TRAGEDIA EN EE UU
Una portavoz del departamento de salud del Estado cifra en 91 los fallecidos, 20 de ellos niños
Hay más de 200 heridos y centenares de casas destruidas
El presidente Obama declara zona de desastre el Estado afectado
Los bomberos buscan los cuerpos de más de 20 niños en un colegio
CAROLINA GARCÍA Washington 21 MAY 2013 - 12:45 CET
Un tornado de categoría EF4 —la segunda máxima en la escala Fujita— con casi dos kilómetros de diámetro, con vientos de más de 300 kilómetros por hora y que ha sido descrito como “masivo y mortal” por el Centro de Predicción de Tormentas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), ha arrasado este lunes las afueras de Oklahoma City, sobre todo la localidad de Moore, causando la muerte de al menos 91 personas, 20 de ellas niños, según temen las autoridades del Estado. Hay más de un centenar de heridos y desaparecidos y cientos de casas, edificios e infraestructuras desmanteladas por una tormenta devastadora.
Fuente: Servicio Meteorológico Nacional de EE UU.
Según The New York Times, el tornado ha destruido al menos dos escuelas, lo que explica la cantidad de niños que han sido víctimas de la tragedia. La escuela infantil Plaza Tower, donde se refugiaron entre 20 y 30 niños, ha sido arrasada por completo. Las autoridades del Estado han confirmado que ya no buscan supervivientes en ella. El tornado ha arrancado el techo y las paredes del centro y ha convertido el patio de recreo en una masa de plástico y metal. Según las autoridades, muchos alumnos intentaron ocultarse en los baños del edificio ante la llegada inminente del tornado. Además, los cuatro miembros de una familia, entre ellos un bebé, han muerto en su vivienda mientras intentaban esconderse en un congelador.
Se teme que la cifra de muertos pueda aumentar, dado que hay 145 heridos, la mitad niños. Algunos se encuentran en condición crítica, según ha explicado Amy Elliot, portavoz de la Oficina del Médico Forense del Estado. "Nuestros corazones están destrozados", ha dicho en rueda de prensa la gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin, sobre los padres que están buscando a sus hijos.
La inusual ferocidad de la tormenta —en menos del 1% de los tornados los vientos alcanzan esta velocidad— ha destrozado kilómetros y kilómetros de zonas residenciales. Calle tras calle, Moore está en ruinas. Los escombros se acumulan donde antes había viviendas y cientos de automóviles y camiones están destrozados tras haber volado por los aires. Además, otra escuela ha sido arrasada por el paso del tornado y varios negocios. El capitán de la policía local, Dexter Nelson ha indicado que el tendido eléctrico está caído.
Equipos de voluntarios y del servicio de emergencias han comenzado a retirar parte de los estragos del devastador tornado para seguir buscando supervivientes. "En mis 18 años cubriendo tornados no he visto nada igual en esta ciudad. Este, sin ninguna duda, es el más horrible", ha dicho Lance West, reportero de la cadena televisiva local KFOR.
Keli Pirtle, portavoz del Servicio Meteorológico Nacional en Norman(Oklahoma) ha dicho que el tornado tocó el suelo a las 14.56 hora local,justo 16 minutos después de saltar la primera alerta, y que se ha desplazado 32 kilómetros arrasando todo a su paso. "Estuvo tocando tierra durante 40 minutos", ha explicado Pirtle. También ha informado de que se espera que las tormentas continúen hasta el martes por la tarde, pero la alerta por tornados ha sido cancelada en todo el Estado de Oklahoma.
El suburbio de Moore ya sufrió un tornado muy violento el 3 de mayo de 1999, una tormenta que vino acompaña de ráfagas de viento que se desplazaron a 486 kilómetros por hora, la velocidad más alta registrada en la superficie del planeta desde que hay mediciones.
La Casa Blanca ha emitido un comunicado en el que se indica que el presidente Barack Obama está siguiendo los acontecimientos "muy de cerca" a través de su asistente para la Seguridad Nacional, Lisa Monaco. Obama ha hablado con Fallin "para decirle que tanto sus pensamientos y oraciones como los de la primera dama están con los afectados del tornado". La Agencia Federal de Manejo de Emergencias ha desplegado un equipo en Oklahoma City para apoyar a las autoridades estatales y locales sobre el terreno y ha preparado personal y recursos adicionales para ser enviados cuando sean necesarios, explica el texto. La Casa Blanca ya ha declarado el estado de desastre en Oklahoma.
La Cruz Roja ha abierto un albergue en la Iglesia de St. Andrews de la ciudad, lugar que están usando los afectados para reunirse. Esta organización ha mandado alimentos y productos de primera necesidad a Oklahoma City que llegarán mañana martes. “La mejor manera de ayudar a las familias es hacer una donación en www.redcross.org o mandar un mensaje a REDCROSS al 90999 para dar 10 dólares”, ha dicho un portavoz de la Cruz Roja.
El gigantesco tornado se ha producido apenas unas horas después de que la pasada madrugada más de 12 sacudieran la región del centro de Estados Unidos (exactamente, los Estados de Iowa, Kansas, Illinois y Oklahoma), que dejaron dos muertos y una treintena de heridos. Fallin declaró el estado de emergencia en los 16 condados más afectados por el paso de más de una docena de tornados, fuertes tormentas de granizo y ráfagas de viento e inundaciones. El temporal dejó, además, áreas totalmente devastadas, edificios en llamas y barrios convertidos en escombros.
La tormenta llevó al Servicio Meteorológico a emitir una alerta inusualmente directa a la región central, que cubre 14 Estados. Este devastador tornado es parte del temporal que comenzó en Tejas la semana pasada (donde los tornados dejaron seis muertos y cuantiosos daños materiales) y que se extiende hasta Minnesota. En cuatro Estados (Arkansas, Kansas, Oklahoma y Misuri) se mantiene la alerta ante la previsión de una nueva oleada de tornados, según el NOAA.
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