Por Sebastián Rivas | sebastian.rivas@quepasa.cl.
"Camila… ¿dónde está Camila?". La voz de la locutora genera un efecto inmediato en Camila Antonia Amaranta Vallejo Dowling (23), que corre para subir al escenario donde la esperan. Antes de eso, por unos minutos, Camila buscó ser una más en la masa de estudiantes que estaban en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile: se sentó en los pastos junto a su pololo, Julio Sarmiento, luego coreó las canciones de Nano Stern y se rió, muchas veces y con ganas, de los chistes de sus amigos.
Pero la voz la devolvió a la realidad: Camila estaba ahí para presentar el lanzamiento de su repostulación a la presidencia de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh). Claro que las cosas eran muy distintas al 2010, cuando llegó por primera vez al cargo.
Entre un año y otro hubo un movimiento estudiantil que sorprendió a todos los analistas. Que cambió la agenda del gobierno y puso a todo Chile a discutir sobre educación. Que acaparó portadas en todo el mundo. Y que tuvo como rostro, como emblema y alma a la estudiante de Geografía, quien incluso viajó a Francia y Brasil porque "todos" querían conocerla. Entre un año y otro, Camila Vallejo se transformó en un símbolo.
Pero hubo cosas que no cambiaron. Como, por ejemplo, la que la tiene esa tarde de martes dando un discurso de campaña, su primera postulación como figura nacional, y jugándosela por completo para retener la FECh. Lo que tampoco cambió es que la oposición más fuerte a Camila y al Partido Comunista al interior de la universidad no viene, como podría pensarse, desde la derecha.
La amenaza, esta vez, está a su izquierda.
Avanzar sin partidos
Las palabras de Fabián Puelma retumban en el pequeño patio del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile. Es lunes por la tarde, y Fabián interviene en uno de los primeros debates de cara a las elecciones de la FECh, que se harán el 5 y 6 de diciembre. Los candidatos están sentados en unas sillas rojas de plástico y se las deben ingeniar para lidiar con los problemas de sonido.
"No es llegar y desaparecer y que otro venga y comience de nuevo. Hay ciertos códigos, todo un aprendizaje que no se transmite fácilmente de un período a otro. Sé cómo funciona el Parlamento, cómo opera el gobierno en muchas cosas, los medios de comunicación", dice Vallejo sobre su candidatura.
Puelma pertenece al movimiento "Las Armas de la Crítica" (LAC), de tendencia trotskista, que encabeza una de las nueve listas que postulan. Habla fuerte y apunta con el dedo a la candidata comunista: "Camila Vallejo y las Juventudes Comunistas apelan a mantener las conquistas del movimiento, pero si esto se obtuvo no fue gracias a Camila Vallejo, fue gracias a nuestra movilización".
Este año las elecciones de la FECh tienen más listas que nunca. Cuatro están a la izquierda del Partido Comunista: LAC, Luchar, Creando Izquierda y Nueva Izquierda Universitaria. A ellas se suman NACE (centroizquierda), Centro Derecha Universitaria y La Chile Para Todos (gremialista), además de La Cochina, lista alternativa que, con crítica y humor, interpela a los partidos y movimientos exigiéndoles acciones concretas.
Y esta izquierda es sumamente crítica con el PC: lo culpan de unirse con los partidos tradicionales para buscar salidas al conflicto. Vallejo lo vivió en carne propia el miércoles, durante otro foro en el campus Juan Gómez Millas. Al cierre de su intervención, un grupo de estudiantes comenzó a gritar: "El pueblo unido avanza sin partidos".
Todo en juego
El panorama afuera del teatro de la Universidad de Chile a las nueve de la noche del pasado lunes es éste: personas entrando y saliendo del metro Baquedano, un hombre con una gaita eléctrica y mucha gente que espera a otra gente. Camila Vallejo llega con su inconfundible banano negro y unas sandalias que dejan ver el primer efecto de la campaña: los pies rojos, después de hacer un "puerta a puerta" por las salas de la universidad. Son 500 personas por día, cerca de 10 minutos por sala.
La conversación seguirá en el segundo piso del bar Baquedano. Ahí, Camila explica por qué se convirtió en la primera presidenta de la FECh en 15 años que repostula.
"No es llegar y desaparecer y que otro venga y comience de nuevo. Hay ciertos códigos, todo un aprendizaje que no se transmite fácilmente de un período a otro. Sé cómo se han hecho las posturas de los estudiantes desde las regiones, desde las distintas fuerzas políticas, cómo funciona el Parlamento, cómo opera el gobierno en muchas cosas, los medios de comunicación… Además, en cualquier organización se requiere conocimiento para darle continuidad. Y cuando te cambian las caras así, rápido, por más que las ideas permanezcan, es complicado", dice.
Su compañero de lista, José Manuel Morales, añade otros conceptos. Cuenta que la señal de las Juventudes Comunistas postulando a Camila es que están dispuestos a poner todo en juego para lograr la continuidad del movimiento. Que el próximo año los temas nacionales seguirán siendo los que acaparen la atención y que, en ese escenario, Vallejo es claramente la mejor alternativa.
Hay una imagen que refleja ese análisis. En el video de la lista que encabeza Vallejo, lanzado el pasado jueves, hay un momento en que sus candidatos pasean por fuera del palacio de La Moneda. Una señal de que lo que está en juego es mucho más que una simple federación, y que quedaría ratificada por las palabras de Camila unos días después: "La responsabilidad de nuestra juventud es con el pueblo chileno, no solamente con nuestra universidad".
Puelma pertenece al movimiento "Las Armas de la Crítica" (LAC), de tendencia trotskista, que encabeza una de las nueve listas que postulan. Habla fuerte y apunta con el dedo a la candidata comunista: "Camila Vallejo y las Juventudes Comunistas apelan a mantener las conquistas del movimiento, pero si esto se obtuvo no fue gracias a Camila Vallejo, fue gracias a nuestra movilización".
Este año las elecciones de la FECh tienen más listas que nunca. Cuatro están a la izquierda del Partido Comunista: LAC, Luchar, Creando Izquierda y Nueva Izquierda Universitaria. A ellas se suman NACE (centroizquierda), Centro Derecha Universitaria y La Chile Para Todos (gremialista), además de La Cochina, lista alternativa que, con crítica y humor, interpela a los partidos y movimientos exigiéndoles acciones concretas.
Y esta izquierda es sumamente crítica con el PC: lo culpan de unirse con los partidos tradicionales para buscar salidas al conflicto. Vallejo lo vivió en carne propia el miércoles, durante otro foro en el campus Juan Gómez Millas. Al cierre de su intervención, un grupo de estudiantes comenzó a gritar: "El pueblo unido avanza sin partidos".
Todo en juego
El panorama afuera del teatro de la Universidad de Chile a las nueve de la noche del pasado lunes es éste: personas entrando y saliendo del metro Baquedano, un hombre con una gaita eléctrica y mucha gente que espera a otra gente. Camila Vallejo llega con su inconfundible banano negro y unas sandalias que dejan ver el primer efecto de la campaña: los pies rojos, después de hacer un "puerta a puerta" por las salas de la universidad. Son 500 personas por día, cerca de 10 minutos por sala.
La conversación seguirá en el segundo piso del bar Baquedano. Ahí, Camila explica por qué se convirtió en la primera presidenta de la FECh en 15 años que repostula.
"No es llegar y desaparecer y que otro venga y comience de nuevo. Hay ciertos códigos, todo un aprendizaje que no se transmite fácilmente de un período a otro. Sé cómo se han hecho las posturas de los estudiantes desde las regiones, desde las distintas fuerzas políticas, cómo funciona el Parlamento, cómo opera el gobierno en muchas cosas, los medios de comunicación… Además, en cualquier organización se requiere conocimiento para darle continuidad. Y cuando te cambian las caras así, rápido, por más que las ideas permanezcan, es complicado", dice.
Su compañero de lista, José Manuel Morales, añade otros conceptos. Cuenta que la señal de las Juventudes Comunistas postulando a Camila es que están dispuestos a poner todo en juego para lograr la continuidad del movimiento. Que el próximo año los temas nacionales seguirán siendo los que acaparen la atención y que, en ese escenario, Vallejo es claramente la mejor alternativa.
Hay una imagen que refleja ese análisis. En el video de la lista que encabeza Vallejo, lanzado el pasado jueves, hay un momento en que sus candidatos pasean por fuera del palacio de La Moneda. Una señal de que lo que está en juego es mucho más que una simple federación, y que quedaría ratificada por las palabras de Camila unos días después: "La responsabilidad de nuestra juventud es con el pueblo chileno, no solamente con nuestra universidad".
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