lunes, 3 de diciembre de 2012

La izquierda italiana elige a Bersani

REUTERS
Pierluigi Bersani, vencedor en las primarias de la izquierda moderada italiana

El veterano líder del PD gana en las primarias al joven alcalde de Florencia, Renzi, candidato de la renovación

ÁNGEL GÓMEZ FUENTES / CORRESPONSAL EN ROMA
Día 03/12/2012 - 03.34h

Se cumplieron los pronósticos. En las primarias del centro izquierda en Italia se impuso el político que encarna la continuidad, frente al que propugnaba una profunda renovación. Pier Luigi Bersani, de 61 años, secretario del Partido Democrático (PD) fue el ganador en la segunda vuelta de las primarias del centro izquierda, con el 60 % de los votos, frente al 39 % de su rival, Matteo Renzi, símbolo del cambio, de 37 años, alcalde de Florencia.

Tras estos primeros datos, al cierre de las urnas, que muestran una victoria neta de Bersani, su contricante Renzi ha reconocido con cierta amargura: «Ha sido justo intentarlo».

En un país que vive momentos dramáticos por la crisis económica, estas elecciones han sido un éxito político para la democracia y llenan de esperanza al centro izquierda.

Teniendo en cuenta que todos los sondeos indican que el PD ganará en las elecciones de la primavera próxima (obtendría un 30 % de votos),Bersani tiene muchas posibilidades de convertirse en primer ministro, aunque la sombra del actual jefe de Gobierno, el profesorMario Monti, planea en la política italiana y tiene todas las opciones abiertas para seguir jugando un papel de primer plano tras las elecciones.

Cinco habían sido los candidatos, y al no obtener ninguno de ellos la mayoría absoluta en las primarias celebradas hace una semana, del pasado día 25, se volvió ayer a las urnas.

Se ha tratado de una verdadera competición, a veces con tono muy áspero y duras críticas entre dos políticos con perfiles completamente diversos: Bersani y Renzi representan dos ideas de Italia, dos modos de concebir el partido y dos visiones del futuro.

En realidad, en estas primarias ha habido dos ganadores: Bersani y Renzi. El secretario del Partido Democrático ha visto legitimada su candidatura a primer ministro con un voto popular y no con maniobras del partido. Pero el alcalde Renzi ha sido el vencedor moral y político de estas primarias, porque ha logrado su gran objetivo: ha contribuido a la renovación de ideas, de propuestas y a crear un clima de considerar necesario un recambio generacional. Renzi ha encarnado ese mensaje de renovación y ha logrado ser considerado como el rostro nuevo de la política italiana.

Un filósofo moderado

Bersani, licenciado en filosofía con una tesis sobre la historia del Cristianismo, exministro de Industria, de Transportes y de Desarrollo Económico en los gobiernos de Prodi y D ŽAlema, es visto como un progresista clásico, honesto pero sin carisma, un post-comunista que representa la tradición dentro del PD.

Ha contado con todo el apoyo del aparato del partido. Por su dilatada experiencia política, le ha gustado presentarse en la campaña electoral como el «usado seguro». En él se aprecia especialmente su capacidad de escuchar y su sensibilidad social, poniendo la igualdad y justicia social como primer objetivo del futuro gobierno.

El secretario del PD está abierto al diálogo para formar una amplia coalición de centro izquierda con Nichi Vendola, líder del SEL (Izquierda, Ecología y Libertad) y con el moderado democristianoCasini. Pero Bersani puede tener problemas a la hora de negociar una eventual coalición con Vendola, porque el actual gobernador de Apulia está en contra de la agenda de Mario Monti y, en consecuencia, representa todo lo opuesto a lo que desean para Italia los mercados, y Europa, y muy en particular Angela Merkel.

De todas formas, Bersani no podrá marginar el peso y fuerza que ha adquirido el mensaje de Renzi, y deberá tener en cuenta el clima de renvación que han creado estas primarias, haciendo del PD un partido socialdemócrata más abierto.

Nadie duda hoy en Italia de que Renzi, a pesar de no haber ganado las primarias, está llamado a convertirse en protagonista destacado de la vida nacional. Procedente del mundo católico liberal, con Blair, Clinton y Obama como modelos, y con dotes de gran comunicador, su caballo de batalla ha sido el verbo «rottamare» (desguazar).

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