EDUARDO S. MOLANO / ABC.ESEDUARDOSMOLANO / NAIROBI/ MADRID Día 09/03/2012 - 14.29h
«Vamos a hacer famoso a Joseph Kony». Con ese claro objetivo la ONG Invisible Children (niños invisibles) lanzaba hace pocos días la campaña «Kony 2012», dirigida fundamentalmente a «publicitar» en las redes sociales al criminal más buscado del mundo, acusado en 2005 de crímenes contra la Humanidad por el Tribunal Penal Internacional y reclamado desde entonces por La Haya. A Kony, líder del grupo paramilitar ugandés Ejército de Resistencia del Señor, se le acusa del secuestro de más de 20.000 niños y niñas a los convertía posteriormente en guerrilleros.
«Si la gente supiera quién es, ya lo habrían detenido», asegura Russell
Y parece haberlo conseguido de largo. El vídeo colgado en el perfil de YouTube de la citada organización acumula en apenas cinco días más de 50 millones de visitas. Los hashtags (etiquetas para clasificar un tema determinado) en Twitter #stopkony y #kony2012 se convirtieron este jueves en «trending topics», esto es, se situaron entre los términos más utilizados por los usuarios de la plataforma en todo el mundo. Y, por supuesto, la campaña se extiende también a Facebook, donde «ahora hay más gente conectada de la que había hace dos siglos en el mundo entero. Eso cambia la forma en que nos comunicamos», en palabras del fundador de Invisible Children, Jason Russell.
Russell se pregunta en el vídeo (aquí con subtítulos en catellano), de casi media hora de duración, «¿por qué nadie hace nada?» para atrapar a Kony. «Si la gente supiera quién es, ya lo habrían detenido». Y aquí lanza su órdago el responsable de la ONG: «Planteamos un reto, queremos que arresten a Joseph Kony antes del 31 de diciembre de 2012, fecha en la que este vídeo dejará de funcionar».
«Vamos a hacer famoso a Joseph Kony». Con ese claro objetivo la ONG Invisible Children (niños invisibles) lanzaba hace pocos días la campaña «Kony 2012», dirigida fundamentalmente a «publicitar» en las redes sociales al criminal más buscado del mundo, acusado en 2005 de crímenes contra la Humanidad por el Tribunal Penal Internacional y reclamado desde entonces por La Haya. A Kony, líder del grupo paramilitar ugandés Ejército de Resistencia del Señor, se le acusa del secuestro de más de 20.000 niños y niñas a los convertía posteriormente en guerrilleros.
«Si la gente supiera quién es, ya lo habrían detenido», asegura Russell
Y parece haberlo conseguido de largo. El vídeo colgado en el perfil de YouTube de la citada organización acumula en apenas cinco días más de 50 millones de visitas. Los hashtags (etiquetas para clasificar un tema determinado) en Twitter #stopkony y #kony2012 se convirtieron este jueves en «trending topics», esto es, se situaron entre los términos más utilizados por los usuarios de la plataforma en todo el mundo. Y, por supuesto, la campaña se extiende también a Facebook, donde «ahora hay más gente conectada de la que había hace dos siglos en el mundo entero. Eso cambia la forma en que nos comunicamos», en palabras del fundador de Invisible Children, Jason Russell.
Russell se pregunta en el vídeo (aquí con subtítulos en catellano), de casi media hora de duración, «¿por qué nadie hace nada?» para atrapar a Kony. «Si la gente supiera quién es, ya lo habrían detenido». Y aquí lanza su órdago el responsable de la ONG: «Planteamos un reto, queremos que arresten a Joseph Kony antes del 31 de diciembre de 2012, fecha en la que este vídeo dejará de funcionar».
«Para que sea detenido», termina Russell, «hay que encontrarlo. Para encontrarlo, hace falta tecnología y soldados que lo busquen. Para que el Gobierno de EE.UU. envíe soldados, necesitamos que la gente sepa quién es y quiera capturarlo, ajusticiarlo. Kony debe estar en todas partes, vamos a hacer famoso a Joseph Kony».
Clásica «moralina»
Sin embargo, pese a su éxito en las redes sociales, entre los académicos y especialistas del continente africano, la campaña #Kony2012 tan solo despertado críticas y reproches. Sobre todo, por tratarse de un claro ejemplo de la clásica «moralina del blanco mesiánico y salvador» y por difundir una visión simplista (en ocasiones casi infantil) del conflicto.
Primero, porque la campaña se centra, casi en exclusiva, en proyectos en Uganda -a pesar de queel LRA fue expulsado de este país hace ya varios años. Segundo, porque promueve la militarización del territorio por parte de tropas de Estados Unidos. Y tercero, ante los claroscuros que ofrece Invisible Children: De los 14 millones de dólares que ingresa la compañía anualmente, la mitad se dedica a la producción de películas y el otro 50%, tan solo, a propuestas sobre el terreno.
Rosebell Kagumire, una de las mayores especialistas sobre Uganda (local, eso sí) lo resume de la siguiente forma: «La guerra es mucho más compleja que un hombre llamado Joseph Kony».
Sin embargo, pese a su éxito en las redes sociales, entre los académicos y especialistas del continente africano, la campaña #Kony2012 tan solo despertado críticas y reproches. Sobre todo, por tratarse de un claro ejemplo de la clásica «moralina del blanco mesiánico y salvador» y por difundir una visión simplista (en ocasiones casi infantil) del conflicto.
Primero, porque la campaña se centra, casi en exclusiva, en proyectos en Uganda -a pesar de queel LRA fue expulsado de este país hace ya varios años. Segundo, porque promueve la militarización del territorio por parte de tropas de Estados Unidos. Y tercero, ante los claroscuros que ofrece Invisible Children: De los 14 millones de dólares que ingresa la compañía anualmente, la mitad se dedica a la producción de películas y el otro 50%, tan solo, a propuestas sobre el terreno.
Rosebell Kagumire, una de las mayores especialistas sobre Uganda (local, eso sí) lo resume de la siguiente forma: «La guerra es mucho más compleja que un hombre llamado Joseph Kony».
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