EL ÉBOLA EN ESPAÑA
El presidente del Gobierno visita el Carlos III con Ignacio González y recuerda que el riesgo de contagio "es muy bajo"
La vicepresidenta toma el mando para gestionar la crisis del ébola
PILAR ÁLVAREZ / ALEJANDRA TORRES REYES Madrid 10 OCT 2014 - 16:24 CEST
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha visitado este viernes el hospital madrileño Carlos III donde está ingresada la auxiliar de enfermería Teresa Romero, la primera víctima de ébola contagiada en Europa. Poco antes del mediodía, Rajoy y el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, se han reunido con el equipo médico del hospital para agradecer "el esfuerzo, el trabajo y la dedicación" de los profesionales de este centro, que tienen "pleno apoyo y respaldo" del Gobierno y de la Comunidad de Madrid.
El presidente ha admitido que la investigación abierta servirá para "ver qué cosas se pueden mejorar" en la gestión de la crisis del ébola y ha mandado un mensaje de tranquilidad recordando que el riesgo de contagio es "muy bajo". A la salida de ese encuentro, que se ha celebrado en la planta baja del edificio, el presidente ha hecho una declaración sin preguntas asegurado que el primer objetivo de la comisión que encabeza la vicepresidenta del Gobierno "se llama Teresa Romero".
La segunda prioridad, según el presidente, es vigilar la situación de las personas que han estado en contacto con ella y la tercera, investigar qué ha podido ocurrir "para ver qué cosas se pueden mejorar". Justo después ha recordado que tanto la Comisión Europea como la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideran que es "muy bajo el riesgo de que se pueda contagiar" el virus.
Rajoy ha comparecido frente a un nutrido grupo de cámaras y periodistas en uno de los accesos laterales del hospital madrileño, mientras junto a la puerta principal una veintena de trabajadores del centro protestaban al grito de "Todos con Teresa" y ataviados con lo que han denominado "los guantes del ébola". El Ministerio de Sanidad y la Comunidad de Madrid abrieron una investigación que señaló como posible causa del contagio el hecho de que la auxiliar se rozó la cara con un guante contaminado. Se basan, indicó Fernando Simón, coordinador del centro de Alertas y Emergencias del ministerio, en las “entrevistas repetidas” a las que se sometió a Romero.
PILAR ÁLVAREZ / ALEJANDRA TORRES REYES Madrid 10 OCT 2014 - 16:24 CEST
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha visitado este viernes el hospital madrileño Carlos III donde está ingresada la auxiliar de enfermería Teresa Romero, la primera víctima de ébola contagiada en Europa. Poco antes del mediodía, Rajoy y el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, se han reunido con el equipo médico del hospital para agradecer "el esfuerzo, el trabajo y la dedicación" de los profesionales de este centro, que tienen "pleno apoyo y respaldo" del Gobierno y de la Comunidad de Madrid.
El presidente ha admitido que la investigación abierta servirá para "ver qué cosas se pueden mejorar" en la gestión de la crisis del ébola y ha mandado un mensaje de tranquilidad recordando que el riesgo de contagio es "muy bajo". A la salida de ese encuentro, que se ha celebrado en la planta baja del edificio, el presidente ha hecho una declaración sin preguntas asegurado que el primer objetivo de la comisión que encabeza la vicepresidenta del Gobierno "se llama Teresa Romero".
La segunda prioridad, según el presidente, es vigilar la situación de las personas que han estado en contacto con ella y la tercera, investigar qué ha podido ocurrir "para ver qué cosas se pueden mejorar". Justo después ha recordado que tanto la Comisión Europea como la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideran que es "muy bajo el riesgo de que se pueda contagiar" el virus.
Rajoy ha comparecido frente a un nutrido grupo de cámaras y periodistas en uno de los accesos laterales del hospital madrileño, mientras junto a la puerta principal una veintena de trabajadores del centro protestaban al grito de "Todos con Teresa" y ataviados con lo que han denominado "los guantes del ébola". El Ministerio de Sanidad y la Comunidad de Madrid abrieron una investigación que señaló como posible causa del contagio el hecho de que la auxiliar se rozó la cara con un guante contaminado. Se basan, indicó Fernando Simón, coordinador del centro de Alertas y Emergencias del ministerio, en las “entrevistas repetidas” a las que se sometió a Romero.
Enfermeras reciben el coche de Rajoy lanzándole guantes y protestando. / M.A.T.
“Han achicharrado a preguntas a una paciente delicada y medicada. En esas condiciones cantas hasta a La Traviata”, ha comentado una enfermera participante de la protesta, que pone en duda que Teresa Romero haya admitido tocarse la cara. Esta ha asegurado además que “con 40 de fiebre dices lo que sea”. Responsables de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) habían denunciado con antelación que la mujer pudo ser presionada en la declaración que prestó.
A la salida de los coches oficiales, los trabajadores han arrojado los guantes al vehículo del presidente, que se ha desplazado hasta el Carlos III tras presidir el Consejo de Ministros, donde se ha aprobado la creación de un comité especial para la gestión en España del virus del ébola, que involucrará a varios ministerios, y designará a un comité científico de expertos en la materia.
Entre los nueve facultativos del equipo médico que se han reunido con los mandatarios están Ramón Arribas, responsable de la unidad de infecciosos del hospital; Fernando de la Calle, jefe de la unidad de medicina tropical y Yolanda Fuentes, subdirectora médica del Carlos III.
Según las últimas informaciones, Teresa Romero se encuentra estable dentro de la gravedad, después de que la tarde del jueves sufriera un fallo respiratorio y su estado de salud se agravara. De hecho, durante la noche, el presidente de la Comunidad de Madrid informaba de que su pronóstico había empeorado y que se encontraba en una situación "crítica".
“Han achicharrado a preguntas a una paciente delicada y medicada. En esas condiciones cantas hasta a La Traviata”, ha comentado una enfermera participante de la protesta, que pone en duda que Teresa Romero haya admitido tocarse la cara. Esta ha asegurado además que “con 40 de fiebre dices lo que sea”. Responsables de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) habían denunciado con antelación que la mujer pudo ser presionada en la declaración que prestó.
A la salida de los coches oficiales, los trabajadores han arrojado los guantes al vehículo del presidente, que se ha desplazado hasta el Carlos III tras presidir el Consejo de Ministros, donde se ha aprobado la creación de un comité especial para la gestión en España del virus del ébola, que involucrará a varios ministerios, y designará a un comité científico de expertos en la materia.
Entre los nueve facultativos del equipo médico que se han reunido con los mandatarios están Ramón Arribas, responsable de la unidad de infecciosos del hospital; Fernando de la Calle, jefe de la unidad de medicina tropical y Yolanda Fuentes, subdirectora médica del Carlos III.
Según las últimas informaciones, Teresa Romero se encuentra estable dentro de la gravedad, después de que la tarde del jueves sufriera un fallo respiratorio y su estado de salud se agravara. De hecho, durante la noche, el presidente de la Comunidad de Madrid informaba de que su pronóstico había empeorado y que se encontraba en una situación "crítica".
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