LA SITUACIÓN POLÍTICA EN VENEZUELA
El expresidente español llegará a la capital venezolana sobre las 17.35
JAVIER LAFUENTE Bogotá 7 JUN 2015 - 15:57 CEST
El expresidente del Gobierno español Felipe González vuela ya desde Bogotá, la capital de Colombia, a Caracas, capital de Venezuela, a donde llegará alrededor de las 17.35 (hora peninsular), para participar en la defensa de los opositores presos venezolanos Leopoldo López y Antonio Ledezma. La llegada de González a Caracas se produce poco más de dos meses después de que el dirigente socialista aceptase, a petición de sus familias, incorporarse a la defensa de los dos principales presos del Gobierno chavista, recluidos en la prisión militar de Ramo Verde, a las afueras de Caracas. Leopoldo López lleva preso desde febrero de 2014, acusado por el Gobierno de Nicolás Maduro de instigar las protestas que aquel mes del año pasado desembocaron en la muerte de 43 personas. Ledezma, alcalde metropolitano de Caracas, fue detenido el pasado 20 de febrero por agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin).
López, líder del partido Voluntad Popular, inició una huelga de hambre el pasado 24 de mayo para pedir fecha para las elecciones parlamentarias, previstas para este año, y la libertad de los presos políticos. Uno de ellos, el número tres de su partido, Daniel Ceballos ha cumplido ya más de dos semanas sin ingerir alimentos y la oposición y sus familiares temen por su vida.
El expresidente español se vio obligado a atrasar su viaje a Caracas hace dos semanas, cuando el Gobierno de Maduro aplazó la vista oral del juicio a Leopoldo López, a la que pretende asistir González. Mientras que desde el chavismo se ha insistido en que la ley venezolana no ampara la participación del dirigente socialista en la defensa de los opositores presos, los abogados y familiares de estos han asegurado que el papel de González será el de asesor externo, y en ningún caso el de abogado litigante. El expresidente tendría previsto acudir a una de las vistas del juicio a López, previsiblemente el miércoles y tratar de visitarlos en la cárcel de Ramo Verde. El Gobierno venezolano ya ha impedido la entrada a la prisión de otros expresidentes, como el colombiano Andrés Pastrana, en dos ocasiones, el chileno Sebastián Piñera y el boliviano Tuto Quiroga.
En todo momento, el dirigente socialista, que mantiene una estrecha relación con Venezuela desde hace décadas, había insistido en que si el Gobierno de Maduro no le dejaba entrar en el país “no provocaría un escándalo”. El pasado jueves, en un acto en Bogotá junto al presidente Juan Manuel Santos, González, al agradecer la ciudadanía colombiana que se le había otorgado recientemente, aseguró: “De buena fe, a lo único que aspiro es a sentirme igual de cómodo en un país hermano como Venezuela”.
Desde el momento en que se conoció la decisión de González de participar en la defensa de los opositores, el Gobierno de Maduro se lanzó en una campaña para desacreditar al expresidente español, al que el Parlamento venezolano declaró persona non grata. En los últimos días, destacados dirigentes chavistas, como Jorge Rodríguez, del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), habían convocado para hoy a los simpatizantes del oficialismo a que protestaran en los lugares emblemáticos de cada ciudad del país contra la llegada de González.
La decisión de González de participar en la defensa de López y Ledezma ha atraído la atención internacional. El presidente colombiano fue el último en apoyar públicamente a González. “Ojalá lo escuchen, espero que su viaje sea exitoso. Es lo que queremos para Venezuela”, aseguró Santos el jueves, el mismo día en que el Club de Madrid, compuesto por 107 exjefes de Estado y de Gobierno de más de 70 países, envío una carta al papa Francisco para que medie por los opositores presos. El Papa tenía previsto reunirse este domingo con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, pero este, a última hora canceló la visita a El Vaticano alegando un virus.
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