La agencia de derechos humanos denuncia ejecuciones arbitrarias y el asesinato y la persecución de manifestantes y activistas
EFE Ginebra 2 DIC 2011 - 19:22 CET
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha vuelto a condenar hoy en términos enérgicos la represión de la revuelta antigubernamental en Siria, que ha costado la vida a más de 4.000 personas desde marzo pasado, según los datos de Naciones Unidas.
Reunido con carácter especial, el Consejo ha condenado las "generalizadas, sistemáticas y graves violaciones de los derechos humanos y libertades fundamentales por parte de las autoridades sirias" para reprimir las protestas opositoras en el país. Entre esas violaciones sistemáticas se destacan "las ejecuciones arbitrarias, el excesivo uso de la fuerza, el asesinato y persecución de manifestantes, activistas de derechos humanos y periodistas, las detenciones arbitrarias, las desapariciones forzadas, y la tortura y los malos tratos, incluso a niños".
La resolución de condena ha recibido el apoyo de 37 países, el rechazo de cuatro (China, Rusia, Ecuador y Cuba) y la abstención de seis (Angola, Bangladesh, Camerún, India, Filipinas y Uganda).
La denuncia se basa en un informe, presentado el lunes, de la comisión internacional de investigación, en el que tres expertos independientes constataron la comisión de crímenes contra la humanidad en la represión de las revueltas con la aquiescencia del Gobierno.
China y Rusia votan en contra de la resolución
El Consejo ha recomendado que los Estados miembros de Naciones Unidas y organizaciones regionales como la Liga Árabe "apoyen los esfuerzos para proteger a la población de Siria y ponga fin de inmediato a la grave violación de los derechos humanos".
El informe será enviado al secretario general de la ONU, Ban ki-moon, que lo transmitirá a todos los órganos relevantes de la organización para que emprendan "una acción apropiada".
La resolución, elaborada por Polonia en nombre de la Unión Europea, no ha tenido un lenguaje tan contundente como esperaban algunas delegaciones, que apoyaban instar al Consejo de Seguridad de la ONU a actuar, ya que el objetivo principal era sumar el mayor número posible de apoyos al texto, según dijeron fuentes diplomáticas.
La embajadora estadounidense, Eileen Chamberlain Donahoe, ha reconocido que se ha buscado una "solución de compromiso" para tratar de recabar el mayor número posible de apoyos a la resolución.
"Siempre hay compensaciones y compromisos. En este caso a EEUU le gustaría ver la resolución más atrevida posible sobre la situación de los derechos humanos en Siria, pero la solución de compromiso es necesaria para conseguir el apoyo más extenso", dijo Donahoe.
No obstante, el Consejo de Derechos Humanos subrayó y dio por ciertas las informaciones sobre la brutalidad de la represión a cargo del régimen de Bachar el Asad desde el pasado mes de marzo.
El texto será remitido a Ban Ki-moon para que inste una "acción apropiada"
Esas acciones fueron cometidas "contra civiles en ciudades y pueblos de todo el país" y tuvieron una naturaleza "repetitiva y coordinada", bajo el mando de altos cargos del Ejército, según se lee en la resolución aprobada por este organismo de laONU.
El texto condena asimismo la "extensiva violación de los derechos de los niños, incluidos los asesinatos de menores durante manifestaciones y la violencia sexual contra civiles por parte de las fuerzas de seguridad, incluidos hombres detenidos y niños".
Asimismo, reitera la "necesidad de terminar con la impunidad y de procesar a los responsables de violaciones de los derechos humanos, incluso los considerables como crímenes contra la humanidad".
El embajador sirio, Faisal al Hamwi, aseguró que las conclusiones del informe de la comisión de investigación sobre el que se basa la resolución aprobada "carecen de objetividad y credibilidad" y solo sirven "para echar más leña al fuego" enSiria.
Al Hamwi criticó que no se pida a las fuerzas de oposición que detengan sus acciones armadas o que establezcan un proceso de diálogo con el Gobierno e insistió en que Damasco ha puesto en marcha un proceso de reforma política, que verá sus primeros resultados concretos "entre los meses de febrero y marzo".
Siria recibió el apoyo del grupo de países de la Alianza Bolivariana para las Pueblos de América (ALBA), formada por Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, Dominica y Antigua y Barbuda. El nuevo embajador de Ecuador, Luis Gallegos, intervino en nombre del ALBA y declaró que detrás de la resolución que estudia el Consejo de Derechos Humanos está "la pretensión de interferencia en asuntos internos, sin buscar el diálogo" de algunos países.
Valeri Loshinin, embajador de Rusia, denunció que "el conflicto sigue siendo alimentado por fuerzas del extranjero" y que son "grupos extremistas y terroristas mantenidos con dinero y armas del exterior" quienes atizan la inestabilidad en el país.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha vuelto a condenar hoy en términos enérgicos la represión de la revuelta antigubernamental en Siria, que ha costado la vida a más de 4.000 personas desde marzo pasado, según los datos de Naciones Unidas.
Reunido con carácter especial, el Consejo ha condenado las "generalizadas, sistemáticas y graves violaciones de los derechos humanos y libertades fundamentales por parte de las autoridades sirias" para reprimir las protestas opositoras en el país. Entre esas violaciones sistemáticas se destacan "las ejecuciones arbitrarias, el excesivo uso de la fuerza, el asesinato y persecución de manifestantes, activistas de derechos humanos y periodistas, las detenciones arbitrarias, las desapariciones forzadas, y la tortura y los malos tratos, incluso a niños".
La resolución de condena ha recibido el apoyo de 37 países, el rechazo de cuatro (China, Rusia, Ecuador y Cuba) y la abstención de seis (Angola, Bangladesh, Camerún, India, Filipinas y Uganda).
La denuncia se basa en un informe, presentado el lunes, de la comisión internacional de investigación, en el que tres expertos independientes constataron la comisión de crímenes contra la humanidad en la represión de las revueltas con la aquiescencia del Gobierno.
China y Rusia votan en contra de la resolución
El Consejo ha recomendado que los Estados miembros de Naciones Unidas y organizaciones regionales como la Liga Árabe "apoyen los esfuerzos para proteger a la población de Siria y ponga fin de inmediato a la grave violación de los derechos humanos".
El informe será enviado al secretario general de la ONU, Ban ki-moon, que lo transmitirá a todos los órganos relevantes de la organización para que emprendan "una acción apropiada".
La resolución, elaborada por Polonia en nombre de la Unión Europea, no ha tenido un lenguaje tan contundente como esperaban algunas delegaciones, que apoyaban instar al Consejo de Seguridad de la ONU a actuar, ya que el objetivo principal era sumar el mayor número posible de apoyos al texto, según dijeron fuentes diplomáticas.
La embajadora estadounidense, Eileen Chamberlain Donahoe, ha reconocido que se ha buscado una "solución de compromiso" para tratar de recabar el mayor número posible de apoyos a la resolución.
"Siempre hay compensaciones y compromisos. En este caso a EEUU le gustaría ver la resolución más atrevida posible sobre la situación de los derechos humanos en Siria, pero la solución de compromiso es necesaria para conseguir el apoyo más extenso", dijo Donahoe.
No obstante, el Consejo de Derechos Humanos subrayó y dio por ciertas las informaciones sobre la brutalidad de la represión a cargo del régimen de Bachar el Asad desde el pasado mes de marzo.
El texto será remitido a Ban Ki-moon para que inste una "acción apropiada"
Esas acciones fueron cometidas "contra civiles en ciudades y pueblos de todo el país" y tuvieron una naturaleza "repetitiva y coordinada", bajo el mando de altos cargos del Ejército, según se lee en la resolución aprobada por este organismo de laONU.
El texto condena asimismo la "extensiva violación de los derechos de los niños, incluidos los asesinatos de menores durante manifestaciones y la violencia sexual contra civiles por parte de las fuerzas de seguridad, incluidos hombres detenidos y niños".
Asimismo, reitera la "necesidad de terminar con la impunidad y de procesar a los responsables de violaciones de los derechos humanos, incluso los considerables como crímenes contra la humanidad".
El embajador sirio, Faisal al Hamwi, aseguró que las conclusiones del informe de la comisión de investigación sobre el que se basa la resolución aprobada "carecen de objetividad y credibilidad" y solo sirven "para echar más leña al fuego" enSiria.
Al Hamwi criticó que no se pida a las fuerzas de oposición que detengan sus acciones armadas o que establezcan un proceso de diálogo con el Gobierno e insistió en que Damasco ha puesto en marcha un proceso de reforma política, que verá sus primeros resultados concretos "entre los meses de febrero y marzo".
Siria recibió el apoyo del grupo de países de la Alianza Bolivariana para las Pueblos de América (ALBA), formada por Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, Dominica y Antigua y Barbuda. El nuevo embajador de Ecuador, Luis Gallegos, intervino en nombre del ALBA y declaró que detrás de la resolución que estudia el Consejo de Derechos Humanos está "la pretensión de interferencia en asuntos internos, sin buscar el diálogo" de algunos países.
Valeri Loshinin, embajador de Rusia, denunció que "el conflicto sigue siendo alimentado por fuerzas del extranjero" y que son "grupos extremistas y terroristas mantenidos con dinero y armas del exterior" quienes atizan la inestabilidad en el país.
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