La prima y las rentabilidades exigidas a todos los tramos de la deuda se reducen tras la subasta del Tesoro.- El euro logra volver a superar los 1,30 dólares - Las Bolsas tratan de recuperarse tras caer un 5% en tres días
LUIS DONCEL / JUAN GÓMEZ - Madrid / Berlín - 15/12/2011
La deuda española está registrando hoy una relativa mejora gracias al buen resultado de la subasta del Tesoro, que ha emitido más de lo previsto con 6.000 millones con un importante recorte de los intereses en los bonos a cinco años. Así, tanto la prima de riesgo, que es el diferencial entre sus bonos a 10 años frente a los alemanes, como las rentabilidades exigidas a todos los bonos en el mercados. Tanto a 10 como a 5, 3 o 2 años.
En concreto, la prima bajaba al entorno de los 360 puntos básicos, unos 15 menos que ayer, mientras seguía aumentado la de Italia. En los bonos a dos y tres años, la mejora era de tal envergadura que su interés bajaba del 4% por primera vez desde octubre, antes de que los mercados empezaran a especular con una posibilidad, aunque remota, de ruptura de la eurozona. En cuanto a las divisas, el euro, que ayer dejó atrás el suelo de 1,3 dólares por primera vez desde enero, hoy ha logrado recuperar este nivel psicológico, pero no lograba dejar atrás la zona de mínimos.
Las Bolsas europeas, por su parte, trataban de recuperar con ligeras subidas parte de lo perdido en las tres últimas jornadas, en las que se han dejado un 5% -un 6% la de Milán-, aunque el rebote ha perdido fuelle a medida que avanzaba la sesión. A las 14.00, el selectivo español avanzaba un 0,86%, ligeramente por debajo del resto de plazas del Viejo Continente.
En su intervención de ayer en el Bundestag, la canciller alemana hizo honor una vez más a su apodo de Frau Nein (Señora No). Angela Merkel defendió que el acuerdo alcanzado en Bruselas asienta las bases para una "unión fiscal" que servirá para superar la crisis de la deuda y "pone las vías para subsanar los fallos de construcción" de la unión monetaria. Dijo no a aumentar por encima de 500.000 millones de euros el fondo de estabilidad permanente; y dijo no a la propuesta de emitir deuda conjunta para los 17 países del euro. El camino emprendido, aseguró, "es irrevocable".
Mientras Merkel mantenía en el Parlamento federal que la eurozona "puede salir fortalecida" de la crisis, la moneda común se despeñaba. En los tres días laborables que han transcurrido desde la cumbre, el euro se ha depreciado en torno al 3%. Las Bolsas europeas, tras dos días de fuertes descensos, ayer perdieron más del 2%.
"Los líderes europeos adoptaron medidas para solucionar asuntos del medio y largo plazo, pero al olvidarse de los problemas de financiación inmediatos ha provocado una decepción mayúscula", sintetizó Vicente Pallardó, del Instituto de Economía Internacional de Valencia. Se echa en falta, además, una estrategia que asegure el crecimiento de los países del sur con el que generar riqueza para pagar la deuda.
Resulta paradójico que sea la falta de credibilidad para salir de la crisis lo que esté debilitando al euro, ya esta pérdida de valor resulta beneficiosa para impulsar las exportaciones, uno de los pocos asideros que le queda a la economía europea. "Es cierto que es un efecto positivo, pero obedece al peor de los motivos", explica Pallardó. Las medidas de liquidez adoptadas por el BCE el jueves pasado también contribuyen a depreciar el euro. De fondo, en esta pérdida de valor late una sobrevaloración de la divisa europea que, según los expertos, se va a corregir lentamente. El analista Juan Ignacio Crespo se atreve incluso a hacer un pronóstico: una caída hasta el entorno de 0,85 dólares en los próximos dos años.
Todo el continente preocupa, pero ahora mismo el enfermo de Europa, el centro de todas las miradas, es Italia. Y ayer volvió a dar motivos para ello. Tras la subasta del lunes que se saldó con un precio altísimo, el Tesoro logró colocar 3.000 millones en bonos a cinco años. El pero, como ya es habitual, estuvo en el rendimiento: un 6,47%, el récord absoluto en más de 15 años. Además, la demanda en esta ocasión fue inferior a la de la última subasta similar, del pasado noviembre. El contagio en el mercado secundario fue instantáneo: la prima de riesgo se disparó. Italia tiene que ofrecer ahora un 6,8% de interés para encontrar inversores dispuestos a comprar sus bonos de diez años.
Para colmo de males, los planes de austeridad -como los que ha emprendido el Gobierno de Mario Monti y previsiblemente adoptará el español Mariano Rajoy tras ser nombrado presidente- amenazan con ahondar los problemas de crecimiento. Así lo reconoce el economista jefe del FMI. Olivier Blanchard dijo ayer que los esfuerzos de ahorro permitirán estabilizar la situación, pero añadió que considera "contraproducente" exigir a estos dos países una consolidación extrema, informaSandro Pozzi.
Y a los problemas de crecimiento se une la falta de crédito para regar al resto de la economía. El cierre de los mercados de crédito desde mayo obligó a la banca española a aumentar en noviembre en un 28% la petición de liquidez al BCE, informa Íñigo de Barrón. El dinero solicitado alcanzó los 97.970 millones, con lo que regresa a los niveles de septiembre de 2010. Lo más llamativo es que las peticiones de las entidades españolas suponen el 26% de todos los bancos de la zona euro. El peso español en el eurosistema es del 12%, por lo que el dinero solicitado supera con creces su relevancia.
Los expertos creen que esta petición tan fuerte de liquidez no se hubiera hecho si las entidades hubieran sabido que el próximo martes llegará una subasta del BCE a un plazo de tres años. "Esto quitará presión sobre la liquidez", dice un experto, que cree que servirá para que pidan dinero al BCE al 1% y lo inviertan en letras del Tesoro al 5%. "En el camino, sin ningún riesgo, los bancos ganarán 400 puntos básicos de margen. Mientras, la economía sigue seca sin nada de crédito", critica esta fuente que pide el anonimato.
En concreto, la prima bajaba al entorno de los 360 puntos básicos, unos 15 menos que ayer, mientras seguía aumentado la de Italia. En los bonos a dos y tres años, la mejora era de tal envergadura que su interés bajaba del 4% por primera vez desde octubre, antes de que los mercados empezaran a especular con una posibilidad, aunque remota, de ruptura de la eurozona. En cuanto a las divisas, el euro, que ayer dejó atrás el suelo de 1,3 dólares por primera vez desde enero, hoy ha logrado recuperar este nivel psicológico, pero no lograba dejar atrás la zona de mínimos.
Las Bolsas europeas, por su parte, trataban de recuperar con ligeras subidas parte de lo perdido en las tres últimas jornadas, en las que se han dejado un 5% -un 6% la de Milán-, aunque el rebote ha perdido fuelle a medida que avanzaba la sesión. A las 14.00, el selectivo español avanzaba un 0,86%, ligeramente por debajo del resto de plazas del Viejo Continente.
En su intervención de ayer en el Bundestag, la canciller alemana hizo honor una vez más a su apodo de Frau Nein (Señora No). Angela Merkel defendió que el acuerdo alcanzado en Bruselas asienta las bases para una "unión fiscal" que servirá para superar la crisis de la deuda y "pone las vías para subsanar los fallos de construcción" de la unión monetaria. Dijo no a aumentar por encima de 500.000 millones de euros el fondo de estabilidad permanente; y dijo no a la propuesta de emitir deuda conjunta para los 17 países del euro. El camino emprendido, aseguró, "es irrevocable".
Mientras Merkel mantenía en el Parlamento federal que la eurozona "puede salir fortalecida" de la crisis, la moneda común se despeñaba. En los tres días laborables que han transcurrido desde la cumbre, el euro se ha depreciado en torno al 3%. Las Bolsas europeas, tras dos días de fuertes descensos, ayer perdieron más del 2%.
"Los líderes europeos adoptaron medidas para solucionar asuntos del medio y largo plazo, pero al olvidarse de los problemas de financiación inmediatos ha provocado una decepción mayúscula", sintetizó Vicente Pallardó, del Instituto de Economía Internacional de Valencia. Se echa en falta, además, una estrategia que asegure el crecimiento de los países del sur con el que generar riqueza para pagar la deuda.
Resulta paradójico que sea la falta de credibilidad para salir de la crisis lo que esté debilitando al euro, ya esta pérdida de valor resulta beneficiosa para impulsar las exportaciones, uno de los pocos asideros que le queda a la economía europea. "Es cierto que es un efecto positivo, pero obedece al peor de los motivos", explica Pallardó. Las medidas de liquidez adoptadas por el BCE el jueves pasado también contribuyen a depreciar el euro. De fondo, en esta pérdida de valor late una sobrevaloración de la divisa europea que, según los expertos, se va a corregir lentamente. El analista Juan Ignacio Crespo se atreve incluso a hacer un pronóstico: una caída hasta el entorno de 0,85 dólares en los próximos dos años.
Todo el continente preocupa, pero ahora mismo el enfermo de Europa, el centro de todas las miradas, es Italia. Y ayer volvió a dar motivos para ello. Tras la subasta del lunes que se saldó con un precio altísimo, el Tesoro logró colocar 3.000 millones en bonos a cinco años. El pero, como ya es habitual, estuvo en el rendimiento: un 6,47%, el récord absoluto en más de 15 años. Además, la demanda en esta ocasión fue inferior a la de la última subasta similar, del pasado noviembre. El contagio en el mercado secundario fue instantáneo: la prima de riesgo se disparó. Italia tiene que ofrecer ahora un 6,8% de interés para encontrar inversores dispuestos a comprar sus bonos de diez años.
Para colmo de males, los planes de austeridad -como los que ha emprendido el Gobierno de Mario Monti y previsiblemente adoptará el español Mariano Rajoy tras ser nombrado presidente- amenazan con ahondar los problemas de crecimiento. Así lo reconoce el economista jefe del FMI. Olivier Blanchard dijo ayer que los esfuerzos de ahorro permitirán estabilizar la situación, pero añadió que considera "contraproducente" exigir a estos dos países una consolidación extrema, informaSandro Pozzi.
Y a los problemas de crecimiento se une la falta de crédito para regar al resto de la economía. El cierre de los mercados de crédito desde mayo obligó a la banca española a aumentar en noviembre en un 28% la petición de liquidez al BCE, informa Íñigo de Barrón. El dinero solicitado alcanzó los 97.970 millones, con lo que regresa a los niveles de septiembre de 2010. Lo más llamativo es que las peticiones de las entidades españolas suponen el 26% de todos los bancos de la zona euro. El peso español en el eurosistema es del 12%, por lo que el dinero solicitado supera con creces su relevancia.
Los expertos creen que esta petición tan fuerte de liquidez no se hubiera hecho si las entidades hubieran sabido que el próximo martes llegará una subasta del BCE a un plazo de tres años. "Esto quitará presión sobre la liquidez", dice un experto, que cree que servirá para que pidan dinero al BCE al 1% y lo inviertan en letras del Tesoro al 5%. "En el camino, sin ningún riesgo, los bancos ganarán 400 puntos básicos de margen. Mientras, la economía sigue seca sin nada de crédito", critica esta fuente que pide el anonimato.
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