El juez Baltasar Garzón (al centro). / CEZARO DE LUCA (EFE)
La Asamblea Legislativa de Argentina ha ovacionado esta mañana en la apertura de sus sesiones ordinarias a Baltasar Garzón, de visita en Buenos Aires.
"Nos honra con su presencia", ha dicho la presidenta argentina, Cristina Fernández, al nombrar a Garzón en el inicio de su discurso de apertura del nuevo período parlamentario. Parlamentarios e invitados, puestos en pie, han brindado un aplauso cerrado a Garzón, expulsado el pasado 20 de febrero de la carrera judicial tras haber sido juzgado y condenado a 11 años de inhabilitación por haber ordenado escuchas de conversaciones entre los acusados de corrupción en el caso Gurtel y sus abogados. La presidenta ha calificado de "afrenta a la justicia universal" la condena del Supremo a Garzón. El congreso argentino respondió con una ovación de pie.
Fernández ha reconocido al exjuez "en nombre de millones de argentinos, su rol en la defensa de los derechos humanos", que es uno de los "puntales", dijo, de la política del Gobierno argentino."En los países desarrollados se puede procesar a los tiranuelos de los países emergentes, de las republiquetas, como nos consideran", ha dicho ante el pleno del Congreso.
"Su juzgamiento por haber intentado desvelar la tragedia del franquismo, los asesinatos y desapariciones del franquismo, es una afrenta para la justicia universal que muchos dicen defender cuando se trata de países que ellos consideran de segunda", argumentó la presidenta
Garzón, que ganó fama internacional por ordenar la detención del exdictador chileno Augusto Pinochet y por procesar a algunos represores argentinos, está previsto que se reúna en Buenos Aires con víctimas de las dictaduras argentina y española.
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