domingo, 3 de enero de 2016

DECLARACIÓN DESDE EL EXILIO (EE.UU)

CARTA DEL EDITOR

A raíz de la formación de una mesa de negociación de parte de los Ex-PP de Rancagua, el encuentro extraordinario que convoca la UNExPP en Santiago los días 21 y 22 de agosto y las futuras huelgas de hambre que posiblemente se vuelvan a convocar en un futuro cercano.

Desde el exilio expresamos lo siguiente:

En 1973 el gobierno constitucional que tantos anhelos y esperanza inspiró se derrumbó dramáticamente. La dignidad de miles y miles de chilenos fue pisoteada, desde entonces, no comprendemos que el primer paso para sanar de toda esta pesadilla es empezar con nosotros mismos. La verdadera felicidad no proviene del interes limitado por el bienestar de uno o por el de aquellos.

La exaltación de los derechos humanos requiere de gran fuerza y valor por parte de aquellos que se encuentran en el poder. Requiere que los politicos piensen y, actúen fundamentalmente de diferentes maneras sobre una misma base.

Un compromiso con los derechos humanos requiere que nuestros ancianos supervivientes (ex prisioneros politicos), no sigan muriendo sin recibir una justa compensación y reparación por sus sufrimientos y pesares recibidos.

Referente a este tema, quisiera desafiar no solo al gobierno actual de Chile, sino también a los medios de información, para que llenen su verdadero vacío de cobertura informativa. En democracia, nadie se preocupa por proteger a los ex prisioneros politicos en situación difícil.

Digamos a nuestros parlamentarios de Chile: estamos con ustedes en la exaltación de los derechos humanos. Y fortalecer nuestra democracia, sin cuestionar fuertemente su eficacia.

Debemos enfrentar lo peor que hay en nosotros para poder ser lo mejor que podamos llegar a ser. Tenemos que derramar lágrimas de opresión y aprender a amarnos, honrarnos y respetarnos a nosotros mismos. Nuestros hijos heredaran una mejor manera de ver la vida. Para que exista paz y prosperidad en una nación se le debe garantizar al pueblo trabajo, dar a la juventud un futuro y a la vejez seguridad.

Este es el gran negocio que se esconde detrás del miedo. El derecho a vivir sin temor y el derecho a determinar nuestro propio futuro. Estas son las semillas de la paz.

¿La reflexión que se tiene que hacer Chile?

La pobreza disminuyó, pero la desigualdad se incrementó.

La presidenta Michelle Bachelet, ha anunciado nuevas políticas dentro del "sistema de economía monopólica" o libre mercado (?), tal como un aumento de impuestos, para reducir la desigualdad. La gran pregunta es si estas medidas disminuirán la inversión y aumentarán la pobreza. Pobreza y desigualdad no son la misma cosa. La pobreza es un mal que una sociedad debe combatir porque humilla a quien la padece y destruye sus oportunidades de vida. Ante un escenario donde la delincuencia, la pobreza y la falta de oportunidades sobrepasan la fuerza del Estado.

Sin disparar un arma o cerrar el puño Mahatma Gandhi (Alma Grande), logro la independencia de la India. Sus palabras, sus huelgas de hambre, su resistencia pacifica conmocionaron al mundo. En nuestro caso, no debemos usar bombas ni pistolas para sanar. Hay que usar el amor y la compasión. La paz comienza con una sonrisa. Vamos a extinguir el odio y el ansia de revanchismo en el corazón de todo buen chileno.

Lo unico permanente es el cambio. La venganza es fácil, pero perdonar requiere de valor.

Muchas gracias. 


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