Temblor y rigidez muscular son algunos de los síntomas de la enfermedad
DÍA MUNDIAL DE LA ENFERMEDAD
Afecta a 150 mil personas en España. Uno de cada cinco enfermos es menor de 50 años
ABC.ES / MADRID
Día 11/04/2013 - 11.06h
Hoy se conmemora el Día Mundial del Párkinson, una enfermedad que afecta al sistema nervioso en el área encargada de coordinar la actividad, el tono muscular y los movimientos. Se estima que 150 mil españoles padecen esta enfermedad para la cual no hay cura. Contra el mito extendido de que sólo afecta a los mayores, uno de cada cinco enfermos es menor de 50 años.
El párkinson es consecuencia de la degeneración de los ganglios basales, áreas neuronales específicas situadas en la base del cerebro. El principal neurotransmisor de estas neuronas es la dopamina, que se halla en una cantidad muy deficiente en los enfermos.
En su página web, la Federación Española de Párkinson enumera los síntomas más frecuentes. No siempre se presentan juntos, pero puede darse cualquier combinación de éstos. La asociación de dos o más síntomas se denomina parkinsonismo.
- El temblor en reposo. Está presente en alrededor de un 70% de los pacientes. Se presenta de forma característica durante el reposo, ya que desaparece al adoptar una postura o al ejecutar una acción. Afecta sobre todo a las extremidades superiores y con menor frecuencia a las extremidades inferiores, labios, lengua o mentón. Es importante señalar que hay muchas causas de temblor y que no todas las personas con temblor padecen párkinson.
-La lentitud de movimientos. De manifiesto en fases iniciales de la enfermedad con actividades que requieren cierta habilidad o precisión como escribir, coser o afeitarse. Sin embargo y a medida que avanza la enfermedad, se puede hacer más evidente y aparecer en actividades de menos precisión como abrocharse un botón o pelar una fruta.
-La rigidez o aumento de tono muscular. Consiste en la resistencia a la realización del movimiento pasivo, tanto flexor como extensor de las extremidades. Al principio puede no ser advertida por el enfermo como tal y referir exclusivamente dolor a nivel de cuello, espalda u hombros o incluso calambres musculares debidos a la postura estática y flexionada de las articulaciones. Esta rigidez suele ser más evidente en las zonas distales de las extremidades (tobillo y muñeca) aunque también se observa en zonas intermedias (como codos o rodillas).
-Los trastornos posturales. Pueden ser iniciales, aunque lo habitual es que aparezcan en las fases avanzadas del proceso. La postura habitual del paciente tiende a la flexión del tronco, de la cabeza y de las cuatro extremidades. La marcha también se altera, con tendencia a la propulsión y a realizar pasos cortos. En períodos avanzados de la enfermedad, el paciente puede presentar bloqueos de la marcha con pasos pequeños sin apenas desplazamiento y con una gran inestabilidad para girar. Estos bloqueos de la marcha pueden dar lugar fácilmente a caídas. Los trastornos posturales y de la marcha aumentan en los lugares estrechos (pasillos, umbrales de las puertas) y mejoran en los amplios y poco concurridos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario