jueves, 14 de febrero de 2013

El abogado del «prisionero X» achaca su suicidio a los interrogatorios israelíes

AFP
La imagen del supuesto agente del Mossad Ben Zygier, en la prensa australian

El supuesto espía habría sido amenazado con una larga condena y con ser separado de su familia por revelar detalles de una misión. Tel Aviv admite la existencia del reo, sin confirmar si se trata del australiano Ben Zygier

SUSANA MENDOZA / CORRESPONSAL EN JERUSALÉN
Día 14/02/2013 - 16.25h

El gobierno admitió el miércoles que el conocido como prisionero X sí existió y que tenía otra nacionalidad aparte de la israelí, mientras que los medios israelíes van desgranando las razones que llevaron al encarcelamiento y posterior suicidio del que se supone era el preso sin nombre, el australiano Ben Zygier.

Una vez levantado este martes el secreto de sumario que pesaba sobre el caso desde 2010, la prensa internacional e israelí trabaja ahora febrilmente por sacar a la luz los detalles de la rocambolesca historia. Zygier fue, según los medios, un agente del Mossad que participó en varias operaciones contra objetivos terroristas y que fue encarcelado cuando quiso revelar información sobre los métodos de la agencia israelí.

El periódico kuwaití «Al-Jarida», asegura incluso que Zygier, también conocido como Ben Allen, participó en el asesinato en Dubai de uno de los líderes de Hamás, Mahmud al Mabhuh. La coincidencia de fechas ha abierto las especulaciones sobre si el joven espía fue detenido en relación a la muerte del terrorista.

Al Mahboud fue asesinado en enero de 2010, mientras que Zygier se suicidó en su solitaria celda en diciembre de ese mismo año. La muerte del líder de Hamás levantó la indignación internacional, ya que los asesinos, que pertenecían al Mossad según las autoridades dubaitíes, utilizaron pasaportes de varias nacionalidades.

Supuestas revelaciones

Según «Al-Jarida», Zygier delató a la agencia israelí ante el gobierno de Dubai y desveló que se habían utilizado pasaportes australianos para cometer el crímen, por lo que fue capturado por Israel, y encarcelado en una prisión cerca de Tel Aviv, en completo aislamiento y con cámaras de vigilancia las 24 horas del día.

El comunicado del ministerio de Justicia afirma que el detenido «fue encontrado muerto hace dos años aproximadamente en su celda» y, a pesar de que ésta estaba vigilada continuamente, se concluyó que su muerte «fue un suicidio».

El abogado de Zygier, Avigdor Feldman, ha asegurado a los medios israelíes que lo que llevó al suicidio fueron los métodos utilizados para interrogarle. El joven habría sido sometido a una secuencia continua de interrogatorios en los que se le prometía una condena extensa y que se le separaría de su familia y la comunidad judía.

Feldman también aseguró que Zygier negó todas las acusaciones y se preparaba llegar a un acuerdo sobre su condena.

Fue la cadena australiana de televisión ABC la que hizo saltar la liebre esta semana cuando emitió un reportaje sobre Zygier, que dio lugar a un pulso entre los principales editores israelíes contra el gobierno, para que se levantase el draconiano secreto de sumario.

La indignación de los israelíes sube como la espuma mientras van apareciendo más detalles sobre el llamado «prisionero X», un caso que muchos comparan con la represión de la Unión Soviética o las «desaparaciones» de opositores durante la dictadura argentina.

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