martes, 16 de agosto de 2016

¿Un Stonehenge (sin piedras) a las puertas de Carmona?

Vista de los anillos concéntricos descubiertos a las afueras de Carmona. UNIVERSIDAD DE TÜBINGEN

ARQUEOLOGÍA En la zona de la Loma del Real Tesoro II

Investigadores de la universidad alemana de Tübingen descubren una estructura de zanjas concéntricas datada entre los años 2.600 y 2.200 antes de Cristo con un agujero en el centro y restos de ladrillos de barro

Los expertos apuntan a que pudo ser una especie de 'templo' de uso religioso, aunque es un misterio por qué se uso sólo un corto periodo de tiempo

Por CHEMA RODRÍGUEZ - Sevilla  @Chemarrodriguez


Una sucesión de zanjas circulares y concéntricas, casi perfectas, y, en el centro, un agujero circular de 19 metros de ancho con restos de ladrillos de barro con huellas de fuego. No hay grandes piedras que dejan boquiabierto a quien se acerca, pero lo que han descubierto los arqueólogos en la localidad sevillana de Carmona recuerda, salvando las distancias, al espectacular crómlech de Stonehenge, en el condado de Wiltshire, Inglaterra.

El monumento megalítico probablemente más famoso del mundo está datado por los especialistas alrededor del año 2.500 antes de Cristo y está formado por grandes monolitos distribuidos en cuatro circunferencias concéntricas. Y, en el centro, tiene lo que se conoce como el Altar. Muchos misterios rodean aún a este espectacular complejo prehistórico, pero su carácter religioso no despierta demasiadas dudas.

Lo mismo sucede en el caso del extraordinario descubrimiento realizado en Carmona por investigadores de la universidad alemana de Tübingen. Muchosinterrogantes rodean al hallazgo, pero parecen tener bastante claro que las zanjas circulares excavadas en la zona conocida como La Loma del Real Tesoro II tenían una función ritual, un carácter religioso, como lo tuvo Stonehenge. Y destacan, igualmente, la perfección de estas especies de 'trincheras', cuya construcción se supone que tuvo lugar entre los años 2.600 y 2.200 antes de Cristo, en la era del Vaso Campaniforme, así llamado por la forma de las vasijas que se producían entonces. Es la misma época en la que se levantaron las piedras de Stonehenge.

Aunque el descubrimiento es llamativo por sí mismo, lo es aún más teniendo en cuenta que estructuras similares son absolutamente raras en España, especialmente en una época tan tardía. Tanto es así que, como han puesto de manifiesto los investigadores alemanes, algo así sólo se había encontrado antes en el norte de Europa.

Algunos de los restos descubiertos durante la excavación en Carmona. UNIVERSIDAD DE TÜBINGEN

Fue en agosto de 2015 cuando excavando el terreno aparecieron estos anillos concéntricos en un área de unas seis hectáreas en la que, además, aparecieron huesos y objetos de joyería, todo de la misma época, de la era del Vaso Campaniforme. La directora de la excavación, la arqueóloga Elisabeth Conlin, no tiene duda y afirma que se trata de un "hallazgo singular" y aventura que los resultados de la investigación, aún en marcha, "son espectaculares".

Inusual en España


Que no es usual lo resalta también Javier Escudero, del Instituto de Arqueología de la Universidad de Tübingen, que llama la atención acerca de que este tipo de descubrimientos son habituales "al norte de los Alpes". No en España y, menos aún, en el sur, en Andalucía. Y a ello hay que sumar que los del norte de Europa son bastante más antiguos, al menos un millar de años más antiguos,

Carrillo explica que la tierra, muy pedregosa, de la zona no la convierte en ideal para la agricultura, pero sí se trata de un lugar estratégico, ubicado cerca de una antiguar fortaleza en el río Guadalquivir, cerca de Sierra Morena, donde hay cobre y otros minerales valiosos y las veredas lo conectan con la fértil planicie de Carmona, lo que apunta a que era muy transitado. Todos los requisitos, en fin, para interpretar que los anillos fueron usados con fines religiosos.

Aunque aún queda mucho interrogante por despejar. De hecho, la investigación está aún en una fase preliminar y pendiente de un informe definitivo que debe publicar la Universidad de Tübingen con las conclusiones finales de los expertos que encabeza el profesor Martin Bartelheim.

Será entonces cuando se sepa, por ejemplo, por qué no han aparecido apenas restos humanos y qué sucedió para que el lugar fuera usado de forma intensiva pero sólo durante un corto período de tiempo, como indican los vestigios encontrados.

No es Stonhenge, pero el misterio está servido.

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