Romney se impone en Hawai y en la Samoa estadounidense, mientras Gingrich sale como el gran derrotado
E. J. BLASCO / CORRESPONSAL EN WASHINGTON
Día 14/03/2012 - 13.11h
Rick Santorum se impuso esta madrugada en las primarias celebradas en los conservadores estados de Alabama y Misisipi, en una cerrada competición con Newt Gingrich y Mitt Romney, con el voto muy repartido entre los tres. Romney ha ganado en Hawai, que concede 20 delegados y en la Samoa Americana, que otorga 9.
El triunfo de Santorum en los dos estados sureños le fortalece en su pulso con Romney, quien de haberse impuesto en alguno de lo dos podía haber dado un paso más claro hacia la nominación, por la importancia simbólica de poner un pie en esa parte de EE.UU. De todos modos, en el reparto de delegados, que en el caso de Alabama y Misisipi era proporcional, Romney siguió aumentando la amplia ventaja que tiene sobre Santorum.
En Misisipi, Santorum obtuvo el 32,9% de los votos, Gingrich el 31,5%, Romney el 30,2% y Paul el 4,4%. En Alabama, Santorum venció al lograr un 34,9%, seguido de Gingrich con el 29,6%, Romney con el 28,3% y Paul con el 5%.
Santorum venció contra pronóstico en dos lugares que se creían más terreno de Gingrich, quien en esta carrera de las primarias solo ha ganado en dos estados, precisamente otros dos del llamado sur profundo, su natal Georgia y Carolina del Sur. Con una mayor derrota esta madrugada, Gingrich estaba condenado a tirar la toalla, pero al hacer quedado a no gran distancia del ganador seguirá en la carrera. Al menos hasta que el día 24 llegue la votación de Luisiana, otro estado sureño.
Las últimas encuestas habían indicado la posibilidad de una victoria de Romney en Misisipi, y su equipo la dio casi por segura. A pesar de no conseguirla, el hecho de un resultado ajustado entre los tres candidatos le garantiza que Santorum y Gingrich seguirá enfrentándose, dividiendo el voto conservador. Esa división estuvo cerca de darle el triunfo a Romney en Misisipi y Alabama.
Las próximas contiendas son la del sábado en Misuri, que ya semanas atrás celebró unas primarias «de prueba» en las que ganó Santorum, y la del próximo martes en Ilinois, donde Romney tiene que ganar para garantizar que su campaña no se desmorone.
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