martes, 19 de agosto de 2014

Piden rebajar dieta de parlamentarios para sincerar los dineros de reforma electoral: primera tarea en inicio del debate

Antes de comenzar el debate legislativo en el Senado, la Presidenta Bachelet desayunó con los legisladores oficialistas y del partido Amplitud. Foto: La Tercera.

El sueldo de los parlamentarios chilenos es el más alto de América Latina. Un diputado tiene un costo para el Estado de cerca de 22 millones de pesos y de un senador de 28 millones mensuales. Y antes de comenzar con la discusión, dos analistas señalaron que lo más importante es aclarar y sincerar lo relativo a los montos que se van a destinar al aumento de parlamentarios y al redistritaje, toda vez que al iniciar la tramitación de la iniciativa el Gobierno expresó que este cambio involucraba "costo cero" para las arcas fiscales.

Por Equipo Cambio21 - 9/08/2014

Luego de la aprobación del proyecto de ley que reforma el sistema electoral en la Cámara de Diputados, ahora el proyecto entra al Senado, instancia donde el oficialismo cuenta con 22 votos seguros (21 de la Nueva Mayoría y la legisladora de Amplitud Lily Pérez) y en el que se luchará por buscar un eventual acuerdo con Renovación Nacional o por convencer a los independientes Antonio Horvath y Carlos Bianchi.

Eso sí, antes de comenzar con la discusión, dos analistas señalaron en conversación con Cambio21que lo más importante es aclarar y sincerar lo relativo a los montos que se van a destinar al aumento de parlamentarios y al redistritaje, toda vez que al iniciar la tramitación de la iniciativa el Gobierno expresó que este cambio involucraba "costo cero" para las arcas fiscales.

Sin embargo, estudios de la UDI, de la Biblioleteca del Congreso y de diversos centro de investigación develaron los alcances de la millonaria inversión.

Por tal motivo, la analista del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Marcela Ríos, pidió "cambiar el switch" en cuanto a que "una democracia representativa, para que funcione bien, requiere inversión. No se trata de una pérdida de recursos".

"Hay que separar las discusiones sobre el aumento de escaños y las asignaciones parlamentarias, que debe darse de manera independiente, porque tiende a confundir y enredar las cosas", señaló.

Mismo pensamiento tiene la directora del programa Calidad de la Política de la fundación Chile 21, Gloria de la Fuente, quien expresó a este medio que "la democracia cuesta. Por eso que si ponemos el ojo en que el cambio debe ser austero, eso no es valorizar el rol del poder legislativo".

"Esperaría que los congresistas se enfoquen en todo lo que se han negado a avanzar anteriormente, como lo es rebajar las dietas o sueldos, que son los más altos de América Latina, de acuerdo al proyecto de los diputados Boric y Jackson", remarcó.

Hay que recordar que para el erario nacional cada diputado cuesta más de 22 millones de pesos y cada senador cerca de 28 millones de pesos mensuales. Incluye el sueldo de cada parlamentario, asignaciones, movilización (aviones, bencina), asesorías y otros items. Es el más alto de todos los congresos de América Latina y mayor que varios parlamentos de países de Europa.

Esto sirve

A propósito del inicio del debate legislativo, en el mundo político existe pleno consenso sobre la existencia de temas perfectibles y otros que lisa y llanamente son intocables y que marcarían un "retroceso", según la lectura de Ríos.

Ellos son los "límites al gasto electoral y la revisión de los aportes anónimos, que son un avance en términos de fiscalización".

"Hay harto en tabla: límites al gasto, voto por lista y por persona, los subpactos dentro de los pactos (que será repuesta) y la incongruencia de las cuotas para las primarias, aunque globalmente creo que el proyecto que salió de la Cámara es bueno. Se podrán buscar fórmulas alternativas para el aumento de cupos, pero lo esencial es respetar el espíritu de lo que se aprobó", añadió.

Por su parte, De la Fuente argumenta que existe una "responsabilidad transversal de todos los parlamentarios y de todos los actores políticos y de los centros de pensamiento" a la hora de socializar esta reforma con la ciudadanía.

"Se debe contar que la democracia tiene ciertos costos y valores y a ese valor tenemos que contribuir todos. El mensaje que hay que dar es que esto sirve y que las instituciones funcionan de mejor manera. Hay que fiscalizar también lo que hacen los parlamentarias y las autoridades en general y que las leyes y las discusiones sean de cierta calidad. Ese debe ser el foco. Que los ciudadanos ejerzan cierta vigilancia frente al trabajo institucional más que pensar en reducir los costos porque sí", concluyó.

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