La valoración del Heredero de la Corona, que cumple 46 años el jueves, ha subido desde su intervención ante el COI en Buenos Aires
ALMUDENA MARTÍNEZ-FORNÉS / MADRID - Día 27/01/2014 - 11.18h
El Príncipe de Asturias cumple 46 años el próximo jueves en el momento más delicado que vive la Monarquía desde su restauración. Dentro de unos días, su hermana Doña Cristina se convertirá en la primera Infanta de España que comparezca ante un juez por un supuesto caso de fraude fiscal. Sin embargo, tras la ruptura dolorosa y radical con su cuñado, Iñaki Urdangarín, hace ya más de dos años, Don Felipe ha conseguido marcar distancia con este caso judicial que está afectando a la imagen de la Corona.
Desde el pasado septiembre -en concreto, desde su intervención ante el COI en Buenos Aires para defender la candidatura de Madrid a los Juegos Olímpicos de 2010- la valoración del Príncipe en las encuestas internas que realiza el Palacio de La Zarzuela ha subido ligeramente mes a mes y ahora está estabilizada en su nivel máximo. La Reina y él son los miembros de la Familia Real más apreciados por los españoles. También entonces, en septiembre, empezó a corregirse la imagen de desapego que transmitió la Princesa durante la primavera y hasta el verano.
Planes en solitario
Don Felipe y Doña Letizia siguen haciendo ocasionalmente planes en solitario. Por ejemplo, el fin de semana anterior el Príncipe se fue con sus amigos a esquiar a Formigal y Doña Letizia acudió a un par de conciertos en Madrid. Este domingo tampoco lo pasaron juntos, ya que el Heredero de la Corona estaba viajando a Honduras -vuelo en en el que su avión sufrió otra avería-.
Los Príncipes tienen previsto reencontrarse mañana en Canarias para acudir a dos actos oficiales: él llegará desde Tegucigalpa y ella desde Madrid. Estos hechos podrían ser interpretados como un alejamiento, pero no se ajustaría a la realidad. Lo cierto es que desde el verano han compartido muchos más momentos de ocio, como salidas al cine, a cenar o excursiones en familia, que en los tres meses anteriores, cuando Doña Letizia buscaba su propio espacio. Diez años después de su boda, Don Felipe valora a la Princesa, sus opiniones, su criterio. Ella le aporta el punto de vista, a veces sorprendente, de una persona que se forjó en un ambiente muy diferente al de la Monarquía.
Pero este último año ha estado marcado por la relación del Príncipe con el Rey. Las tres operaciones a las que ha sido sometido Don Juan Carlos han unido aún más a padre e hijo. Además de horas de trabajo en el despacho, ahora comparten con cierta frecuencia almuerzos, mano a mano, en los que intercambian opiniones sobre los asuntos más diversos. El Monarca ha ido confiando en el Heredero responsabilidades cada vez más importantes, como fue presidir por primera vez el desfile militar de la Fiesta Nacional el pasado 12 de octubre. También quiso que el Príncipe viajara a Panamá y estuviera presente en los actos convocados en el marco de la Cumbre Iberoamericana. Incluso, en el último Mensaje de Navidad, Don Juan Carlos citó una frase que había pronunciado Don Felipe en la entrega de los premios Príncipe de Asturias: «España es una gran Nación que vale la pena vivir y querer, y por la que merece la pena luchar». Lo habitual es que sea el Heredero quien cite al Rey.
Lealtad a prueba de fuego
Los rumores de una posible abdicación, que se dispararon en septiembre, han chocado con la lealtad a prueba de fuego del Príncipe. Con Don Felipe se puede abordar con naturalidad cualquier tema en privado, pero a quienes le plantean esta cuestión les responde con una firmeza contundente que «no está en la agenda». Añade que él está satisfecho con su papel como Heredero y que, aunque está dispuesto a asumir la Corona cuando llegue el momento, no tiene prisa ni impaciencia. El Príncipe es sereno por naturaleza y sabe medir los tiempos.
Don Felipe ha estado muy pendiente de la evolución de la salud de su padre. Todas las semanas lleva a sus hijas, las Infantas Leonor, de ocho años, y Sofía, de seis, a ver a su abuelo, con el que comparten charlas y juegos. Leonor es más formal, se parece mucho a su padre, y Sofía más trasto y divertida, «más Borbón», dicen. Aunque su cumpleaños cae en un día laboral, en el que Don Felipe acudirá a un acto militar y las niñas irán al colegio, el Príncipe buscará un hueco el jueves para soplar las velas junto a ellas y a Doña Letizia.
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