jueves, 20 de agosto de 2015

La cultura rusa insta al Kremlin a frenar a los ultras

La policía arresta a Enteo, líder de Voluntad de Dios, en la marcha del orgullo gay en mayo. / M. Z. (REUTERS)

El grupo Voluntad de Dios atacó una exposición por creer que las esculturas eran blasfemas

Ultraortodoxos rusos destrozan varias esculturas por blasfemas

ELENA VICÉNS Moscú


Miembros de un grupo cristiano ultraortodoxo llamado Voluntad de Dios atacaron el viernes pasado una exposición en una importante galería de Moscú por considerar que las esculturas que se exhibían eran blasfemas. El autor de las piezas dañadas es Vadím Sidúr, considerado el henry moore ruso y cuya obra goza de amplio reconocimiento en el mercado del arte. Los directores del Hermitage y otros de los principales museos del país pidieron este miércoles en una carta pública que los autores del ataque, en libertad sin cargos, no queden impunes.

“Esperamos que los culpables sean castigados. Los actos de vandalismo contra los monumentos expuestos en espacios públicos, en los cementerios, en los templos y los museos son inadmisibles. Es necesario tomar medidas para que semejantes acciones extremistas nunca se repitan”. De este modo, con una carta firmada por los directores de los principales museos estatales rusos, como el Hermitage, la Galería Tretiakov o el Museo de Arte Pushkin, la cultura rusa expresó su honda preocupación por los desmanes del grupo ultraconservador Voluntad de Dios. La carta fue divulgada este miércoles en Internet.

“Si la sociedad cierra los ojos al daño causado a los fondos de los museos estatales, mañana ni un solo museo en nuestro país estará a salvo de semejantes ataques efectuados por personas que piensan tener derecho a avasallar y destruir lo que son bienes culturales de la sociedad y el Estado”.

El cineasta Sentsov rehúsa la clemencia

El director de cine ucranio Oleg Sentsov, encarcelado en Crimea en mayo de 2014, pronunció este miércoles su alegato final ante el tribunal que lo juzga en la ciudad rusa de Rostóv del Don, donde el fiscal le pide 23 años de cárcel por terrorismo.

En un breve alegato político, Sentsov se negó a pedir clemencia al tribunal del país “ocupante” de Crimea, afirmó que los soldados rusos están en Donbás (este de Ucrania) y que en la cárcel donde está internado ha tratado con combatientes rusos que han luchado en Ucrania y que participaron en la “toma ilegal de Crimea”.

El cineasta dijo que también Ucrania había tenido un “régimen criminal” y que no quería que Rusia fuera dirigida por “delincuentes”. Afirmó que la “propaganda” rusa “funciona estupendamente” y la gente se cree lo que oye por televisión, pero, dirigiéndose al tercio de la población que “entiende lo que pasa” y los “horribles crímenes que cometen sus dirigentes”, les deseó que “aprendan a no tener miedo”. “La cobardía es el peor pecado del mundo”, dijo el cineasta, cuya sentencia se espera para el 25 de agosto.

El viernes un grupo de miembros de este movimiento, vinculado a los sectores más conservadores de la sociedad, destrozó cuatro esculturas del escultor vanguardista Vadím Sidúr (1924-1986), que formaban parte de la exposición Esculturas que no vemos, inaugurada ese mismo día en el centro de arte Manezh. Los guardias de seguridad de la galería asistieron impasibles al asalto.

El líder de los ultraortodoxos, Dimitri Tsoriónov, Enteo, rechazó las acusaciones de vandalismo y atacó a los organizadores de la exposición por ofender sus sentimientos religiosos con obras “blasfemas”. Los activistas detenidos por la policía fueron puestos en libertad tras prestar declaración. Dos días después, miembros del mismo grupo visitaron de nuevo la muestra, exigiendo su cierre inmediato.

Enteo es un conocido activista ultraconservador que organiza piquetes para reventar movilizaciones como la del orgullo gay. En referencia al ataque a la galería, señaló que no aprecia en los hechos ninguna violación de la ley y considera inadmisible cualquier multa, incluso una simbólica de 500 rublos (unos ocho euros). Hasta ahora, ningún miembro del grupo de vándalos ha sido imputado.

La carta de los responsables de museos subraya la relevancia de las obras destruidas en el ataque. “Vadím Sidúr participó en la Gran Guerra Patria, fue inválido de guerra, la mayor parte de sus obras están llenas de dolor, sufrimiento, de elementos trágicos y nunca de blasfemias o burlas… Su obra es polifacética (la escultura y el gráfico, la poesía, la prosa y el cine). En conjunto representa un componente importante de la historia del arte nacional”, explican los firmantes de la misiva. Al vanguardista Sidúr, cuya obra se vende en las más prestigiosas casas de subasta internacionales, se le compara con Henry Moore.

Desde 1989 existe en Moscú un museo estatal de Vadím Sidúr, en el que se exponen permanentemente la mayoría de sus obras. Sin embargo, los vándalos nunca lo han escogido como objetivo, y sí en cambio esta exposición temporal en pleno centro de la capital, en una galería situada frente al Kremlin.

Varios representantes de la Iglesia ortodoxa rusa se pronunciaron sobre el ataque subrayando que la ley es igual para todos y debe respetarse sin excepción. El incidente fue reprobado por el presidente del Consejo de Derechos Humanos; el del Comité de Asuntos Exteriores de la Duma estatal, y el responsable del Comité de Uniones Civiles y Organizaciones Religiosas de la Duma. Pero no ha habido ninguna reacción de alto nivel, ni del presidente Vladímir Putin, ni del primer ministro, Dmitri Medvédev, ni de otros altos cargos.

Museos indefensos

“El acto de vandalismo pone en peligro a toda la comunidad museística de la Federación Rusa, que se ha encontrado indefensa ante los vándalos, que destruyen las obras de arte expuestas en los museos… Las acciones del grupo Voluntad de Dios socavan la autoridad de la Iglesia ortodoxa, violan el principio básico de la coexistencia interconfesional e internacional de los pueblos de la Federación Rusa, el principio de la tolerancia”, indican los directores en la carta.

Según el director del museo Hermitage y presidente de la Unión de Museos de Rusia, Mijaíl Piotrovski, la unión de museos se ve obligada a iniciar urgentemente una serie de consultas jurídicas para elaborar un sistema de seguridad de las exposiciones, teniendo en cuenta que desde noviembre la policía ya no custodiará los museos.

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