jueves, 17 de septiembre de 2015

Santos y Maduro se reunirán el lunes para tratar la crisis fronteriza

Santos saluda a un miembro de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), durante su visita al paso fronterizo de Paraguachón (Colombia). / EFRAIN HERRERA (EFE)

LA CRISIS FRONTERIZA ENTRE COLOMBIA Y VENEZUELA »

Los presidentes de Colombia y Venezuela se verán en Quito un mes después de que se iniciase el cierre de los pasos fronterizos


JAVIER LAFUENTE Bogotá 17 SEP 2015 - 12:59 CEST


El próximo lunes, cuando se cumpla poco más de un mes desde que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, la primera parte de la frontera con Colombia, los mandatarios de ambos países se verán las caras en Quito, bajo el auspicio de sus homólogos de Ecuador y Uruguay, Rafael Correa y Tabaré Vázquez.

La insistencia de estos dos líderes, que ocupan la presidencia temporal de Celac y Unasur, respectivamente, ha sido clave para que, finalmente, Santos y Maduro tengan una primera toma de contacto para buscar una salida negociada a la crisis fronteriza. "La idea es poder tener una conversación de los cuatro presidentes y así avanzar en este diálogo con el presidente Maduro", ha asegurado este miércoles la canciller colombiana, María Ángela Holguín. Desde el Gobierno colombiano se han cuidado mucho a la hora de mostrarse efusivos con este encuentro, en vista de los antecedentes desde que empezara la crisis.

El anuncio de la cita se produce horas después de que Santos insistiese en su disposición al diálogo en una alocución al país. "Estoy dispuesto a reunirme para que tomemos decisiones y soluciones concretas, no solo para la foto", dijo el presidente colombiano, en respuesta a las declaraciones de Maduro la noche anterior en las que insinuó que su homólogo "no se quiere reunir".

La crisis se inició el pasado 19 de agosto cuando Maduro decidió cerrar por 72 horas parte de la frontera con Colombia, como respuesta a un incidente en el que resultaron heridos funcionarios venezolanos a manos, según el Gobierno de Caracas, de paramilitares y contrabandistas colombianos. La situación se agravó dos días después al declarar el presidente venezolano el cierre sine die de la frontera y declarar el estado de excepción en varios municipios, una decisión que sorprendió a las autoridades colombianas por considerarla excesiva. El cierre del paso fronterizo trajo consigo la deportación de ciudadanos colombianos. Hasta la fecha, cerca de 2.000 han sido expulsados de Venezuela. Lejos de amainar, la situación derivó en una crisis humanitaria. A los colombianos deportados se unieron los que decidieron abandonar el país vecino por voluntad propia. Hasta 20.000 personas se han visto afectadas hasta la fecha.

Del lado venezolano ya son 23 los municipios fronterizos con Colombia en los que rige el estado de excepción. El presidente Nicolás Maduro amplió este martes por la noche la medida a 10 localidades, siete en el Estado Zulia y tres en Apure, que se unen a otras zonas zulianas y de Táchira, donde ya reinaba esta situación. Maduro no aclaró si la nueva medida incluía la clausura de los pasos fronterizos de dichos municipios De ser así, toda la frontera con Colombia quedaría cerrada a excepción de la que ambos países comparten por el Amazonas.

La crisis fronteriza se ha convertido en un toma y daca entre ambos Gobiernos. El último jarro de agua fría fue la segunda reunión de cancilleres, celebrada el pasado sábado en Quito, en donde no se llegó a acuerdo alguno más allá de establecer una agenda para trabajar en el futuro. Al día siguiente, Colombia denunciaba laviolación del espacio aéreo por aeronaves militares venezolanas. Desde Bogotá se quiere evitar que una situación así ocurra tras una hipotética reunión entre ambos presidentes, como la que se celebrará el lunes: la única manera posible, a tenor de lo vivido, de lograr una salida a esta crisis.

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