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JULIO M. LÁZARO Madrid 1 MAR 2012 - 13:36 CET
El abogado del juez Baltasar Garzón, Gonzalo Martínez-Fresneda, ha solicitado al tribunal que juzgó a su cliente por investigar los crímenes del franquismo que “aclare y complete la sentencia” exponiendo los motivos por los que rechazó las “cuestiones previas” sobre nulidad de actuaciones planteadas al principio del juicio. El escrito recuerda que el pasado 31 de enero, la sala rechazó las cuatro “cuestiones previas” esgrimidas por la defensa de Garzón, tres de las cuales fueron apoyadas por el fiscal. Pero en la resolución que las rechazaba se remitió a su “posterior desarrollo argumental en la sentencia definitiva”, y sin embargo, la sentencia dejó sin desarrollar ese argumento.
La primera y más debatida de las cuestiones previas se refería a la actuación del juez instructor, Luciano Varela, de dar instrucciones a Manos Limpias y Falange Española de las JONS para que corrigieran sus escritos de acusación, copiados casi literalmente de un auto del propio Varela. La defensa y el fiscal pidieron la nulidad de todo lo actuado, dado que, según la defensa, Varela habría tomado “partido a favor de una de las partes”.
La intervención del fiscal Luis Navajas sobre este punto fue memorable: “No he visto nada igual en 36 años de carrera”, dijo. Según el fiscal, Varela “devolvió el toro a los toriles porque el morlaco no estaba bien presentado para torearse en una plaza de primera”. Con esa actuación, Varela “coadyuvó a reconstruir lo absolutamente irreconstruible”, remató el fiscal.
Además, Martínez-Fresneda se quejó de que Varela le hubiese denegado todas las pruebas solicitadas, generando “indefensión” a su cliente, y de que no se hubiese aplicado a Garzón la conocida como doctrina Botín, según la cual, la acusación popular de Manos Limpias no estaba legitimada para promover en solitario la apertura del juicio oral, dado que el fiscal no acusaba a Garzón. Sin embargo, nada de todo esto se citaba en la sentencia que absolvió a Garzón el pasado lunes. Y dado que el rechazo a las cuestiones previas fue acordado por una mayoría de cuatro votos a tres, la defensa se queja de que se le haya privado “del conocimiento de las opiniones discrepantes”.
El abogado de Garzón cita el artículo 267.5 de la ley orgánica judicial que ordena completar las sentencias en las que se hubiese “omitido manifiestamente” pronunciamientos relativos al proceso y dice que dado que el Supremo incorpora a su sentencia el voto particular del juez José Manuel Maza, partidario de condenar a Garzón, “también deberían incorporarse” las opiniones de los que entendían que el juicio no debería haberse celebrado, por posible vulneración de los derechos fundamentales de Garzón.
Martínez-Fresneda opina que aunque la sentencia haya sido absolutoria, la vulneración de derechos fundamentales “tiene su trascendencia constitucional y para la defensa, son “relevantes” esas opiniones. “Al menos tan relevantes como la publicación de las opiniones discrepantes a favor de la condena”.
El abogado del juez Baltasar Garzón, Gonzalo Martínez-Fresneda, ha solicitado al tribunal que juzgó a su cliente por investigar los crímenes del franquismo que “aclare y complete la sentencia” exponiendo los motivos por los que rechazó las “cuestiones previas” sobre nulidad de actuaciones planteadas al principio del juicio. El escrito recuerda que el pasado 31 de enero, la sala rechazó las cuatro “cuestiones previas” esgrimidas por la defensa de Garzón, tres de las cuales fueron apoyadas por el fiscal. Pero en la resolución que las rechazaba se remitió a su “posterior desarrollo argumental en la sentencia definitiva”, y sin embargo, la sentencia dejó sin desarrollar ese argumento.
La primera y más debatida de las cuestiones previas se refería a la actuación del juez instructor, Luciano Varela, de dar instrucciones a Manos Limpias y Falange Española de las JONS para que corrigieran sus escritos de acusación, copiados casi literalmente de un auto del propio Varela. La defensa y el fiscal pidieron la nulidad de todo lo actuado, dado que, según la defensa, Varela habría tomado “partido a favor de una de las partes”.
La intervención del fiscal Luis Navajas sobre este punto fue memorable: “No he visto nada igual en 36 años de carrera”, dijo. Según el fiscal, Varela “devolvió el toro a los toriles porque el morlaco no estaba bien presentado para torearse en una plaza de primera”. Con esa actuación, Varela “coadyuvó a reconstruir lo absolutamente irreconstruible”, remató el fiscal.
Además, Martínez-Fresneda se quejó de que Varela le hubiese denegado todas las pruebas solicitadas, generando “indefensión” a su cliente, y de que no se hubiese aplicado a Garzón la conocida como doctrina Botín, según la cual, la acusación popular de Manos Limpias no estaba legitimada para promover en solitario la apertura del juicio oral, dado que el fiscal no acusaba a Garzón. Sin embargo, nada de todo esto se citaba en la sentencia que absolvió a Garzón el pasado lunes. Y dado que el rechazo a las cuestiones previas fue acordado por una mayoría de cuatro votos a tres, la defensa se queja de que se le haya privado “del conocimiento de las opiniones discrepantes”.
El abogado de Garzón cita el artículo 267.5 de la ley orgánica judicial que ordena completar las sentencias en las que se hubiese “omitido manifiestamente” pronunciamientos relativos al proceso y dice que dado que el Supremo incorpora a su sentencia el voto particular del juez José Manuel Maza, partidario de condenar a Garzón, “también deberían incorporarse” las opiniones de los que entendían que el juicio no debería haberse celebrado, por posible vulneración de los derechos fundamentales de Garzón.
Martínez-Fresneda opina que aunque la sentencia haya sido absolutoria, la vulneración de derechos fundamentales “tiene su trascendencia constitucional y para la defensa, son “relevantes” esas opiniones. “Al menos tan relevantes como la publicación de las opiniones discrepantes a favor de la condena”.
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