El primer ministro ruso, Vladimir Putin, favorito en las elecciones presidenciales, y su esposa, Liudmila, reciben su boleta este domingo 4 de marzo en un centro de votación en Moscú
Por Por Luc Perrot | AFP – Hace 58 minutos
El hombre fuerte de Rusia, Vladimir Putin, regresará al Kremlintras obtener este domingo la victoria en unas elecciones "abiertas y honestas", según él, pero cuestionadas por la oposición que las calificó de "fraudulentas" e "ilegítimas".
Según los resultados divulgados por la comisión electoral, Putin logró el 64,39% de los votos, una vez escrutado el 50% de los colegios electorales.
El comunista Ziuganov llega en segunda posición con el 17,13% de los votos.
En tercer lugar, el multimillonario Mijáil Projorov (6,97%) adelantó por poco al populista Vladimir Jirinovski (6,71%) y superaba también al centrista, próximo al Kremlin, Serguei Mironov (3,72%).
"Hemos ganado en una batalla abierta y honesta", declaró Putin, con lágrimas en los ojos, según imágenes difundidas en directo por la televisión rusa, ante más de 110.000 seguidores que se concentraron cerca de la plaza Roja para festejar la victoria.
"Nuestros electores saben diferenciar entre el deseo de renovación y las provocaciones políticas cuyo objetivo es destruir nuestro Estado y usurpar el poder", añadió en clara referencia al movimiento de contestación sin precedentes contra su régimen activo desde hace tres meses.
Vladimir Putin, que regresa al Kremlin para un tercer mandato, tras los dos logrados en 2000 y 2008, estaba acompañado por el presidente saliente, Dimitri Medvedev, que renunció a su reelección para permitir a su mentor el regreso al Kremlin, estimó por su parte que "el país y cada uno de nosotros necesitábamos esta victoria".
"¡No dejaremos que nos arrebaten nuestra victoria!", exclamó.
La oposición, que convocó una gran manifestación para el lunes por la noche en la capital rusa, denunció unas elecciones "fraudulentas" e "ilegítimas".
El candidato comunista, Guenadi Ziuganov estimó que la elección fue "un robo, absolutamente deshonesta e indigna". "No reconocemos estas elecciones", agregó.
Para Vladimir Rijkov, uno de los organizadores de las manifestaciones opositoras de diciembre, "estas elecciones no se pueden considerar legítimas". "Mañana por la mañana habremos contabilizado 20.000, 30.000 casos de fraude", denunció en la televisión estatal.
Antes incluso del cierre de las urnas, representantes de algunos candidatos, opositores, las organizaciones de observación electoral Golos y la Liga de Electores, así como medios independientes señalaron numerosos fraudes en las elecciones.
La página en internet control2012.ru, que registra las infracciones observadas por la Liga de los Electores, el partido Iabloko y los partidarios de Projorov, había contado por la noche más de 5.200 irregularidades, incluidos 327 casos de "transporte masivo de electores" para que voten en grupo y 114 casos de urnas con votos falsos.
Un periodista de la AFP vio en la plaza Bolotnaya de Moscú a más de un centenar de autobuses que llevaron a la capital a miles de jóvenes procedentes de otras regiones, quienes reconocieron que votarían por Putin.
El jefe de la comisión electoral de Moscú, Valentin Gorbunov, rechazó las acusaciones, estimando que quienes las formulaban probablemente habían sido pagados, retomando el discurso del poder que acusa a la oposición de estar financiada por Occidente.
Una coalición de liberales, nacionalistas y personalidades de la cultura y de los medios de comunicación movilizó en los últimos tres meses a decenas de miles de personas en manifestaciones en Moscú y en otras ciudades del país con el lema "Rusia sin Putin".
El poder había asegurado que los comicios serían libres y democráticos, después de que las falsificaciones denunciadas en las legislativas de diciembre desencadenaran una oleada de protesta sin precedentes desde 2000.
Las calles de Moscú estaban tomadas por 36.000 soldados y policías para evitar cualquier foco de contestación.
La tasa de participación se situó en el 64%, según las últimas cifras provisionales de la comisión electoral.
Unos 109 millones de electores estaban convocados a las urnas en Rusia, un país con nueve husos horarios.
Tres policías murieron en un ataque a una oficina de voto en la región caucásica de Daguestán, tras el cierre de las urnas, anunció la policía. Un acto que sigue poniendo de manifiesto la violencia que reina en esa región del sur del país.
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