miércoles, 21 de enero de 2015

Polémica por la compra de Peña Nieto de una casa a un contratista

El presidente Enrique Peña Nieto (centro). / EFE

'The Wall Street Journal' revela que el empresario obtuvo importantes contratos tras la venta de la vivienda en 2005

JAN MARTÍNEZ AHRENS México 21 ENE 2015 - 04:46 CET


El desgaste de la cúpula del Ejecutivo mexicano por sus polémicas relaciones con importantes contratistas no tiene fin. The Wall Street Journal ha revelado que el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, compró en 2005, al iniciar su mandato como gobernador del Estado de México, una segunda residencia en un exclusivo club de golf a un empresario, cuya constructora se vio beneficiada posteriormente por importantes adjudicaciones. Entre 2005 y 2011, las firmas de Roberto San Román Widerkehr, el vendedor de la casa, recibieron contratos del Estado de México, un histórico bastión del PRI, por más de 100 millones de dólares. Y cuando Peña Nieto pasó a ser presidente, en 2012, ganó 11 contratos federales por 40 millones de dólares. Antes nunca lo había logrado, siempre según el citado diario.

Un portavoz presidencial negó cualquier trato de favor y señaló que la vivienda, de 372.000 dólares y ubicada en una parcela de 2.038 metros cuadrados, fue adquirida a precios de mercado. También rechazó que hubiese ningún conflicto de interés y recordó que Peña Nieto mantiene desde hace años relación con miembros de la familia vendedora. Roberto San Román murió en 2010 y su negocio pasó a manos de su hijo Ricardo. Peña Nieto hizo pública la operación en el momento de compra del inmueble, situado en el club de golf Gran Reserva de Ixtapan de la Sal. La identidad del vendedor, sin embargo, no era conocida.

Estas nuevas revelaciones amenazan con echar más leña a un fuego abierto en noviembre pasado

Estas nuevas revelaciones amenazan con echar más leña a un fuego abierto en noviembre pasado, cuando otra investigación periodística sacó a la luz que Juan Armando Hinojosa, un notorio contratista, muy cercano a Peña Nieto, no solo había construido la mansión de la esposa del presidente, Angélica Rivera, sino que se la estaba vendiendo a plazos. Rivera, en un mensaje difundido por vídeo, anunció que, para disipar cualquier atisbo de sospecha, ponía en venta su parte del inmueble.

Poco después, The Wall Street Journal también destapó que el todopoderoso secretario de Hacienda, Luis Videgaray, había adquirido una segunda vivienda al mismo empresario, con quien también mantenía lazos de amistad.

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