistas para que algunos ministros y dirigentes del PP anticipen que habrá más cambios en el partido que en el Gobierno. El principal problema a resolver es la ubicación de Cospedal. El presidente no quiere echarle la culpa de los últimos fracasos electorales ni dejarla marcada, pero es consciente de que el PP necesita más fuerza, otras caras y otro funcionamiento.

“Las elecciones, cuando tocan”

Hablando de Cataluña y de la posibilidad de adelantar las elecciones para entorpecer el proyecto independentista de Artur Mas, Mariano Rajoy fue categórico: “Las elecciones hay que celebrarlas cuando tocan, salvo que uno se quede sin capacidad de gobernar porque no tiene votos”. Sobre la presión ejercida por empresarios y dirigentes del PP para adelantar los comicios, el presidente insistió en uno de sus juegos de palabras: “En lugar de presionar a uno para que adelante las elecciones y las haga cuando no tocan, sería mejor presionar a los demás para que las hagan cuando tocan. Es decir, en 2016”.

Rajoy está a la espera de que Cospedal acepte la oferta que le ha hecho para asumir un ministerio en el Gobierno (puede ser una vacante que quede en el Ejecutivo o uno nuevo desgajado de otro actual), la mantendría como secretaria general del PP, renovaría en su momento la candidatura en Castilla-La Mancha cuando se convoque el congreso regional y ahora montaría a su alrededor en el partido un equipo más sólido y con otra imagen.

El PP ya probó en su día, cuando Francisco Álvarez Cascos era secretario general y ministro con José María Aznar, la figura de un coordinador general. El nuevo organigrama lo aprobaría el jueves el Comité Ejecutivo del PP, con la secretaria general, el coordinador general, los vicesecretarios y algunos puestos nuevos. El presidente está pensando en aprovechar el momento para nominar ya al jefe de campaña para las generales y a un portavoz permanente en el PP, que podría ser Pablo Casado. Habrá cambios entre los vice secretarios generales.

El perfil idóneo para el coordinador general del PP es el mismo que se baraja para reforzar la comunicación de La Moncloa y relevar de esa tarea a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. El actual ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, exalcalde de Vitoria y exportavoz en el Congreso, es el nombre que se cita en todos los casos para asumir más y nuevas funciones en el Gobierno y el PP.

Viñeta de Peridis del 16 de junio de 2015. / PERIDIS

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